El Labrador Retriever es un perro extremadamente simpático. Es inteligente y fácil de adiestrar, aunque su carácter curioso hacen que necesite un dueño activo y experimentado, que sepa proporcionarle el ejercicio físico y la estimulación mental que necesita. De lo contrario, será una relación tumultuosa.
Al ser una raza desarrollada para ayudar a los pescadores recogiendo cuerdas, recuperando peces y arrastrando redes en el Atlántico Norte, se trata de un perro que disfruta mucho del agua.
En definitiva, es un grandullón duro, pero cariñoso y amable, que se lleva bien con todo el mundo, incluidos niños y otros perros. Si te gusta este perro y puedes proporcionarle la vida que necesita, te divertirás mucho con él.
Tabla de contenidos
La historia del Labrador Retriever
El origen de la raza se remonta al siglo XVI, cuando en la isla de Terranova (Canadá) comenzaron a cruzarse pequeños perros de agua con Terranova para obtener una raza que pudiera nadar en las heladas aguas de la zona y recuperar los peces que se soltaban de los anzuelos. Estos perros también tiraban de las redes llenas de peces para subirlas al barco.
black labrador retriever dog
A partir de estos cruces nació el Labrador Retriever, un perro con doble pelaje impermeable y patas palmeadas que le permitían nadar con rapidez y eficacia.
Los perros siguieron viviendo exclusivamente en Terranova hasta principios del siglo XIX, cuando fueron importados a Poole (Inglaterra). El conde de Malmesbury había visto la raza en acción se la llevó para que trabajara como perro cobrador de la caza.
Tanto el conde como el duque de Malmesbury los utilizaban en los deportes de tiro y empezaron a llamarlos sus «perros labradores”, de ahí el nombre de la raza. En 1903, los labradores fueron reconocidos por el Kennel Club inglés. En 1917 también fue reconocida por el American Kennel Club.
La popularidad de la raza empezó a despuntar después de la Segunda Guerra Mundial y actualmente es un perro muy apreciado por la gente.
Destaca como perro policía en la detección de drogas y explosivos, en búsqueda y rescate, en terapia, perro guía y como cobrador de caza.
Características principales del Labrador Retriever
El Labrador Retriever puede medir entre 53 y 62 centímetros (altura a la cruz). Su peso varía entre 25 y 36 kilos y su esperanza de vida es de 10 a 14 años.
Es un perro musculoso y atlético, con una gran energía.
Por lo general se trata de un perro alegre y amable, siempre dispuesto a complacer a su familia.
La raza se originó en la isla de Terranova para ayudar a los pescadores locales en sus labores, por lo que adora el agua.
Sus dedos son palmeados y esto le permite nadar con facilidad.
Su dulce carácter hace que destaque como perro de terapia.
El estándar
de una raza es el conjunto de directrices que describe las características,
temperamento y apariencia de una raza. Los criadores deben seguirlas en todo
momento para evitar condiciones que perjudiquen la salud, bienestar o solidez
de la raza.
Hemos
tomado como referencia el documento del AKC (American Kennel Club) para
recordar algunas de las características principales del Labrador Retriever. Sin
embargo, si necesitas más información puede acudir directamente a esta
referencia.
Consideraciones generales
Aspecto general. Complexión fuerte y tamaño mediano, atlético y bien equilibrado. Pelo corto, denso y resistente a la intemperie, cola de nutria. Cráneo ancho y un stop moderado, mandíbulas y sus ojos «amables», que expresan carácter, inteligencia y buen temperamento. Posee estilo y calidad, sin exceso de refinamiento, y sustancia sin ser pesado o torpe. La estructura y solidez son muy importantes.
