Conocido también como Pequeño Lebrel Italiano, es una raza de perros de pequeño tamaño, que fue muy popular entre las mujeres de la nobleza italiana durante la Edad Media. Sin embargo, no se trata de un perro faldero, ya que conserva las características propias de los galgos y es un perro veloz, resistente y determinado, muy eficiente en la caza menor.
Es también un perro muy sensible y le gusta estar en compañía de los suyos. No soporta demasiado bien la soledad. Le encanta el calor y te lo encontrarás tumbado al sol o acurrucado en la cama o un sofá, bajo las mantas. De hecho, has de tener cuidado y mirar antes de sentarte.
En otros momentos, saldrá disparado por la casa y el patio, en una explosión energética que le lleva a correr a gran velocidad, rebotando contra paredes y muebles. Podrás pasártelo muy bien con este perro, siempre que estés dispuesto a prestarle atención y dispongas de paciencia para adiestrarlo.
Tabla de contenidos
La historia del Galgo Italiano
Se cree que desciende del chacal africano y en las tumbas de los faraones se han encontrado restos momificados de perros similares al galgo italiano. Además, han aparecido esqueletos de galgos de pequeño tamaño en algunas excavaciones arqueológicas y su imagen aparece en diversas obras de arte y tallas. En Pompeya aparecieron también los restos de un pequeño sabueso y Cleopatra regaló a Julio César cachorros que podrína ser ascendientes del galgo italiano actual.
La raza apareció en Europa durante la Edad Media y ganó popularidad entre la aristocracia italiana. En el siglo XVII llegó a Inglaterra, donde también encontró un lugar destacado entre los perros de la nobleza y la realeza.
Durante el siglo XIX se intentó miniaturizar a este perro, cruzándolo con razas toy. Esto conlleva un importante debilitamiento de su genética. En 1900 se fundó el Club del Galgo Italiano, que se dedicó a recuperar su forma original.
El American Kennel Club realizó el primer registro de un galgo italiano en 1886 y es posible que la raza se haya salvado de la extinción al entrar en los Estados Unidos, porque su población disminuyó drásticamente en Europa durante la I y II Guerra Mundial, ya que mantenerlos se convirtió en un lujo inasequible para la mayoría de la gente. En la actualidad, el galgo italiano está disfrutando de un segundo renacimiento.
Características principales del Galgo Italiano
El Galgo Italiano puede medir entre 33 y 38 centímetros (altura a la cruz). Su peso varía entre 3 y 7 kilos y su esperanza de vida es de 14 a 15 años.
Se trata de un perro esbelto y elegante, atlético y con una gran agilidad.
Conserva el instinto de presa, por lo que puede salir corriendo si algo llama su atención.
Necesita hacer ejercicio físico y es un buen compañero para salir a hacer jogging o a correr.
Es amable y cariñoso con su familia, pero tímido con los extraños.
Le gusta la compañía y exigirá tu atención si cree que le estás ignorando.
Si no recibe atención, puede desarrollar ansiedad por separación, volviéndose excesivamente tímidos o hiperactivos.
No es fácil educar a un Galgo Italiano para que haga sus necesidades fuera de casa, por lo que puedes tener alguna sorpresa de vez en cuando. Si te da señales de que necesita salir, hazle caso, porque no aguantará mucho tiempo.
Aunque su carácter es manso, posee un ladrido muy profundo, que te avisará si un extraño se acerca.
Es inteligente, pero su capacidad de atención es limitada. Se trata de una raza desarrollada para pensar por sí misma y no te obedecerá si no saca algún beneficio de ello.
Le gustan los lugares altos y es frecuente verlos encaramados en las sillas y muebles. Las fracturas son frecuentes en los cachorros de esta raza, sobre todo del radio y el cúbito, porque no tienen miedo a saltar desde esas alturas. (Las rampas son una buena solución para que bajen de los sitios altos sin necesidad de poner más presión de la necesaria sobre sus huesos y articulaciones.)
El estándar
de una raza es el conjunto de directrices que describe las características,
temperamento y apariencia de una raza. Los criadores deben seguirlas en todo
momento para evitar condiciones que perjudiquen la salud, bienestar o solidez
de la raza.
Hemos
tomado como referencia el documento de la American Kennel Club (AKC) para
recordar algunas de las características principales del Galgo Italiano. Sin
embargo, si necesitas más información puede acudir directamente a esta
referencia.
