Un día te encuentras a tu perro alicaído y con el abdomen hinchado y duro. Observas que intenta vomitar pero no es capaz de hacerlo. Te preocupas mucho, pues has oído hablar de la torsión/dilatación gástrica y temes que tu perro pueda padecerla.
Efectivamente, la barriga hinchada puede ser un síntoma de un problema muy grave en tu perro. Existen muchas causas para una panza dilatada: podría ser gastritis, peritonitis, gases, parásitos intestinales o torsión/dilatación gástrica, entre otras posibles causas. En el caso de que tu perro tenga la panza hinchada, es recomendable que acudas a tu veterinario para que establezca un diagnóstico adecuado, ya que si sufre torsión/dilatación gástrica y no es tratado inmediatamente, puede llegar incluso a morir.
Tabla de contenidos
Mi perro tiene gases
Si tu perro tiene gases, los expulsará eructando. La causa más común de flatulencia es la ingestión de grandes cantidades de aire al engullir la comida. También producen gases determinados alimentos de fácil fermentación. El exceso de gas se relaciona con la digestión incompleta de los hidratos de carbono.
La presencia de gases en el estómago puede ir acompañada de dilatación abdominal. Si la flatulencia persiste o se acompaña de panza hinchada y molestias abdominales, pérdida de apetito o diarrea, es conveniente que acudas al veterinario.
Además, puedes proporcionar a tu perro una dieta baja en fibra y evitar darle las sobras de comida. Ofrécele la comida en varias tomas pequeñas para evitar que engulla el alimento y trague aire.
Mi perro tiene obstrucción intestinal
Cuando se obstaculiza el paso de contenidos intestinales a través del tracto gastrointestinal, se produce una obstrucción en el intestino. La causa más habitual es la presencia de cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal.
Otra causa frecuente es la que tiene lugar cuando un segmento del intestino se invagina dentro de otro, como un calcetín al que se da la vuelta. Este problema es más común en cachorros y perros jóvenes.
La obstrucción intestinal también puede deberse a tumores, estenosis o hernias.
La obstrucción puede ser parcial o completa. La obstrucción parcial provoca vómitos intermitentes y diarrea, persistiendo los síntomas varias semanas, mientras que la obstrucción completa produce dolor abdominal repentino y vómitos incesantes.
La obstrucción abdominal en la primera parte del intestino delgado puede provocar vómito en proyectil. Las obstrucciones en la última parte del intestino delgado causan distensión abdominal y vómito de color marrón y con olor fecal.
Si la obstrucción es completa, el perro no defecará ni expulsará gas. La obstrucción puede llegar a provocar una estrangulación intestinal, por lo que es conveniente acudir al veterinario con rapidez.
Mi perro tiene torsión/dilatación gástrica o vólvulo gástrico
La torsión/dilatación es una urgencia que puede tener consecuencias letales para tu perro. Llévale al veterinario urgentemente ante la más mínima duda de que pueda sufrirla. El reconocimiento y tratamiento precoces son claves para la supervivencia del perro.
Los términos torsión/dilatación se refieren a dos afecciones diferentes. En la dilatación, el estómago se distiende con gas y líquido. La torsión, también denominada vólvulo, es la situación en la cual el estómago distendido rota sobre su eje longitudinal. Al estar adherido a la pared del estómago, el bazo rota con él.
Si se produce una dilatación gástrica, el estómago puede retorcerse 180º o menos (en cuyo caso hablamos de torsión), o más de 180º (que es el verdadero vólvulo).
Durante el vólvulo, el píloro se desplaza y comprime el duodeno, impidiendo la salida de líquido y aire del estómago. Al mismo tiempo, la unión gastroesofágica sufre una torsión y se obstruye, impidiendo que el perro eructe o vomite. El gas y el líquido quedan atrapados en el estómago, que está prácticamente sellado. Al fermentar, provocan una distensión del estómago.
Esto puede causar muchos problemas, como deshidratación aguda, septicemia bacteriana, arritmias, perforación gástrica, peritonitis o incluso la muerte.