Tamaño y proporciones. El tamaño de los machos está entre 57 y 62 centímetros, siendo el de las hembras entre 55 y 60 centímetros. El peso de los machos oscila entre 29,5 y 36 kilos y el de las hembras entre 25 y 32 kilos. Longitud desde la punta del hombro hasta la punta de la grupa es igual o ligeramente mayor que la distancia de la cruz al suelo. El pecho se extiende hasta los codos, pero no es perceptiblemente más profundo. El cuerpo debe ser lo suficientemente largo como para permitir una zancada recta, libre y eficiente, pero el perro nunca debe parecer bajo y largo ni alto y con patas. Bien musculado y sin exceso de grasa.
Temperamento. Amable y extrovertido, fácil de llevar. No es agresivo y le encanta complacer. Alta inteligencia y capacidad de adaptación.
Zona de la cabeza
Cabeza. Cráneo ancho y bien
desarrollado, pero sin exageración. Hocico de aproximadamente la misma
longitud, paralelo al cráneo. Ceja ligeramente pronunciada, sus crestas ayudan
a definir el stop. La cabeza tiene un corte limpio y
Ojos.
Expresión
amable e inteligente. De tamaño medio, bien separados, no son protuberantes ni
profundos. Color marrón en los perros negros y amarillos y marrón o avellana en
los chocolate. Los ojos pequeños, muy juntos o redondos y prominentes no son
típicos de la raza. Los bordes de los ojos son negros en los labradores negros
y amarillos; y marrones en los chocolates. Los bordes de los ojos sin
pigmentación son una descalificación.
Orejas. Cuelgan moderadamente cerca de la cabeza, colocadas bastante atrás y algo bajas en el cráneo. Ligeramente por encima del nivel de los ojos. Las orejas no deben ser grandes y pesadas, sino que deben estar en proporción con el cráneo y deben llegar hasta el interior del ojo cuando se tiran hacia adelante (cuida adecuadamente las orejas de tu perro)
Hocico. Ni largo y estrecho ni corto y rechoncho. Nariz ancha y fosas nasales bien desarrolladas. Nariz negra en los perros negros o amarillos y marrón en los chocolate (recuerda cuidar su nariz con nuestra guía ).
Boca. Los labios no son cuadrados ni colgantes y caen en curva hacia la garganta. Mandíbulas poderosas. Dientes fuertes y regulares, mordida en tijera. Se prefiere la dentición completa. La falta de molares o premolares es una falta grave (elige una pasta de dientes para perros y un cepillo adecuado para el cuidado de su dentadura).
Zona del cuerpo
Cuello. Longitud adecuada para que el
perro pueda recuperar la caza con facilidad. Musculoso, sin garganta. Se eleva
desde los hombros con un arco moderado.
Cuerpo. Espalda fuerte, línea superior
nivelada. Extremidades cortas, con buen resorte de costillas que se estrechan
hacia un pecho moderadamente ancho. Lomo corto, ancho y fuerte.
Cola. La cola es una característica
distintiva de la raza. Debe ser muy gruesa en la base base, afinándose
gradualmente hacia la punta, de longitud media, y no extendiéndose más allá del
corvejón. La cola debe estar libre de plumas y revestida en todo su contorno
con el pelaje corto y denso del Labrador. corto y denso, teniendo así esa
peculiar apariencia redondeada que se denomina «cola de nutria”. No se
enrosca sobre la espalda.
Las patas
Patas
delanteras. Cuartos
delanteros musculosos, hombros largos e inclinados, bien colocados, formando un
ángulo con el brazo superior de aproximadamente 90 grados que permite al perro
mover sus patas delanteras con facilidad. Fuerte alcance hacia adelante.
Longitud del omóplato igual a la del brazo. Patas rectas con hueso fuerte.
Codos cerca de las costillas
Patas
traseras. Cuartos
traseros amplios, musculosos y bien desarrollados desde la desde la cadera hasta
el corvejón, con rodillas bien giradas y corvejones cortos y fuertes. Vistos
desde atrás, los miembros posteriores son rectos y paralelos. Huesos fuertes y
musculosos, angulación moderada en la rodilla. La rodilla es fuerte y no hay
deslizamiento de la rótula durante el movimiento o cuando está de pie. Las
articulaciones de los corvejones son fuertes, bien descendidas y no se deslizan
ni se extienden en exceso durante el movimiento o cuando están de pie.
