Mejores razas de perro para terapia y ayuda a personas con problemas

Los perros de terapia se utilizan a menudo en hospitales, residencias de ancianos, colegios e instalaciones similares, donde ayudan a las personas que sufren ansiedad, demencia, hipertensión, trastorno de estrés postraumático o problemas emocionales.

También pueden acudir a domicilios particulares para proporcionar consuelo y compañía a las personas que lo necesiten.

Estos perros ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad de los pacientes, proporcionar una sensación de calma y relajación e incluso ayudar a mejorar la salud física animando a los pacientes a ser más activos.

Sin embargo, no todas las razas de perros son adecuadas para el trabajo de terapia, ya que deben disponer de cualidades específicas como ser amables, tranquilos y obedientes. También deben sentirse cómodos con la gente, especialmente con niños y ancianos.

¿Necesito un perro de terapia?

Los perros de terapia se han hecho cada vez más populares en los últimos años, a medida que más gente reconoce los beneficios que aportan. He aquí algunas razones por las que tener un perro de terapia puede ser beneficioso:

  • Proporciona apoyo emocional
  • Reduce la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las hormonas del estrés
  • Te ayudará en tareas como abrir puertas o recuperar objetos caídos
  • Fomenta las interacciones sociales
  • Aumenta tu bienestar general
  • Proporciona consuelo en los momentos difíciles

¿Cuáles son las mejores razas de perros de terapia?

Si necesitas un perro de terapia que te proporcione consuelo, compañía y apoyo emocional, seguro que lo encuentras entre las razas que te proponemos, de diferentes tamaños y personalidades:

Airedale Terrier

El carácter leal, protector y extrovertido del Airedale Terrier lo convierte en un excelente perro de terapia. Su alto nivel de energía y su amor por el juego pueden proporcionarte una gran alegría en las sesiones de terapia.

Sin embargo, debido a su fuerte carácter, es necesario un adiestramiento constante y firme. Además, no es adecuado para todos los entornos de terapia, debido a su instinto de presa.

Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta las necesidades y requisitos específicos de las personas que van a interactuar con esta raza en un entorno terapéutico.

Beagle

El pequeño tamaño y la naturaleza adaptable del Beagle lo convierten en un candidato perfecto para el trabajo terapéutico. Su carácter amistoso y juguetón, unido a la lealtad inquebrantable hacia su dueño, lo convierten en un excelente perro de terapia.

La capacidad natural de la raza para calmar y tranquilizar a las personas es una ventaja añadida, y su personalidad enérgica y alegre puede ayudar a las personas a sentirse más comprometidas y activas. Ya se trate de problemas físicos o mentales, el Beagle puede proporcionar apoyo emocional a personas de cualquier edad.

Bichon Frisé

El Bichón Frisé es un perro amistoso y cariñoso, reconocido por su pelaje esponjoso e hipoalergénico, y con frecuencia se emplea como perro de terapia. Esta raza se adapta fácilmente a diversos entornos y es fácil de transportar.

Su comportamiento amable y juguetón puede ofrecer consuelo y felicidad a las personas que sufren ansiedad o depresión, a la vez que establece una fuerte conexión con su dueño. Disfruta complaciendo a su dueño y pasando tiempo con sus seres queridos.

Border Collie

El Border Collie es una raza muy inteligente y fácil de adiestrar, que puede ser un excelente perro de terapia debido a su naturaleza amable y afectuosa. Su capacidad para aprender cosas nuevas y destacar en el adiestramiento de obediencia y agilidad lo hace muy útil en entornos terapéuticos.

Le encanta la interacción humana, por lo que puede proporcionar apoyo emocional y consuelo a quienes lo necesitan.

Sin embargo, es esencial proporcionarles suficiente ejercicio y estimulación mental y socializarlos cuidadosamente para evitar cualquier comportamiento destructivo o agresivo.

Boyero de Berna

Es una raza popular para el trabajo terapéutico, debido a su naturaleza amable y su comportamiento tranquilo. De gran tamaño, se trata de un perro paciente, cariñoso y fácil de llevar.

