Torsión y dilatación gástrica en los perros: causa, tratamiento y cura

Si te encuentras a tu perro alicaído, tiene la barriga hinchada e intenta vomitar, pero no puede, es importante que acudas rápidamente al veterinario.

La distensión abdominal puede ser un síntoma de un problema grave para tu perro, incluso mortal.

Por ello, si tu perro tiene la barriga hinchada y dura, es un motivo suficiente para considerarlo una emergencia y buscar supervisión veterinaria urgente. De esta manera, obtendrás un diagnóstico correcto y podrás proporcionar a tu perro la mejor atención y cuidados posibles.

¿Qué es la torsión (o vólvulo) y dilatación gástrica?

La torsión y dilatación gástrica, conocido a menudo por sus siglas TDG o GDV (de su nombre en inglés), es un trastorno potencialmente mortal, que se observa con mayor frecuencia en perros grandes y de pecho profundo, aunque cualquier perro puede verse afectado. Si crees que tu perro puede sufrirla, debes considerarla una urgencia y llamar inmediatamente a tu veterinario. El reconocimiento y tratamiento precoces son claves para su supervivencia.

Realmente, los términos torsión (o vólvulo) y dilatación se refieren a dos afecciones diferentes:

  • En la dilatación, el estómago del perro se distiende, al llenarse de gas. Es posible que el problema de tu perro se reduzca a esto, pero en algunas ocasiones progresa hacia un vólvulo.
  • El vólvulo o torsión es el proceso en el cual el estómago distendido rota sobre su eje longitudinal. Es decir, se retuerce sobre sí mismo. De esta manera, tanto la entrada como la salida del estómago quedan bloqueadas. Al estar adherido a la pared del estómago, el bazo rota con él.

La dilatación gástrica no siempre se complica con un vólvulo, pero si lo hace, la situación de tu perro puede ser crítica. Si el estómago se retuerce 180º o menos, hablamos de torsión. Si la rotación es de 180º-360º o más, se trata de un auténtico vólvulo.

Durante el vólvulo, el píloro se desplaza y comprime el duodeno, impidiendo la salida de líquido y aire del estómago.

Al mismo tiempo, la unión gastroesofágica sufre una torsión y se obstruye, impidiendo que el perro eructe o vomite.

La torsión/dilatación aparece de repente, normalmente en perros activos y sanos. Se trata de una emergencia que requiere una intervención quirúrgica urgente.

El gas se queda atrapado en el estómago, que está prácticamente sellado. El contenido del estómago fermenta, provocando una distensión abdominal aún mayor.

Al interferir con la circulación sanguínea, puede producirse la necrosis de la pared estomacal.

Esto puede causar muchos problemas, como deshidratación aguda, septicemia bacteriana, arritmias, perforación gástrica, peritonitis o incluso la muerte.

¿Todos los perros pueden sufrir un trastorno de torsión/dilatación?

La torsión/dilatación puede producirse en cualquier perro en cualquier momento de su vida, siendo los de raza grande y pecho ancho más propensos a padecerla.

Entre las razas de mayor riesgo están:

Entre los perros de raza pequeña es raro que se produzca este problema. Las tres razas que más parecen sufrirlo son el Gran Danés, el San Bernardo y el Weimaraner.

Pero incluso los perros que no están en esta lista podrían sufrirla.