Aspecto general. El galgo italiano es muy parecido a otros galgos, pero de pequeño tamaño y más esbelto en sus proporciones, con una elegancia y gracia características.
Tamaño y proporciones. Altura a la cruz, idealmente entre 33 y 38 centímetros.
Cabeza. Estrecha y larga, afinándose hasta la punta de la nariz, con un stop muy ligero. El cráneo es más bien largo, casi plano.
Ojos. Tamaño medio. Oscuros y brillantes. Los ojos claros son una falta. Mirada inteligente.
Orejas. Pequeñas y finas, echadas hacia atrás y plegadas, excepto cuando están alerta. En este caso, las llevan dobladas en ángulo recto con la cabeza. Las orejas erguidas o en forma de botón están severamente penalizadas.
Hocico. Largo y fino. Nariz oscura, negra o marrón, en consonancia con el color del perro. Una nariz clara o parcialmente pigmentada es una falta.
Boca. Una boca demasiado grande o demasiado pequeña es una falta. Mordida en tijera.
Cuello. Largo, delgado y graciosamente arqueado.
Cuerpo. Corto, longitud media. Alto en la cruz. Espalda curvada y caída en la zona trasera. El punto más alto de la curva se encuentra en el inicio del lomo, con un claro recogimiento en los flancos. Hombros largos e inclinados. Pecho estrecho y profundo.
Patas delanteras. Largas y rectas, bien colocadas debajo de los hombros. Cuartillas fuertes, hueso fino.
Patas traseras. Muslos largos y bien musculados. Miembros posteriores paralelos cuando se miran desde atrás. Corvejones bien descendidos, rodilla bien doblada.
Pies. Pies de liebre, con dedos bien arqueados. La eliminación de los espolones es opcional.
Cola. Inserción baja. Llevada baja. Esbelta y afilada, con extremo curvo. Suficientemente larga para llegar al corvejón. La cola anillada es una falta grave. La cola alegre es una falta.
Marcha o movimiento. Paso alto y libre. Patas delanteras y traseras se mueven hacia adelante en una línea recta.
Pelaje. Piel fina y flexible. Pelo corto, brillante como el satén y suave al tacto.
Color. Se aceptan todos los colores y marcas, excepto las marcas atigradas y el color fuego.
Descalificaciones. Perro con manchas atigradas. Perro con las marcas color fuego que normalmente se encuentran en perros negros y fuego de otras razas.
¿El Galgo Italiano es un perro inteligente?
Inteligencia
funcional (obediencia)
El
galgo se corresponde con una inteligencia funcional y de obediencia media.
La medida de inteligencia funcional de los perros se basa en la clasificación
establecida por el neuropsicólogo Stanley Coren, muy conocido por sus
estudios sobre el comportamiento canino y su vínculo con el ser humano.
Por
lo general, necesita entre 25 y 40 repeticiones para comprender bien los
ejercicios. Las prácticas adicionales le ayudarán a memorizarlos. Si no se
repite el entrenamiento con frecuencia, tiende a dejar de obedecer.
Responde a la primera el 50% de las veces y la efectividad depende mucho de las horas de práctica y repetición. La rapidez de respuesta es lenta y se reduce cuando el perro se encuentra a cierta distancia. Necesita un adiestrador experto y con experiencia.
Debes tener en
cuenta que esto se refiere únicamente a la inteligencia funcional, que
se refiere al grado de obediencia de perro. En esta inteligencia influyen tanto
la capacidad de aprendizaje como su disposición para acatar las órdenes.
Pero la
inteligencia es multifuncional y el Galgo Italiano también destaca
ampliamente en otros campos.
Inteligencia
adaptativa e instintiva
Es posible que un perro con elevada inteligencia adaptativa (que es la capacidad del perro para aprender de las situaciones que se le presentan y resolver problemas por sí mismo) presente una inteligencia funcional baja, porque se trata de una raza que tiende a tomar sus propias decisiones y no es amigo de obedecer órdenes. La inteligencia instintiva se refiere a las habilidades especiales para las que ha sido desarrollada la raza.
En este sentido, el Galgo Italiano es un perro con un fuerte instinto de presa, criado como perro de compañía pero también para la caza menor. Este perro, en lugar del olfato, utiliza el sentido de la vista para cazar.
Cuando no obedece es porque no encuentra una razón para hacerlo. Tiende a tomar decisiones por su cuenta, pero es un perro afable y forma vínculos muy fuertes con su dueño, mostrando un gran apego a su familia.