Pies. Fuertes y compactos, con dedos
bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas.
Marcha
o movimiento. Libre
y sin esfuerzo aparente, codos bien pegados al cuerpo, patas no demasiado juntas,
con todas las partes moviéndose en el mismo plano. Visto desde atrás, las patas
traseras se mueven paralelamente a las delanteras.
El pelo
Pelaje. El pelaje es una característica distintiva del Labrador Retriever. Debe ser corto, recto y muy denso, dando una sensación dura al tacto. Posee una capa inferior suave y resistente a la intemperie, que lo protege del agua, del frío y de la intemperie. Se permite una ligera ondulación en la espalda. Los pelajes lanosos, suaves y sedosos, y los pelos escasos y resbaladizos no son típicos de la raza.
Color. Negro, amarillo y chocolate. Cualquier otro color o la combinación de colores es motivo de descalificación. Se permite una pequeña mancha blanca en el pecho, pero no es deseable. Cuando es negro, es completamente negro, sin marcas atigradas o fuego. El Labrador amarillo puede variar desde el rojo zorro hasta el crema claro, con variaciones en el sombreado de las orejas, espalda y parte inferior del perro. El Labrador chocolate puede variar desde un tono claro a uno oscuro y no puede tener marcas atigradas ni fuego.
Faltas
Cualquier
desviación des standard será considerado como falta y su gravedad dependerá del
grado de desviación y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del
perro. Encontrarás las faltas más graves especificadas en el documento del
estándar del AKC.
¿El Labrador Retriever es un perro inteligente?
Inteligencia funcional (obediencia)
El Labrador Retriever se considera una de las razas con inteligencia funcional y de obediencia más alta. La medida de inteligencia funcional de los perros se basa en la clasificación establecida por el neuropsicólogo Stanley Coren, muy conocido por sus estudios sobre el comportamiento canino y su vínculo con el ser humano.
En esta clasificación, el Labrador Retriever aparece en el puesto 7. Es un perro que necesita menos de 5 repeticiones para aprender un ejercicio. Retiene lo que aprende sin necesidad de practicar repetidamente y responde a la primera el 95% de las veces o más. Su respuesta es rápida, incluso a distancia.
Debes tener en
cuenta que, además de a la inteligencia funcional, que se refiere al
grado de obediencia de perro, hay otros factores a tener en cuenta y que
permiten al Labrador Retriever destacar como perro de trabajo. La
inteligencia es multifuncional y el Labrador Retriever también destaca
ampliamente en otros campos.
Inteligencia
adaptativa e instintiva
Es decir, es
posible que un perro con elevada inteligencia adaptativa (que es la
capacidad del perro para aprender de las situaciones que se le presentan y resolver
problemas por sí mismo) presente una inteligencia funcional baja, porque se
trata de una raza que tiende a tomar sus propias decisiones y no es amigo de
obedecer órdenes.
En cuanto a la inteligencia
instintiva, se refiere a las habilidades especiales para las que ha sido
desarrollada la raza.
En el caso del Labrador Retriever, además de tener una inteligencia funcional considerablemente buena, se trata de un perro que ha sido desarrollado para recuperar peces en el agua y desempeña hábilmente su trabajo. Es un perro muy ágil y nada con rapidez y eficacia. También es capaz de tirar de la red llena de peces para subirla al barco.
Además, es muy observador y puede aprender fácilmente por sí mismo y de las experiencias y errores pasados.
¿Cuáles son los problemas de salud más frecuentes del Labrador Retriever?