Factores que aumentan el riesgo de sufrir una torsión dilatación

  • Se desconoce la causa exacta de la GDV, por eso se habla de síndrome o trastorno.
  • Los antecedentes familiares de distensión abdominal parecen aumentar el riesgo de sufrirla.
  • El ejercicio físico después de la ingestión de grandes comidas o grandes cantidades de agua puede aumentar el riesgo de sufrirla.
  • De hecho, la afección se produce con más frecuencia entre 2 y 3 horas después de haber ingerido una comida abundante (aunque esto no quiere decir que no pueda suceder en cualquier otro momento).
  • Si el perro come con demasiada rapidez, el riesgo de torsión aumenta. Es recomendable que sirvas la comida en pequeñas raciones, varias veces al día. Un bol diseñado para que el perro tenga que comer despacio también puede ser de gran ayuda.
  • Es posible que el estrés contribuya a la GDV.
  • Algunos estudios sugieren que la ansiedad puede ser otro factor que contribuya a su desarrollo, al constatar que los perros relajados y tranquilos parecían sufrirla menos que los descritos como hiperactivos o miedosos.
  • Las enfermedades que disminuyen el movimiento intestinal también pueden provocar la torsión/dilatación.
  • Los perros delgados o con poco peso tienen más probabilidades de sufrir torsión/dilatación
  • Los perros machos son más propensos que las hembras.
  • Los perros entre 7 y 12 años presentan una mayor probabilidad de sufrir torsión/dilatación.

¿Es grave la torsión/dilatación canina?

Sí, es extremadamente grave. La tasa de mortalidad es alta y puede producirse en cuestión de horas, por lo que si crees que tu perro puede sufrirla, debes considerarlo como una urgencia, ya que se trata de una de las afecciones no traumáticas más graves que podría sufrir.

Para salvar la vida del perro, es preciso que disponga de atención veterinaria inmediata (de unos minutos a unas horas).

La razón de la gravedad es que el estómago lleno de gas del perro presiona las venas del abdomen, que llevan la sangre al corazón. Por ello, afecta a la circulación de la sangre por todo el cuerpo. Los tejidos vitales se ven privados de sangre y oxígeno, lo que provoca un shock sistémico.

Además, la presión del gas en la pared del estómago provoca una circulación inadecuada en la pared, lo que causa la muerte del tejido dentro del estómago (necrosis). La digestión cesa y las toxinas comienzan a acumularse en la sangre, empeorando el shock. Si el estómago sigue hinchándose, la pared del estómago puede romperse.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes en una torsión/dilatación canina?

Aunque la distensión abdominal (sin torsión) y la GDV tienen algunos síntomas comunes, es importante que aprendas a diferenciarlas.

No obstante, ante la más mínima duda, llama a tu veterinario y acude inmediatamente a su consulta, ya que no podrás determinarlo mediante una simple exploración y la muerte del perro puede producirse en muy poco tiempo.

Distensión abdominal

Torsión/dilatación

  • El estómago lleno de gas empuja la caja torácica posterior, de modo que el perro parece hinchado o «distendido». Esto es más evidente en el lado izquierdo.
  • Si golpeas suavemente la hinchazón justo detrás de la última costilla, suelen producirse sonidos huecos, como de tambor.
  • En algunas ocasiones, el abdomen no aparece distendido, pero se siente tenso al tacto. Es posible que el perro gima al presionar su abdomen, pues es muy doloroso.
  • El estómago agrandado presiona el diafragma y la respiración se vuelve dificultosa.
  • El estómago hinchado presiona los vasos sanguíneos más grandes del abdomen y la circulación se ve seriamente comprometida, lo que provoca un shock sistémico.
  • Finalmente, el perro se desploma y el abdomen distendido se hace evidente cuando el perro se tumba de lado.
  • Sus síntomas más característicos son: distensión del abdomen, inquietud, náuseas, intentos improductivos de vomitar y salivación.

¿Qué puedo hacer para prevenir la torsión/dilatación?

La gastropexia (fijación quirúrgica del estómago a la pared del cuerpo) es el medio más eficaz para prevenir la torsión/dilatación.

En las razas de alto riesgo, algunos veterinarios recomiendan realizar una gastropexia profiláctica (preventiva).Aunque esto no previene la dilatación (hinchazón), sí evita la torsión (vólvulo) en la mayoría de los casos.

Sin la gastropexia, la tasa de recurrencia de la torsión se sitúa en el 75%.

Además, hay otras cosas que puedes hacer para prevenir este problema y que seguramente tu veterinario te recomendará:

  • Alimenta a tu perro con dos o más comidas al día.
  • Utiliza cuencos diseñados para ralentizar la ingestión de comida (con diseños a modo de laberinto, que dificultan el acceso de tu perro a las croquetas)
  • Permite que descanse después. Evita el ejercicio físico con el estómago lleno.
  • Añade comida enlatada a la dieta de tu perro.
  • Procura que tu perro esté relajado. Evita las situaciones que le generan ansiedad.