¿Cuáles son los problemas de salud más frecuentes en el Galgo
Italiano?
El Galgo
Italiano es un perro sano, pero al igual que otras razas, presenta propensión a
sufrir algunos problemas de salud. Aunque no todos padecerán alguna o todas
estas enfermedades, es importante conocerlas si estás considerando tener uno.
Las más frecuentes son las siguientes:
Cataratas
El cristalino del ojo se vuelve opaco, con las consiguientes dificultades de visión. El ojo u ojos del perro presentan un aspecto nebuloso. Suelen aparecer a una edad avanzada y requieren intervención quirúrgica.
Degeneración
del vítreo
El vítreo es una sustancia gelatinosa y transparente, que forma parte de la estructura del ojo. Si se enturbia, se licúa o se desplaza de su posición, la visión del perro puede deteriorarse o perderse. Se cree que se trata de una enfermedad hereditaria, pero no se conoce el modo de transmisión.
La degeneración del vítreo se asocia a otros problemas oculares, como las cataratas, la luxación del cristalino, el glaucoma o el desprendimiento de retina.
Atrofia retiniana progresiva
Trastorno ocular degenerativo que consiste en la pérdida de fotorreceptores, causando una pérdida de visión progresiva que termina en ceguera. No tiene cura, pero el perro aprenderá a utilizar sus otros sentidos. Procura no cambiar los muebles de sitio en tu casa para facilitarle la vida, que será plena y feliz.
Enfermedad
de Von Willebrand
Trastorno sanguíneo que afecta a la coagulación, debido a la reducción del factor von Willebrand en la sangre. El perro sufre hemorragias nasales, sangrado de las encías o hemorragias prolongadas tras una intervención quirúrgica, durante el celo o después del parto. También puede aparecer sangre en las heces.
No tiene cura, pero puede controlarse evitando algunos medicamentos y con tratamientos que incluyen la cauterización y sutura de las lesiones, entre otros.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo se debe a un nivel anormalmente bajo de la hormona producida por la glándula tiroides. Los síntomas más frecuentes son obesidad, torpeza mental, letargo, caída de los párpados, ciclos de celo irregulares y apatía. También puede derivar en infertilidad. El pelo del perro se vuelve áspero y quebradizo y empieza a caerse, mientras que la piel se vuelve dura y oscura.
Aunque no tiene cura, se controla mediante la administración de medicación diaria durante toda la vida del perro. Con el tratamiento, será un perro feliz y saludable.
Enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Se trata de una afección muy frecuente en las razas pequeñas, que consiste en la deformación de la bola de la articulación de la cadera. De hecho, en algunas ocasiones se confunde con la displasia de cadera. Provoca desgaste y artritis.
Requiere intervención quirúrgica y terapia de rehabilitación posterior, con buen pronóstico.
Luxación rotuliana
Es un problema común en las razas de perros de pequeño tamaño. La rótula consta de tres partes: el fémur (hueso del muslo), la rótula (tapa de la rodilla) y la tibia (hueso de la pantorrilla). Cuando estos tres huesos no están bien alineados, se produce una luxación (desplazamiento del lugar habitual), que se manifiesta en cojera o marcha anormal en el perro. Puede derivar en artritis.
Existen cuatro grados de luxación rotuliana, que van desde el grado I, una luxación ocasional que causa cojera temporal en la articulación, hasta el grado IV, en el que el giro de la tibia es grave y la rótula no puede realinearse manualmente. Esto da al perro un aspecto de piernas arqueadas. Los grados graves de luxación rotuliana pueden requerir intervención quirúrgica.
Displasia
de cadera
Enfermedad degenerativa en la que el fémur no encaja bien en la cavidad pélvica de la articulación de la cadera. Puede afectar a ambos lados y sus síntomas no siempre son apreciables, aunque algunos perros sufren dolor y cojera, que puede degenerar en artritis con la edad.
La displasia de cadera es hereditaria, pero puede empeorar a causa de otros factores, como un crecimiento demasiado rápido del perro o lesiones producidas por saltos o caídas.
Alergias
Las alergias son una dolencia común en los perros y el galgo italiano es especialmente propenso a ellas. Hay distintos tipos de alergia: a determinados alimentos, de contacto (reacción a algo que toca) o inhalantes (producidas por alérgenos transportados por el aire). Se tratan identificando y eliminando la causa de la alergia.