Le encanta estar rodeado de gente y suele utilizarse en programas de terapia asistida con animales que implican actividades físicas, como caminar o correr con los pacientes. Además, su tamaño puede reconfortar a las personas que pueden sentirse intimidadas o asustadas en determinadas situaciones.

Boxer

Debido a su naturaleza amistosa, paciente y leal, el Boxer puede ser un excelente perro de terapia. Es muy enérgico e inteligente y puede adaptarse fácilmente a diversas situaciones y personalidades.

Por lo general, esta raza se comporta bien, es sociable y tiene un fuerte instinto protector. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Boxer requiere ejercicio regular y estimulación mental para evitar el aburrimiento y el comportamiento destructivo.

Bullmastiff

La naturaleza leal y protectora del Bullmastiff, así como su temperamento tranquilo y equilibrado, lo convierten en un excelente perro de terapia.

Su tamaño y fuerza pueden ser beneficiosos para tareas de movilidad y para proporcionar una barrera física en situaciones de estrés.

Sin embargo, la socialización y el adiestramiento son necesarios para que la raza se comporte bien en diferentes entornos, y requiere un adiestramiento firme y constante, ejercicio físico y estimulación mental.

Bulldog Francés

La popularidad del Bulldog Francés se debe a su personalidad afectuosa y juguetona, que lo convierte en un excelente perro de terapia. Crea fuertes conexiones emocionales con sus compañeros humanos y les proporciona el apoyo emocional necesario.

Su temperamento apacible y paciente es especialmente beneficioso para las personas con necesidades especiales o discapacidades.

Se adapta con facilidad a distintos entornos y le encanta jugar, pasear y acurrucarse con su dueño. Además, el Bulldog Francés requiere poco mantenimiento, un aseo y ejercicio mínimos, lo que lo convierte en una mascota ideal para personas con movilidad o energía limitadas.

Caniche

El Caniche es una raza muy recomendada para el trabajo terapéutico debido a su pelaje hipoalergénico, su fácil adiestramiento y su inteligencia.

La raza está disponible en tres tamaños diferentes: toy, miniatura y estándar. Requiere un aseo regular, que también puede tener beneficios terapéuticos al proporcionar un efecto calmante y tranquilizador.

Gracias a su inteligencia y capacidad de adiestramiento, el Caniche puede aprender diferentes habilidades y proporcionar apoyo físico y emocional a quienes lo necesiten. Tiene un carácter afectuoso y leal y crea fuertes vínculos con sus dueños. Además, su carácter juguetón le convierte en el compañero ideal para quienes se enfrentan a retos físicos o emocionales.

Cavalier King Charles Spaniel

El Cavalier King Charles Spaniel es un gran perro de terapia, conocido por su naturaleza amable y afectuosa. Responde bien a los métodos de adiestramiento de refuerzo positivo y tiene una inclinación natural a consolar y cuidar a las personas.

Esta raza es perfecta para hospitales, residencias de ancianos, escuelas y otras instalaciones debido a su naturaleza cariñosa y tierna.

Además, su tamaño compacto permite transportarlo fácilmente, y las investigaciones han demostrado que su compañía puede reducir los niveles de estrés y ansiedad, disminuir la presión arterial y mejorar el bienestar general.

Chihuahua

El chihuahua, a pesar de su pequeño tamaño, tiene una gran personalidad y es una elección perfecta como perro de terapia. Esta raza es conocida por su lealtad y su carácter afectuoso, y puede adaptarse fácilmente a distintos entornos. Su inteligencia también lo convierte en un candidato ideal para el trabajo de terapia.

La naturaleza amistosa y protectora del chihuahua puede proporcionar una sensación de consuelo y seguridad a las personas que luchan contra diversos problemas emocionales y mentales. Además, esta raza tiene un pelaje hipoalergénico, por lo que es una opción excelente para las personas sensibles al pelo de perro.

Dálmata

El dálmata es una raza enérgica y fácil de adiestrar, lo que lo convierte en una opción ideal como perro de terapia. Su naturaleza amistosa y extrovertida, combinada con su lealtad y afán de complacer, lo convierten en un gran compañero para el apoyo emocional. Además, el amor del dálmata por la actividad física y su capacidad para aprender cosas nuevas pueden hacerlo adecuado para tareas como fomentar el ejercicio o participar en entrenamientos de obediencia y agilidad.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta raza requiere ejercicio regular y estimulación mental para evitar comportamientos destructivos.