Tratamiento de la torsión/dilatación en los perros

Ante la menor sospecha de torsión dilatación, es importante acudir inmediatamente al veterinario. Ten en cuenta que mediante la exploración física no es posible distinguir entre una simple dilatación gástrica y una torsión/dilatación.

Es necesario realizar radiografías y otras pruebas de diagnóstico para determinar si el estómago se ha retorcido.

En caso de que se observe que el perro sufre este trastorno, el tratamiento incluye la descompresión del estómago para eliminar el exceso de gas. Es importante controlar el shock y estabilizar el ritmo cardíaco. Si el perro tiene vólvulo, se requiere cirugía.

En todo caso, trata de una emergencia que requiere intervención inmediata. Es imprescindible reducir la presión sobre la pared del estómago y los órganos internos lo antes posible.

Para ello, el veterinario puede intentar pasar una sonda gástrica. Si la torsión del estómago lo impide, se puede insertar una aguja de gran calibre o un catéter a través de la piel del estómago.

El tratamiento de choque debe comenzar inmediatamente, utilizando líquidos intravenosos y medicamentos de emergencia.

Una vez que el paciente se estabilice, el perro podrá ser anestesiado para realizar la cirugía abdominal.

¿Cómo se realiza la cirugía?

  • Los objetivos principales de la cirugía son devolver el estómago a su posición normal, eliminar cualquier tejido estomacal muerto o moribundo y ayudar a prevenir futuras torsiones/dilataciones.
  • Pueden utilizarse varias técnicas diferentes, como la gastropexia (sutura de la pared del estómago a la pared abdominal) y la piloroplastia (apertura quirúrgica del píloro para mejorar la salida del estómago).
  • Tu veterinario será quien determine la técnica o combinación de técnicas más adecuada para tu perro.
  • Si el bazo ha sido dañado de forma significativa, es posible que haya que extirparlo.

¿Qué tasa de supervivencia tiene la torsión dilatación?

Realmente, depende de muchos factores, como el tiempo que tu perro haya estado sufriendo la torsión sin tratamiento, el grado de shock, la gravedad de la situación, si ha sufrido o no algún problema cardíaco, la necrosis de la pared del estómago o incluso la duración de la cirugía.

Incluso en los casos relativamente poco complicados, la tasa de mortalidad de la GDV es del 15-20%.

En un estudio reciente, se determinó que la tasa de mortalidad aumenta al 38% cuando hay arritmias cardíacas.

Si el daño tisular es tan grave que se requiere la extirpación de parte del estómago, la tasa de mortalidad también puede aumentar hasta el 28-38%.

Si hay que extirpar el bazo, se sitúa entre el 32 y el 38%

Conclusiones

  • Si tu perro tiene la barriga hinchada y dura debes acudir a tu veterinario.
  • La distensión abdominal puede ser síntoma de torsión/dilatación.
  • Este trastorno es grave y puede ser mortal para tu perro si no se trata con urgencia.
  • Si ves que tu perro intenta vomitar y no puede, acude rápidamente a tu veterinario
  • Es más frecuente en perros grandes y de pecho amplio y profundo
  • Los perros braquicéfalos también la sufren con frecuencia
  • El vólvulo o torsión implica que el estómago gira sobre sí mismo, comprometiendo la circulación de la sangre
  • Además, se bloquean la entrada y salida, el contenido del estómago fermenta y puede producirse necrosis en sus paredes
  • La muerte puede producirse en cuestión de horas, por lo que se trata de una urgencia
  • Ante la más mínima duda, acude al veterinario, ya que la muerte del perro puede producirse en apenas unas horas
  • Es importante que el perro no coma con rapidez
  • Aliméntalo con varias raciones pequeñas al día y evita el ejercicio físico hasta que pasen unas horas

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