Luxación rotuliana y cojera en los perros. Qué la produce y cómo tratarla

La luxación rotuliana es una de las causas más frecuentes de cojera en las extremidades posteriores de los perros. Los perros de raza pequeña son los más afectados por esta dolorosa situación, que se produce cuando la rótula se desplaza de su posición, provocando dolor o debilidad en la pata afectada y, por tanto, cojera.

La luxación rotuliana puede ser medial o lateral, dependiendo de cómo se produzca el desplazamiento de la rodilla. La luxación medial es más habitual que la lateral y es necesario que el veterinario realice una exploración física que le ayude a determinar la gravedad de la luxación y el tratamiento más adecuado.

El diagnóstico precoz es muy importante, para prevenir que la afección se agrave y el perro acabe desarrollando una cojera permanente y artrosis.

Actualmente, existen diversas técnicas que permiten tratar la luxación de tu perro de manera adecuada, con un pronóstico favorable en la mayoría de los casos. El riesgo de complicaciones se refiere a la recurrencia de la enfermedad y complicaciones asociadas al implante.

¿Por qué sufre cojera mi perro?

La cojera es la incapacidad de utilizar adecuadamente una o más extremidades. Suele indicar dolor o debilidad en la pata afectada. Es posible que tu perro sufra cojera a causa de una lesión muscular o neuronal, aunque también puede ser síntoma de afecciones o enfermedades óseas o articulares (una de las más frecuentes suele ser la artritis, que se puede hacer más llevadera con una dieta adecuada).

Las 5 causas más frecuentes de cojera en los perros son:

La cojera puede afectar a perros de cualquier edad, desde cachorros en crecimiento hasta perros mayores. En la mayoría de los casos, tu veterinario podrá determinar la causa y facilitarte un tratamiento específico.

La intervención veterinaria es fundamental, incluso si la cojera es leve y no parece ser dolorosa, ya que la situación puede agravarse y derivar en afecciones dolorosas que podrían requerir una intervención quirúrgica.

¿Qué es la luxación rotuliana y cómo puede afectar a mi perro?

La luxación rotuliana, llamada también luxación patelar, es la dislocación de la rótula y es una de las causas más frecuentes de cojera en los perros.

La rótula es un hueso pequeño que se encuentra en la parte superior de la tibia y protege la parte frontal de la rodilla. Va encajada en un surco del fémur que se denomina surco troclear y se mantiene en su posición mediante ligamentos. Durante la extensión de la articulación, actúa de punto de apoyo, deslizándose hacia arriba y hacia abajo. Pero si el surco es poco profundo, la rótula puede salirse de él, deslizándose al flexionar la rodilla. En este caso, el perro no podrá extender correctamente la articulación y sufrirá cojera, dolor e incluso artrosis.

La luxación rotuliana suele tener causas genéticas, como consecuencia de la cría selectiva de perros con patas arqueadas. También puede producirse como consecuencia de un traumatismo, pero este caso es menos frecuente.

La luxación rotuliana canina puede ser de dos tipos:

  • Luxación medial. En este caso, la rótula se sale hacia el interior de la articulación. Es la situación más frecuente y suele diagnosticarse en perros de raza pequeña. Este tipo de luxación puede manifestarse cuando el cachorro comienza a caminar o más adelante. Cuando la rótula se desplaza de su posición, el perro suele llevar la pata afectada con la articulación de la rodilla flexionada y el pie girado hacia dentro. Se trata de una afección bilateral en el 25% de los casos.
  • Luxación lateral. Se produce cuando la rótula se desplaza hacia el exterior de la articulación. Se produce con más frecuencia en ejemplares de razas grandes y gigantes, entre los 5 y los 6 meses de edad. El síntoma más apreciable es una postura como de haberse golpeado la rodilla. El pie se gira hacia fuera al cargar peso sobre la extremidad y casi siempre se ven afectadas las dos rodillas.

La mayoría de los perros presentan luxación rotuliana unilateral, aunque también se dan casos de luxación bilateral.

¿Es grave la luxación rotuliana que sufre mi perro?