El Labrador
Retriever es un perro sano, pero al igual que otras razas, presenta propensión
a sufrir ciertos problemas de salud. Aunque no todos padecerán alguna o todas
estas enfermedades, es importante conocerlas si estás considerando tener uno.
Las más frecuentes son las siguientes:
Displasia
de cadera
Enfermedad
degenerativa en la que el fémur no encaja bien en la cavidad pélvica de la
articulación de la cadera. Puede afectar a ambos lados y sus síntomas no
siempre son apreciables, aunque algunos perros sufren dolor y cojera, que puede
degenerar en artritis con la edad. Es hereditaria, pero puede empeorar a causa
de otros factores, como un crecimiento demasiado rápido del perro o lesiones
producidas por saltos o caídas.
Displasia
de codo
Se
trata de una enfermedad hereditaria común en los perros de raza grande. Se cree
que está causada por los diferentes ritmos de crecimiento de los tres huesos
que componen el codo del perro, lo que provoca laxitud articular. El perro puede
sufrir una dolorosa cojera.
Osteocondrosis
disecante
Crecimiento
inadecuado del cartílago en las articulaciones. Es más frecuente en los codos,
pero también puede darse en los hombros. Provoca una dolorosa rigidez de la
articulación, hasta el punto de que el perro es incapaz de doblar el codo.
Puede detectarse en perros de entre cuatro y nueve meses de edad. La
sobrealimentación con alimentos para cachorros de «fórmula de
crecimiento» o con alimentos ricos en proteínas puede contribuir a su
desarrollo.
Miocardiopatía
Enfermedad
cardíaca degenerativa, que afecta a los músculos y al sistema nervioso del
perro. Es más frecuente en perros de razas grandes y gigantes y los síntomas
pueden observarse a partir de las seis semanas de vida y frecuentemente antes
de los siete meses. El cachorro se muestra cansado, camina con rigidez y puede
desplomarse tras hacer ejercicio. Con el tiempo, los músculos se atrofian y el
perro apenas puede mantenerse en pie o caminar. No hay tratamiento.
Displasia
de la válvula tricúspide
Defecto
cardíaco congénito que consiste en una malformación de la válvula tricúspide en
el lado derecho del corazón. Puede ser leve o grave. Algunos perros viven sin
síntomas, otros mueren. Se detecta mediante ecografía.
Atrofia
Retiniana Progresiva
Trastorno
ocular que se caracteriza por la pérdida de fotorreceptores y acaba causando la
ceguera del perro. Afortunadamente, los perros pueden utilizar sus otros
sentidos para compensar la ceguera, y un perro ciego puede vivir una vida plena
y feliz.
De
hecho, estudios recientes han determinado que se producen conexiones
neurológicas entre la zona del cerebro en la que se reconocen los olores y la
zona en la que se procesa la visión, indicando que ambos sentidos están
conectados de algún modo. Por ello, se cree que los perros utilizan los olores
para saber dónde están las cosas e interpretar su entorno.
Cataratas
Pérdida
de transparencia del cristalino, que presenta un aspecto opaco, con manchas
nebulosas que pueden aumentar con el tiempo. Pueden desarrollarse a cualquier
edad y en algunos casos provocan una pérdida de visión grave. Suelen eliminarse
mediante cirugía, con buenos resultados.
Epilepsia
Convulsiones
que pueden manifestarse con un comportamiento inusual, como correr
frenéticamente como si lo persiguieran, tambalearse o esconderse. Es importante
recordar que las convulsiones pueden ser causadas por muchas otras cosas además
de la epilepsia idiopática, como trastornos metabólicos, enfermedades infecciosas
que afectan al cerebro, tumores, exposición a venenos, lesiones graves en la
cabeza, etc. Por lo tanto, es importante acudir al veterinario si tu perro
sufre convulsiones.
