A mi perro le suenan mucho las tripas. ¿Qué puede ser y qué hacer?

Cuando a un perro le suenan las tripas, puede ser simplemente que su estómago está vacío y tiene hambre. En otras ocasiones, estos ruidos se deben a que ha comido demasiado y está digiriendo la comida. O también es posible que tu perro sufra una indigestión o algún tipo de malestar estomacal.

Por lo general, estos ruidos no son preocupantes, pero hay ocasiones en que los ruidos son excesivos o fuera de lo normal y es recomendable acudir al veterinario para determinar la causa.

En este artículo vamos a analizar diferentes causas que provocan ruidos en el proceso digestivo de tu perro, para que sepas cuando se trata de algo normal y cuando debes acudir al veterinario.

El estómago de mi perro hace ruidos. ¿Es normal?

Los ruidos estomacales se denominan borborigmos y se deben al movimiento de los gases y líquidos a través del intestino, en un proceso denominado peristalsis. Es algo normal, que forma parte del mecanismo de limpieza intestinal.

El tubo digestivo incluye el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Cada uno de estos órganos contiene músculos lisos que ayudan a desplazar los alimentos y el agua por el cuerpo.

El peristaltismo se produce cuando estos músculos se contraen en ondas rítmicas para mover los alimentos a través del tracto gastrointestinal. Este movimiento puede dar lugar a ruidos, por eso es normal oírlos inmediatamente después de comer.

Por otro lado, cuando el estómago y los intestinos están vacíos, el estómago se prepara para la próxima comida, liberando jugos intestinales. Este proceso origina un movimiento dentro del tracto intestinal que provoca los ruidos que asociamos con el hambre. Como no hay comida en los intestinos para amortiguar los ruidos producidos, estos serán más fuertes que cuando el estómago está lleno.

Aunque los ruidos estomacales pueden ser muy normales, el estómago de un perro puede hacer más ruido cuando está molesto o experimenta una alteración gastrointestinal, por lo que es importante prestar atención y acudir al veterinario en caso necesario.

¿Y si el estómago de mi perro hace demasiado ruido?

Además de los ruidos estomacales normales en el proceso de digestión, que indican que el estómago y los intestinos están haciendo su trabajo de mover la comida a través del tracto digestivo, existen algunos trastornos que pueden provocar ruidos excesivos o anormales en tu perro. La mayoría de estos problemas desaparecen por sí solos y no revisten gravedad, pero algunos pueden ser potencialmente graves.

Las causas más frecuentes de los borborigmos de tu perro son las siguientes:

Diarrea

La diarrea puede provocar un aumento de los ruidos estomacales, ya que la comida y el agua se mueven más rápidamente por el tracto digestivo. Los perros pueden tener mucho ruido estomacal justo antes de experimentar un ataque de diarrea.

Tu perro ha comido algo que no le sienta bien o que no forma parte de su alimentación habitual

Cuando un perro se cuela en la basura o recibe una golosina inusual que no le sienta bien, puede tener dificultades digestivas que provocan más ruidos estomacales de los habituales.

Obstrucción intestinal

Una obstrucción intestinal puede provocar muchos ruidos estomacales. A veces los perros comen cosas que no son alimentos digeribles (por ejemplo, calcetines, huesos o algún trozo de uno de sus juguetes). Estos objetos pueden atascarse en el estómago o los intestinos, provocando un aumento de los gases cuando el cuerpo intenta dilatar la zona para expulsar el objeto. Se trata de algo muy grave y requiere atención veterinaria inmediata. 

Trastornos/enfermedades gastrointestinales

Los trastornos o síndromes gastrointestinales subyacentes, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), causada por la irritación crónica de los tractos intestinales, o la insuficiencia pancreática exocrina (IPE), en la que faltan enzimas digestivas, pueden provocar un aumento de los ruidos estomacales, junto con otros problemas gastrointestinales. La torsión y dilatación gástrica también pueden provocar ruidos estomacales excesivos.

Parásitos e infecciones bacterianas

Los parásitos y las infecciones bacterianas (como coccidios, salmonela, E. coli o giardia) pueden desempeñar un papel en el aumento de los ruidos estomacales del perro, al reducir la absorción de nutrientes y/o producir gases por sí solos al colonizar el tracto gastrointestinal.

Gases

El aumento de los ruidos estomacales puede ser simplemente el resultado de un aumento de los gases. Los gases pueden ser normales, ya que se producen cuando las bacterias intestinales procesan alimentos o ingredientes menos digeribles en la dieta del perro.