La luxación rotuliana de los perros se clasifica en 4 grados, según su gravedad:

  • Grado I. La luxación puede provocarse manualmente, pero la rótula vuelve a la posición normal cuando se suelta.
  • Grado II. La rótula se luxa al flexionar la rodilla o mediante manipulación manual y permanece luxada hasta que el perro extiende la rodilla o se recoloca manualmente.
  • Grado III. La rótula se luxa continuamente y aunque puede recolocarse manualmente, vuelve a producirse cuando se retira la presión manual.
  • Grado IV. La rótula se luxa continuamente y no se puede recolocar de modo manual.

¿Cómo se produce la luxación rotuliana en los perros?

Por lo general, la luxación rotuliana es un trastorno congénito del desarrollo. Sin embargo, también puede producirse como consecuencia de un traumatismo o como complicación secundaria al tratamiento de una enfermedad del ligamento cruzado craneal o de una fractura del fémur o la tibia.

Aún no se conoce por completo la causa exacta de la luxación rotuliana, pero parece ser que la mala alineación del grupo muscular del cuádriceps podría jugar un papel determinante, ya que durante el crecimiento del perro, cualquier anomalía de este grupo puede ocasionar cambios anatómicos del fémur y la tibia que provoquen inestabilidad rotuliana.

Es muy importante que acudas al veterinario si tu perro sufre cojera habitualmente, ya que puede tratarse de una luxación rotuliana. Cuando es grave, la luxación puede provocar el arqueamiento del fémur o la tibia. Si no se trata adecuadamente, la situación puede ir complicándose con el tiempo, ya que el cartílago se irá desgastando y la luxación podría derivar en otros problemas, como la rotura del ligamento cruzado craneal.

¿Cómo sé si mi perro tiene una luxación rotuliana?

Las evidencias de esta afección cambian de un ejemplar a otro. El signo clínico más evidente es la cojera. Sin embargo, este síntoma es común a diversas afecciones, por lo que es importante que acudas al veterinario para establecer un diagnóstico correcto.

Por lo general, observarás que tu perro se desplaza a saltos, pudiendo verse obligado a levantar la pata durante varios pasos.  

Si la luxación se presenta en ambas patas, el perro puede arrastrar las patas durante breves períodos de tiempo o realizar el denominado “salto de conejo” (avanzar con las dos patas posteriores apoyadas al mismo tiempo).

La marcha es rígida y en grado I no suele ser dolorosa, pero con el tiempo puede agravarse, aumentando el dolor y llegando incluso a la condición de osteoartritis.

Por lo general, observarás también que el perro intenta estirar la pata hacia atrás, para permitir que la rótula vuelva a colocarse en el surco.

Si la luxación es lateral, la sintomatología es más grave que en el caso de la medial, y si se debe a un traumatismo, derivado de un mal salto, la caída desde una altura excesiva u otro tipo de accidente, la cojera puede aparecer de manera súbita.

Según el grado de luxación rotuliana, el perro puede presentar distintos síntomas:

  • Los perros con luxación rotuliana de grado I suelen ser asintomáticos, aunque podrían presentar cojera intermitente. En este caso, es posible que el perro no manifieste signos de dolor.
  • La luxación de grado II presenta cojera intermitente y en la exploración es posible que se observe una leve rotación interna de la tibia y abducción del corvejón. Debido a la erosión progresiva, puede evolucionar a grado III.
  • Las luxaciones de grado III y IV presentan cojera persistente y el perro adopta una postura anormal.

En el caso de luxación medial bilateral el perro puede no manifestar cojera, pero sí caminar agachado, con la pata semiflexionada y rotada internamente.

En el caso de luxación lateral, las rodillas se acercan la una a la otra y los tobillos se separan (patas en X o valgo).

En algunos casos, los perros desarrollan cojera grave aguda, debido a la degeneración de las articulaciones.

¿Todos los perros tienen la misma probabilidad de sufrir luxación rotuliana?