Torsión
y Dilatación gástrica
Enfermedad
muy grave y potencialmente mortal que afecta principalmente a los perros
grandes y de pecho profundo. La hinchazón se produce cuando el estómago se
distiende con gas o aire y luego se retuerce. El perro es incapaz de eructar o
vomitar para deshacerse del exceso de aire en su estómago y se detiene el flujo
de sangre al corazón. La presión sanguínea cae y el perro entra en shock.
Requiere atención veterinaria inmediata.
Dermatitis
húmeda aguda
Afección
cutánea en la que la piel se enrojece e inflama. Está causada por una infección
bacteriana. El tratamiento incluye el recorte del pelo, el baño con champú
medicado y los antibióticos.
Cola
fría
La cola fría afecta a los músculos de la cola y es frecuente en perros de caza y de trabajo. Es dolorosa y cuando la sufre, el perro tiene la cola flácida, con rigidez en su base. Uno de los síntomas más evidentes es que el perro se la muerde de forma compulsiva. No es motivo de alarma y suele desaparecer por sí sola en unos días. Se cree que es un problema con los músculos entre las vértebras de la cola.
Infecciones
de oído
El
Labrador es propenso a las infecciones de oído. Una revisión semanal y una
limpieza si es necesario ayudan a prevenir la infección.
Ejercicio físico y estimulación mental. Necesita mucha actividad física diaria y estimulación mental, de lo contrario, es probable que desarrolle comportamientos destructivos. Necesitan paseos de 30 minutos, juegos y entrenamiento al aire libre.
Entrenamiento. Es una raza inteligente y receptiva a las órdenes. Necesita un dueño que sepa mantener el liderazgo y que sea creativo en el entrenamiento. Las sesiones repetitivas llegan a aburrirle.
Le gusta morder cosas. Como todos los Retriever es un gran masticador, así que debes buscar juguetes resistentes, además de vigilar siempre ue se encuentran en buen estado.
Cuidado con el sobrepeso. Al Labrador Retriever le encanta comer, por lo que deberás dosificar adecuadamente su alimentación y prestar atención al exceso de peso.
Crece rápidamente entre los cuatro y siete meses de edad. Este ritmo de crecimiento es habitual en los perros de raza grande y les hace propensos a sufrir trastornos óseos. Alimente a su cachorro con una dieta de alta calidad y baja en calorías formulada para este tipo de razas.
Cuidado de su pelo. El Labrador Retriever presenta doble manto y muda en abundancia. Es preciso que cepilles su pelo a diario, sobre todo cuando está mudando, para retirar el pelo suelto. No es necesario bañarlo con frecuencia, bastará con hacerlo cada dos meses (a no ser que se ensucie mucho).
Uñas. Si no se desgastan por sí mismas, tendrás que cortar las uñas una o dos veces al mes. Pregunta a tu veterinario cómo hacerlo o pídele que se las corte él. Acostúmbrale desde pequeño, ya que es posible que no se sienta cómodo cuando le tocan las patas.
Higiene dental. Su dentadura suele estar sana, pero es conveniente que le proporciones mordedores adecuados para él, para evitar las infecciones y la acumulación de sarro. Puedes cepillar sus dientes regularmente (elige una pasta de dientes para perros y un cepillo adecuado para el cuidado de su dentadura).
Comprueba el estado de salud de tu Labrador Retriever. Comprueba las patas de tu Labrador Retriever con frecuencia y mira dentro de su boca y orejas. Si observas algún indicio de problema en general, como llagas, sarpullidos, enrojecimiento o sensibilidad de la piel, inflamaciones, problemas en la nariz, boca y ojos, etc., acude a tu veterinario. Los ojos del Labrador Retriever deben estar claros, sin enrojecimientos ni secreciones. Asimismo, los oídos deben oler bien y no presentar demasiada cera o suciedad.
¿Cómo se lleva el Labrador Retriever con los niños y con otros animales?
El Labrador Retriever es un perro muy alegre y adora a los niños. Le encanta el alboroto y el juego intenso y será feliz interactuando con ellos. No obstante, es importante que supervises sus interacciones, ya que se trata de un perro grande y robusto, que podría causar lesiones a los más pequeños.