El dálmata también tiene un fuerte instinto de presa y necesita socialización para sentirse cómodo con otros animales y personas. Por último, algunos dálmatas pueden estar predispuestos a ciertos problemas de salud, como la sordera, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de seleccionar un dálmata como perro de terapia.

Galgo

Tal vez no sea la primera raza que te venga a la mente al pensar en un perro de terapia. Sin embargo, puede ser una opción excelente para quienes buscan una raza grande y apacible. Su temperamento relajado y su alto umbral de tolerancia lo hacen idóneo para entornos de terapia en los que se encontrará con personas y entornos diferentes.

Además, es fácil de adiestrar y puede realizar diversas tareas, como guiar a invidentes o recuperar objetos. El galgo también es hipoalergénico y fácil de mantener, lo que lo convierte en una opción práctica.

Photo taken in Fót, Hungary

Su tamaño puede ser beneficioso para las personas que necesitan ayuda para moverse o mantener el equilibrio. Es importante adiestrarlo para que se sienta cómodo en distintos entornos. Aunque tranquilo, el galgo necesita ejercicio regular, como largos paseos o carreras en una zona vallada, y su fino pelaje lo hace sensible a las temperaturas extremas.

Galgo Italiano

El carácter cariñoso, amistoso y juguetón del Galgo Italiano lo convierte en un excelente perro de terapia, especialmente en entornos como hospitales y residencias de ancianos. Esta raza pequeña es fácil de transportar y se siente cómoda en diversos entornos.

Su carácter afectuoso y leal puede proporcionar una sensación de consuelo y seguridad a quienes luchan contra la ansiedad, la depresión u otros problemas.

Al galgo italiano también le gusta jugar y participar en diversas actividades, lo que puede ayudar a romper el hielo en las sesiones de terapia y aportar alegría y positividad a quienes lo necesitan. Sus gráciles movimientos transmiten calma, lo que lo convierte en un compañero ideal para el apoyo emocional.

Golden Retriever

El Golden Retriever es un excelente perro de terapia debido a su carácter amistoso y extrovertido, que le permite conectar fácilmente con las personas y proporcionarles apoyo emocional. Su personalidad sociable y su capacidad de adiestramiento lo convierten en un gran candidato para el trabajo terapéutico.

Además, la sensibilidad de la raza a las emociones humanas y su amor por el juego lo hacen ideal para entornos de terapia en los que se anima a las personas a interactuar con el perro, acariciarlo, acicalarlo o jugar con él.

El Golden Retriever también requiere ejercicio regular y estimulación mental, lo que puede ser beneficioso para los que se encuentran en entornos terapéuticos en los que la actividad física y el juego son componentes importantes del tratamiento.

Gran Danés

El Gran Danés es una raza majestuosa y de gran tamaño que siempre está dispuesta a complacer. A pesar de su tamaño, es conocido por ser paciente, cariñoso y estupendo con los niños.

Debido a su gran tamaño, el Gran Danés puede proporcionar consuelo a las personas que se sienten asustadas o ansiosas en determinadas situaciones. Además, es una raza ideal para actividades que requieran contacto físico o apoyo, como apoyarse o tumbarse sobre pacientes.

Labrador Retriever

El Labrador Retriever está muy solicitado como perro de terapia. Se muestra amable, sociable y dispuesto a complacer, lo que lo convierte en un excelente compañero para las personas que necesitan apoyo emocional.

Su temperamento tranquilo y paciente es ideal para reconfortar a personas ansiosas o angustiadas. También es muy adiestrable, responde bien a las órdenes y destaca en tareas relacionadas con la asistencia a personas con problemas de movilidad. Se adapta fácilmente a distintos entornos y disfruta interactuando con los humanos.

Pastor Alemán

El Pastor Alemán es una gran elección como perro de terapia por su inteligencia, lealtad e instinto protectore. Es fácil de adiestrar y está deseoso de complacer a su dueño. Su temperamento tranquilo y estable lo convierte en un perro excelente para el trabajo terapéutico en entornos ajetreados, ya que no se distrae ni se altera fácilmente con ruidos o movimientos repentinos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que se trata de una raza muy enérgica y necesita ejercicio diario y estimulación mental para mantenerse sano y feliz.