Epilepsia
El galgo italiano puede sufrir epilepsia, un trastorno generalmente hereditario que provoca convulsiones en el perro. La epilepsia no tiene cura, pero puede tratarse con medicamentos y el perro gozará de una vida plena y saludable.
Criptorquidia
La criptorquidia es una condición frecuente en los perros pequeños, en la que uno o ambos testículos del perro no descienden. Los testículos deberían descender completamente cuando el cachorro tiene dos meses de edad. Si se retiene un testículo, normalmente no es funcional y puede volverse canceroso si no se extirpa.
El tratamiento que se sugiere es castrar al perro. Cuando se realiza la castración, se hace una pequeña incisión para extirpar el testículo o testículos no descendidos. El testículo normal, si lo hay, se extirpa de la forma habitual.
Derivación portosistémica
Se trata de un flujo anormal de sangre a través del hígado. Esto puede conducir a graves problemas, porque el hígado es responsable de limpiar el cuerpo, metabolizar los nutrientes y eliminar las sustancias tóxicas.
Los síntomas pueden incluir, entre otros, anomalías neuroconductuales, falta de apetito, hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre), problemas gastrointestinales intermitentes, problemas del tracto urinario, intolerancia a los medicamentos y retraso en el crecimiento. La cirugía correctiva puede ser útil para el tratamiento a largo plazo, al igual que una dieta especial.
¿Mi Galgo Italiano necesita cuidados especiales?
Ejercicio físico y estimulación mental. El galgo italiano tiene mucha energía, sobre todo cuando es un cachorro o un perro joven. Necesita al menos un paseo diario y oportunidades para correr y hacer ejercicio físico. Si te gusta el jogging, será un gran compañero para ti.
Sácalo con correa. Esta raza conserva un fuerte instinto de presa, por lo que saldrá corriendo detrás de cualquier pequeño animal o cosa que le llame la atención. Es un perro muy rápido, así que no es probable que le alcances, por ello hay que sacarlo siempre con correa.
Es un gran saltador. Las vallas no son un obstáculo insalvable para el galgo italiano, así que si tienes un jardín vallado, sácalo y permítele correr, pero siempre bajo vigilancia. Las vallas electrónicas tampoco le disuadirán de salir tras una presa potencial.
No es una raza de exterior. El galgo italiano no soporta el frío ni la humedad y además, necesita la compañía de su familia. Si va a estar solo muchas horas, tal vez no sea la raza más adecuada para ti.
Entrenamiento. Es una raza inteligente y receptiva a las órdenes, pero necesita saber que hay una razón tras la orden. Se aburre con facilidad y no mantiene la atención durante mucho tiempo, por lo que es conveniente realizar sesiones variadas y creativas.
Necesidades en casa. Al igual que otras razas pequeñas, no resulta sencillo entrenarlo para que haga sus necesidades fuera. Tendrás que emplear mucha paciencia y constancia y aún así, es probable que nunca tengas un éxito total.
Alimentación. Alimenta a tu Galgo Italiano con comida de alta calidad adecuada a sus características. Evita el sobrepeso, ya que ocasionará problemas de salud a tu perro.
Cuidado de su pelo. Su pelo es corto, no se desprende mucho y es fácil de cuidar, pero se trata de un perro que no soporta el frío ni la humedad. Tendrás que tener cuidado con el sol, porque le encanta tumbarse bajo sus rayos y puede desarrollar cáncer de piel.
Uñas. Si no se desgastan por sí mismas, tendrás que cortárselas una o dos veces al mes. Pregunta a tu veterinario cómo hacerlo o pídele que se las corte él. Acostúmbrale desde pequeño, ya que es posible que no se sienta cómodo cuando le tocan las patas.
Higiene dental. Cepilla sus dientes al menos dos o tres veces por semana, para evitar la acumulación de sarro y las infecciones.
Comprueba el estado de salud de tu Galgo Italiano. Comprueba las patas de tu Galgo Italiano con frecuencia y mira dentro de su boca y orejas. Si observas algún indicio de problema en general, como llagas, sarpullidos, enrojecimiento o sensibilidad de la piel, inflamaciones, problemas en la nariz, boca y ojos, etc., acude a tu veterinario. Los ojos del Galgo Italiano deben estar claros, sin enrojecimientos ni secreciones. Asimismo, los oídos deben oler bien y no presentar demasiada cera o suciedad.
¿Cómo se lleva el Galgo Italiano con los niños y con otros
animales?