También
deberías enseñar a los niños cómo tienen que comportarse con los perros.
Explícales que no deben correr ni gritar en presencia del perro, pues este
podría excitarse y perseguirles.
Antes de morder, los perros suelen mostrar su molestia con algún tipo de advertencia, por eso es muy importante que los niños aprendan a interpretar correctamente sus señales. Los niños no deberían acercarse al perro mientras está comiendo o durmiendo y mucho menos quitarle la comida. Sobre todo, si no pertenecen a la familia.
El
Labrador Retriever también
se lleva bien con otros perros y con gatos o animales pequeños, sobre todo si
está bien socializado.
La cría de la raza Labrador Retriever
Si
quieres adoptar un Labrador Retriever
Si has decidido adoptar un Labrador Retriever, estarás dando una nueva
oportunidad a un perro que necesita un hogar y una familia, cuidados y
cariño. Siempre se trata de una buena opción para proporcionar a un perro
abandonado una nueva vida, feliz y con gente que le quiera. No obstante, debes
tener en cuenta las características de la raza y asegurarte de que se trata del
perro adecuado para ti.
Si
quieres comprar un Labrador Retriever
Si quieres comprar uno, te recomendamos no acudir a una tienda de
mascotas y buscar un criador profesional y responsable. Estos criadores
se preocupan por mantener el buen estado de la raza y te
garantizan el perro ha pasado todas las revisiones necesarias, además de estar
en perfectas condiciones sanitarias.
No dudes en informarte acerca del temperamento del perro, su estado de salud y los problemas que puede sufrir. Un criador profesional podrá orientarte y aconsejarte acerca de si se trata del perro adecuado para ti.
Investiga previamente sobre la raza, para tener información
acerca de sus características, revisa las instalaciones del
criador y verifica que los animales no se encuentran en condiciones insalubres
y desconfía de quién no quiera responder a tus preguntas.
Tu veterinario también puede remitirte a un criador de confianza
donde adquirir un cachorro sano.
¿Vas
a dedicarte a la cría del Labrador Retriever?
Si deseas dedicarte a la cría del Labrador Retriever, es recomendable que sigas unas pautas que son generales a la cría de cualquier perro.
Lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con asociaciones dedicadas a esta raza y aprender a realizar una cría responsable, asegurándote de que los perros están libres de defectos congénitos. Esto es muy importante, pues la cría indiscriminada puede ir en detrimento de la raza.
Consulta a los expertos para elegir buenos perros y poder garantizar camadas
sanas, ayudando a mantener las características de la raza y eliminando sus
defectos. También tendrás que asegurarte de que tus compradores serán
propietarios responsables y cuidadosos.
Cómo
son las camadas
La camada media oscila entre 6 y 10 cachorros.
Problemas
en el parto (distocia)
Por lo general no hay problemas en el parto, pero
siempre es recomendable que tu veterinario esté al corriente de la evolución
del embarazo.
Precio
de un cachorro Labrador Retriever
El precio varía dependiendo de su línea de descendencia y de si es macho o
hembra, además de otros factores, como la reputación del criador. Por lo
general, varía entre 700 y 2000€.
Conclusiones
El Labrador Retriever es un perro amable y
simpático con el que te divertirás mucho.
Le encanta nadar, ya que ha sido desarrollado
para ayudar a los pescadores a recuperar peces y redes.
Es un perro muy inteligente y necesita hacer
ejercicio, además de estimulación mental.
Requiere un dueño activo, ya que el Labrador
tiene mucha energía.
Tiene las patas palmeadas, pelo impermeable y le
encanta nadar.
Le gustan mucho los niños y se lleva bien con
todo el mundo.
Si quieres criarlo, ponte en contacto con
adiestradores profesionales para no deteriorar la raza.