Pembroke Welsh Corgi

Este pequeño perro pastor es también un gran perro de terapia, gracias a su naturaleza amistosa y extrovertida. Se adapta con facilidad a cualquier entorno y es un perro afectuoso y leal. Te ayudará mucho si estás luchando contra problemas emocionales, de ansiedad o depresión.

Además, su carácter juguetón te obligará a permanecer activo, haciéndote olvidar tus problemas. Su aspecto simpático y alegre crea una sensación de alegría y positividad en las sesiones de terapia y será un excelente compañero para ti.

Perro de San Huberto o Bloodhound

El Bloodhound es una raza que posee varios rasgos que la hacen adecuada para el trabajo terapéutico. Tiene un carácter tranquilo, afectuoso y paciente, que puede proporcionar consuelo y apoyo a las personas en situaciones de estrés.

Su fuerte sentido del olfato también puede utilizarse en determinados entornos terapéuticos, como el trabajo con personas con trastorno de estrés postraumático.

Esta raza es conocida por su lealtad y su capacidad para establecer fuertes vínculos con sus compañeros humanos. Sin embargo, su tendencia a seguir olores y su necesidad de ejercicio regular y estimulación mental deben tenerse en cuenta a la hora de elegirlo como perro de terapia.

Pomerania

El pomerania, una raza pequeña y enérgica, es una opción excelente para quienes buscan un perro de terapia que pueda proporcionar apoyo emocional y consuelo. Debido a su naturaleza extrovertida, se siente cómodo en diversos entornos y su carácter afectuoso y cariñoso puede reducir la ansiedad y la depresión.

Su comportamiento juguetón y amistoso también puede ayudar a las personas a sentirse más relajadas y comprometidas, lo que lo convierte en un compañero perfecto para individuos que se enfrentan a retos físicos o emocionales. Además, el Pomerania tiene un pelaje que se desprende muy poco y es hipoalergénico, como el Yorkie y el Shi Tzu.

Pug o Carlino

Si buscas un perro de terapia pequeño, el Pug o Carlino podría ser tu opción ideal. Se trata de un perro amable y lleno de afecto, que adora estar al lado de los suyos y se adapta con facilidad a cualquier entorno.

Este perro establece un fuerte vínculo con su dueño, al que no abandonará en ningún momento, y transmite una sensación de seguridad y calma que te hará mucho bien si estás atravesando una mala etapa a nivel emocional. Es juguetón y está lleno de energía, y su gracioso aspecto, con su cara arrugada y sus expresivos ojos, te reconfortará y tranquilizará.

Rottweiler

Aunque se ha ganado fama de ser agresivo, debido a su naturaleza protectora y su constitución física, se trata de un perro leal, inteligente y deseoso de complacer a sus dueños, que bien adiestrado puede ser muy equilibrado y conformar un excelente perro de terapia.

Un factor importante que debe tenerse en cuenta al utilizar un Rottweiler como perro de terapia es su tamaño y fuerza. Pero si se adiestra convenientemente, puede ser un maravilloso perro de terapia y aportar consuelo y felicidad a quien lo necesita.

San Bernardo

El San Bernardo es una raza grande y suave que puede ser un excelente perro de terapia, debido a su naturaleza tranquila y paciente. Solemos asociarlo con trabajos de rescate, pero su lealtad y carácter afectuoso también le convierte en un perro idóneo para trabajar con personas que puedan necesitar apoyo emocional.

Se trata de una raza conocida por su carácter apacible y tranquilo, que puede tranquilizar a las personas ansiosas o estresadas. Esto los hace ideales para proporcionar apoyo emocional y consuelo a los pacientes en diversos entornos.

Setter Irlandés

El Setter Irlandés es una raza hermosa y cariñosa y puede ser un excelente perro de terapia, ya que cuenta con un carácter amistoso y extrovertido, además de ser inteligente y fácil de adiestrar.