El Galgo Italiano se lleva bien con los niños, pero es un perro pequeño y delicado, así que es importante que supervises sus interacciones y enseñes a los niños cómo tienen que comportarse con él (y con otros perros). Explícales que no se trata de un juguete, es un ser vivo al que deben tratar con cariño y respeto. Asimismo, tienen que aprender a no correr ni gritar en presencia del perro, pues este podría excitarse y perseguirles.
Antes
de morder, los
perros suelen mostrar su molestia con algún tipo de advertencia, por eso es muy
importante que los niños aprendan a interpretar correctamente sus señales. Los
niños no deberían acercarse al perro mientras está comiendo o durmiendo y mucho
menos quitarle la comida. Sobre todo, si no pertenecen a la familia.
Con otros animales, suele llevarse bien. Sin embargo, el Galgo Italiano tiene un alto instinto de presa, que puede llevarlo a atacar a otros animales, como gatos o conejos. Aunque puedes enseñarle a tolerarlos por medio de la socialización, es mejor que supervises las interacciones y separes a estos animales cuando tengas que salir. Con perros grandes también has de tener cuidado, pues los juegos pueden ser intensos y el galgo italiano podría salir herido accidentalmente.
La cría de la raza Galgo Italiano
Si quieres adoptar un Galgo Italiano
Si has decidido adoptar un Galgo Italiano, estarás dando una nueva oportunidad a un perro que necesita un hogar y una familia, cuidados y cariño. Siempre se trata de una buena opción para proporcionar a un perro abandonado una nueva vida, feliz y con gente que le quiera. No obstante, debes tener en cuenta las características de la raza y asegurarte de que se trata del perro adecuado para ti.
Si quieres comprar un Galgo Italiano
Si quieres comprar uno, te recomendamos no acudir a una tienda de
mascotas y buscar un criador profesional y responsable. Estos
criadores se preocupan por mantener el buen estado de la raza
y te garantizan el perro ha pasado todas las revisiones necesarias, además de
estar en perfectas condiciones sanitarias.
No dudes en informarte acerca del temperamento del perro, su estado de salud y los problemas que puede sufrir. Un criador profesional podrá orientarte y aconsejarte acerca de si se trata del perro adecuado para ti.
Investiga previamente sobre la raza, para tener información
acerca de sus características, revisa las instalaciones del
criador y verifica que los animales no se encuentran en condiciones insalubres
y desconfía de quién no quiera responder a tus preguntas.
Tu veterinario también puede remitirte a un criador de confianza
donde adquirir un cachorro sano.
¿Vas a dedicarte a la cría del Galgo
Italiano?
Si deseas dedicarte a la cría del Galgo Italiano, es
recomendable que sigas unas pautas que son generales a la cría de cualquier
perro. Lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con
asociaciones dedicadas a esta raza y aprender a realizar una cría
responsable, asegurándote de que los perros están libres de defectos
congénitos.
Consulta a los expertos para elegir buenos perros y poder garantizar camadas sanas, ayudando a mantener las características de la raza y eliminando sus defectos. También tendrás que asegurarte de que tus compradores serán propietarios responsables y cuidadosos.
El galgo italiano es una raza muy sensible, que necesita ser socializada en familia, incluso durante la cría.
Cómo son las camadas
La camada media oscila entre 2 y 3 cachorros. Suelen nacer
en invierno, debido al instinto natural de la raza.
Cuidados de la hembra durante el embarazo
La hembra duplicará la cantidad de calorías que necesita consumir durante la gestación. Tras el parto, mientras se mantenga la lactancia, es importante que no realice movimientos bruscos ni coma en exceso.
Precio de un cachorro Galgo Italiano
El precio varía en función de sus características, pero suele oscilar entre
800 y 1600€.
Conclusiones
El Galgo Italiano es un perro muy sensible, que
tan pronto puede estar tumbado en el sofá como en medio de un estallido de
energía que le lleva a correr desenfrenadamente.
Le encanta el sol y no soporta el frío ni la
humedad
Se trata de una raza muy antigua, popular entre
las mujeres de la nobleza italiana.
Tiene un fuerte instinto de presa y es un perro
muy rápido.
Le gusta la compañía de su familia y puede
desarrollar ansiedad por separación
Le gustan los lugares altos
Es un perro hipoalergénico
Es inteligente, pero difícil de adiestrar, ya que
tiende a hacer las cosas por su cuenta
Se lleva bien con los niños y otros animales,
aunque puede cazar a los pequeños