La torsión/dilatación puede producirse en cualquier perro en cualquier momento de su vida, siendo los de raza grande y pecho ancho más propensos a padecerla. Entre las razas grandes de riesgo están el Gran Danés, Pastor Alemán, San Bernardo, Labrador, Setter Irlandés,…
Las razas de tamaño medio más propensas son el Shar Pei y el Basser Hound.
Entre los de raza pequeña es raro que se produzca este problema.
La torsión/dilatación aparece de repente, normalmente en perros activos y sanos.
¿Qué síntomas tiene la torsión/dilatación?
Los síntomas más frecuentes de la torsión/dilatación son inquietud, agitación, salivación, náuseas, intentos improductivos de vomitar y distensión del abdomen. Si presionamos la barriga del perro, es posible que gima.
Sin embargo, no siempre se presentan estos síntomas. Por ejemplo, el abdomen puede no aparecer distendido, si bien se presentará tenso al tacto. Tu perro puede estar aletargado y parecer incómodo pero no extremadamente ansioso.
Las señales tardías (cuando el shock es inminente) son palidez en la lengua y encías, ritmo cardíaco acelerado, pulso débil, respiración rápida y fatigosa, debilidad y colapso.
Si tu perro es capaz de vomitar, es muy posible que no padezca vólvulo, pero es recomendable acudir inmediatamente al veterinario ante la mínima sospecha de torsión/dilatación, ya que sólo podrás asegurarte mediente un diagnóstico adecuado y esperar puede ser fatal para el perro.
¿Cuál es el tratamiento de la torsión/dilatación?
La dilatación gástrica que no presenta complicaciones se elimina introduciendo un tubo hasta el estómago. Además, es la forma más rápida de confirmar la torsión/dilatación. Una vez que el tubo entra en el estómago del perro, saldrá una tromba de aire y líquido que le producirá un alivio inmediato. A continuación, hay que hacer un lavado gástrico. El perro no comerá ni beberá durante las 36 horas siguientes.
Conseguir introducir la sonda no siempre descarta el vólvulo. La mejor manera de confirmarlo es realizar una radiografía.
En el caso de que tu perro caiga en estado de shock, requerirá un tratamiento de urgencia, que puede implicar una cirugía en cuanto el perro pueda tolerar la anestesia. Con este procedimiento, se intentará recolocar el estómago y el bazo, o extirpar el bazo y parte del estómago si han sufrido necrosis.
¿Cómo puedo prevenir la torsión/dilatación?
- Divide su ración de comida en tres tomas iguales
- Evita que beba una hora antes y después de las comidas
- No permitas que beba grandes cantidades de agua de una vez
- Evita que realice mucho ejercicio con el estómago lleno
- Ante los primeros síntomas, acude inmediatamente al veterinario
- No olvides que este problema puede repetirse. Ante cualquier síntoma, actúa rápidamente
Conclusiones
- La barriga hinchada puede ser síntoma de un problema grave. Acude al veterinario
- Si tu perro tiene la barriga hinchada, puede tener gases
- También puede sufrir obstrucción intestinal. Acude al veterinario
- Si tu perro tiene la panza hinchada, podría sufrir torsión/dilatación gástrica. Se trata de un problema muy grave que requiere atención veterinaria urgente.
- Las razas grandes son más propensas a padecer torsión/dilatación gástrica
- La torsión/dilatación gástrica puede provocar deshidratación aguda, septicemia bacteriana, arritmias, perforación gástrica, peritonitis o incluso la muerte
- Ante cualquier síntoma de torsión/dilatación gástrica, acude al veterinario.
- No siempre se presentan los síntomas habituales, así que acude al veterinario ante cualquier señal que pueda indicar la existencia de torsión/dilatación gástrica
- Aunque tu perro sea capaz de vomitar, llévalo al veterinario.
- El tratamiento consiste en introducir un tubo en el estómago y a continuación realizar un lavado gástrico
- Para descartar o confirmar la presencia de vólvulo, el veterinario realizará una radiografía
- En caso de vólvulo, habrá que realizar una cirugía, para recolocar el bazo y el estómago o proceder a la extirpación en caso de necrosis
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