  • Aunque los carbohidratos son una fuente importante de energía, cuando se descomponen, su fibra se fermenta, produciendo gases.
  • Tragar aire también puede ser una fuente de gases. Un perro puede tragar más aire cuando jadea, aumentando el gas en sus intestinos y, por consiguiente, los ruidos. Si no eructa, el aire se abre camino a lo largo del tracto intestinal y termina en su barriga, generando los borborigmos. No se trata de algo preocupante, ya que en el proceso digestivo es normal que algunos gases viajen a través del tracto intestinal.
  • Algunos perro tienen sensibilidad a ciertos alimentos y cuando se los damos como golosina, aumenta la producción de gases en su tracto intestinal. Es posible que en estos casos oigas ruidos estomacales fuertes, más intensos que los habituales.
  • La leche también puede ser causa de acumulación de gases, porque la lactosa le resulta difícil de digerir.

Mi perro tiene muchos ruidos estomacales. ¿Debería llamar al veterinario?

Aunque los ruidos estomacales en los perros suelen ser normales, a veces pueden indicar un problema digestivo. Si van acompañados de alguno de los síntomas siguientes, es mejor que llames al veterinario:

En todo caso, si oyes una cantidad anormal de ruidos estomacales, vigila de cerca a tu perro, para detectar cualquier signo de dolor abdominal o encorvamiento, y no dudes en llamar inmediatamente a tu veterinario si estos ruidos van acompañados de otros síntomas o, simplemente, te resultan preocupantes.

¿Qué puedo hacer para reducir los ruidos estomacales de mi perro?

Ante todo, no olvides que por lo general los ruidos estomacales son inofensivos y significan que el estómago y los intestinos de tu perro están haciendo su trabajo. En caso de que tu perro no parezca enfermo y tenga buen apetito y deposiciones normales, pero sus ruidos estomacales sean excesivos, hay algunas cosas que puedes hacer para reducirlos:

  • Dale de comer más a menudo en raciones más pequeñas. Esto reducirá el tiempo que el estómago del perro está vacío y, por tanto, los borborigmos serán menos ruidosos. No le des nada por la tarde/noche, ya que esto puede aumentar los ruidos estomacales y, además, si tu perro está recibiendo las cantidades adecuadas de comida, es posible que acabe sufriendo sobrepeso.
  • Asegúrate de que tu perro tiene abundante agua fresca a su disposición. El agua facilita los movimientos peristálticos y es esencial para una evacuación intestinal regular.
  • Si tu perro come demasiado deprisa, tragará más aire y, por tanto, se producirán más gases y ruidos estomacales. En este caso, un comedero lento puede ser de gran ayuda. Estos comederos tienen forma de laberinto, con ranuras donde se sitúan las croquetas, y obligan al perro a comer más despacio, porque tiene que utilizar la lengua para extraer cada trozo de croqueta.
  • Evita que coma en exceso, pues la digestión será más pesada y se producirán más ruidos estomacales (utiliza piensos saciantes para perros).
  • Lleva a tu perro a dar un paseo después de comer. Caminar le ayudará a mejorar la digestión, al acelerar el proceso y reducir el tiempo que la comida permanece en el estómago. Ten en cuenta que cuando hablamos de paseos NO nos referimos a hacer ejercicio intenso, cosa que debes evitar justo después de comer. El ejercicio intenso antes de finalizar la digestión puede hacer que tu perro corra más riesgo de sufrir enfermedades peligrosas, como la torsión y dilatación gástrica.
  • Si tu perro sufre ansiedad, aumentan los jadeos y la deglución de aire, provocando más gases y borborigmos. Considera la posibilidad de darle una golosina que le calme. Intenta también reducir los niveles de estrés de tu perro, ya que ralentizan el proceso de digestión y esto puede aumentar el ruido estomacal.
  • Una regla general cuando te preocupan los ruidos estomacales de tu perro es esperar 24 horas para ver si mejora. Si en este tiempo el perro empeora o aparecen otros síntomas que puedan indicar algún problema gastrointestinal, acude al veterinario. Si estos síntomas aparecen desde el principio, no esperes las 24 horas.
  • Si el perro tiene diarrea sin presencia de sangre, prueba con una dieta blanda, como pollo hervido y arroz cocido. El perro debería mejorar en 24-48 horas. Si no lo hace, empeora, vomita o tiene sangre en las heces, acude al veterinario.

Conclusiones

  • Los ruidos estomacales se denominan borborigmos y son normales en el proceso de digestión de los alimentos
  • La mayoría de las veces no revisten gravedad, pero si van acompañados de otros síntomas, es posible que requieran atención veterinaria
  • Los borborigmos pueden obedecer a causas muy diversas
  • Cuando no revisten gravedad, hay varias cosas que puedes hacer para reducirlos
  • Un paseo relajado puede ayudar a tu perro a reducir los borborigmos, pero el ejercicio intenso después de comer no es recomendable
  • En caso de duda, acude siempre al veterinario

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