Este perro está lleno de energía y le encanta hacer ejercicio, por lo que resulta ideal para personas activas que necesitan soporte emocional. Es afectuoso y leal, establece un fuerte vínculo con su dueño y es muy paciente. Esto es especialmente beneficioso si tu problema está relacionado con la ansiedad o te sientes abrumado por algo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta raza cuenta con un fuerte instinto de presa y puede requerir una socialización cuidadosa con otros animales. También requiere ejercicio regular y estimulación mental, ya que de lo contrario podría aburrirse y desarrollar comportamientos “destructivos”.

Sheltie o Pastor de las Islas Shetland

La naturaleza amable y leal del Sheltie lo convierte en un excelente perro de terapia. Es sensible a las emociones humanas y puede percibir rápidamente cuando su dueño está angustiado, por lo que es ideal para proporcionar apoyo emocional y consuelo a quienes luchan contra la ansiedad o la depresión.

El Sheltie puede adiestrarse para realizar diversas tareas, como recuperar objetos, guiar a los discapacitados visuales o proporcionar compañía y apoyo emocional. Es un perro sociable y disfruta interactuando con la gente, lo que lo convierte en una opción popular para los programas de terapia pediátrica.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Sheltie es un perro activo que requiere ejercicio regular y estimulación mental para evitar que se ponga ansioso o se aburra. Su largo pelaje también requiere un aseo y mantenimiento adecuados.

Shi Tzu

Su naturaleza tranquila y cariñosa le convierte en un excelente perro de terapia. Además, es fácil de adiestrar y le encanta estar rodeado de gente. Le encanta acurrucarse junto a su dueño, proporcionando una sensación de consuelo a quienes luchan contra la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental. Su naturaleza juguetona también le convierte en el compañero ideal para niños que están pasando por momentos difíciles.

Otra ventaja del Shih Tzu como perro de terapia es su adaptabilidad. Es lo suficientemente pequeño como para poder ser transportado con facilidad y se siente cómodo en diferentes entornos. También es fácil de adiestrar y posee un pelaje hipoalergénico.

Teckel o Dachshund

Conocido popularmente como Perro Salchicha, el Dachshund o Teckel es un perro de pequeño tamaño, juguetón y cariñoso, que establece un vínculo profundo con su dueño y le muestra lealtad y auténtica devoción. Por todo ello, si estás pasando una mala etapa a nivel emocional, o sufres de ansiedad o depresión, el Teckel te aportará una sensación de seguridad y consuelo.

Su naturaleza curiosa e inquieta aportará alegría a tu vida. Te encantará jugar y realizar actividades con él, envuelto en el ambiente positivo que se creará entre ambos.

Terranova

El Terranova es un perro de gran tamaño y carácter afectuoso, ideal para actividades que impliquen contacto físico o apoyo, como apoyarse o tumbarse sobre los pacientes. Se trata de una raza muy sociable, que adora interactuar con la gente.

Es un perro fácil de llevar y tranquilo, lo que puede tranquilizar a las personas ansiosas o estresadas. Destaca en terapias encaminadas a aportar apoyo emocional, en las que hay que realizar actividades físicas o trabajar con pacientes con necesidades especiales.

Yorkshire Terrier

El Yorkshire Terrier, comúnmente conocido como «Yorkie», es una raza de perro pequeña y vivaz muy adecuada para el trabajo terapéutico. A pesar de su pequeño tamaño, el Yorkie cuenta con una gran personalidad. Le encanta recibir atención y establece un fuerte vínculo con su dueño.

Su pelaje es hipoalergénico y no muda mucho. También es un perro leal y afectuoso con su dueño y posee un instinto natural para cuidar y reconfortar a las personas. La raza se utiliza a menudo en residencias de ancianos, hospitales y escuelas, para proporcionar apoyo emocional y compañía a personas que se enfrentan a problemas físicos, emocionales o mentales.

Conclusiones

  • Los perros de terapia proporcionan apoyo emocional y consuelo a personas con problemas de salud física o mental.
  • Algunas razas pequeñas pueden ser excelentes perros de terapia, debido a su tamaño y naturaleza amable.
  • Las razas grandes también pueden ser excelentes perros de terapia, con el adiestramiento y socialización adecuados.
  • Cada raza tiene su propia personalidad y temperamento, por lo que es importante elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.

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