Aunque cualquier perro puede sufrir una luxación rotuliana, las razas que se ven más afectadas son las de tamaño pequeño y se da principalmente en las siguientes:

En algunas razas, como el Dutch Flat Coated Retriever (Cobrador o Retriever de Pelo Liso) o el Pomerania, se han identificado anomalías cromosómicas relacionadas con la luxación rotuliana.

Además, parece ser que las hembras son más susceptibles de sufrir luxación rotuliana que los machos y la esterilización es un factor de riesgo, ya que los perros castrados presentan mayor incidencia de luxación rotuliana.

Se trata de una afección que aparece en los perros jóvenes, aunque sus síntomas se hacen evidentes a medida que el perro crece. Por ello, el diagnóstico suele establecerse antes de los 3 años de edad.

Diagnóstico y tratamiento de la luxación rotuliana en los perros

Para establecer el grado de luxación y descartar otras afecciones que puedan provocarle cojera al perro, es necesario evaluar la marcha, los movimientos de flexión-extensión de la articulación, el grado de cojera y las deformidades esqueléticas evidentes, mediante una exploración física. El veterinario determinará también la tendencia a la luxación mediante la manipulación de la pata. Si el perro no coopera, puede ser necesario sedarlo.

El diagnóstico de luxación rotuliana se basa en la evidencia clínica de la inestabilidad rotuliana.

Se requiere un diagnóstico por imagen, mediante radiografía, para evaluar el grado de deformación. Además, la radiografía permite identificar posibles anomalías esqueléticas.

Actualmente se utilizan también otras técnicas de diagnóstico por imágenes, como la tomografía computerizada (TC o TAC) o la ecografía.

Tratamiento de la luxación rotuliana en los perros

Si tu perro sufre una luxación rotuliana de grado I, con cojera leve y poco frecuente y grado de artrosis leve, es posible que tu veterinario recomiende un tratamiento no quirúrgico, consistente en la administración de antiinflamatorios AINE (no esteroideos) y analgésicos para reducir el dolor.

En este caso, es recomendable que el perro realice ejercicios de rehabilitación física, que también te propondrá tu veterinario y que controles su peso, para reducir el exceso de presión en la rodilla.

En caso de que la luxación sea de grado II o superior, será necesario intervenir quirúrgicamente al perro. Mediante la cirugía, se consigue aumentar la profundidad del surco troclear, reparar los ligamentos flojos o desgarrados y restaurar la alineación normal de la extremidad. En algunos casos, bastará con la reconstrucción de los tejidos blandos, mientras que en otros será preciso remodelar los huesos.

El pronóstico suele ser favorable y la mayoría de los perros recuperan el funcionamiento normal de sus patas. La tasa de complicaciones es baja, siendo las más comunes la vuelta a la luxación y las complicaciones asociadas al implante.

Conclusiones

  • La luxación rotuliana es una de las causas más frecuentes de cojera en los perros.
  • La cojera impide que el perro camine o corra con normalidad y puede provocar afecciones dolorosas, como la artrosis.
  • La luxación rotuliana consiste en la dislocación de la rótula y suele tener causas genéticas, aunque también puede deberse a un traumatismo.
  • La luxación medial es la más frecuente y suele aparecer en perros de raza pequeña.
  • Los perros de raza grande o gigante son más propensos a sufrir una luxación rotuliana lateral.
  • Se clasifica en 4 grupos, según su gravedad, y es importante acudir cuanto antes al veterinario, para que la situación no se agrave.
  • En casos leves puede tratarse con antiinflamatorios y analgésicos, pero si se agrava, será necesaria una intervención quirúrgica, que suele tener buen pronóstico.
  • Las razas más afectadas son las pequeñas. También es más frecuente en las hembras y la esterilización es un factor de riesgo.
  • El veterinario establecerá el diagnóstico mediante una exploración física y manipulación de la extremidad para determinar el grado de la luxación.
  • También puede apoyarse en radiografías o técnicas computerizadas.(TAC y ecografías).

¿Te ha resultado útil este artículo?

Lamentamos que no te guste el artículo

¡Ayudanos a mejorar este artículo!

Cuéntanos como mejorar el artículo

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

logo