Mi perro cojea. ¿Cuáles pueden ser las causas y que enfermedades provocan la cojera en los perros?

La cojera en los perros es un claro síntoma de dolor o debilidad en la pata afectada y puede deberse a diversas lesiones e inflamaciones, así como a enfermedades ortopédicas o neuronales y también a otras causas, como luxaciones.

En definitiva, hay muchas razones por las que tu perro puede sufrir cojera, desde una simple molestia por una lesión o algo que tiene entre los dedos a un problema de salud más grave.

La cojera surge para aliviar el dolor o molestias que siente al apoyar el peso sobre la pata o patas afectadas.

Es muy importante que acudas al veterinario para determinar la causa exacta, pero en este artículo te ayudaremos a conocer los distintos problemas que pueden afectarle.

¿Por qué mi perro sufre cojera?

La cojera puede definirse como la incapacidad del perro para utilizar una o más extremidades de manera adecuada. Suele ser una manifestación del dolor, deformidad o debilidad que siente en la pata afectada. Por ello, se produce una alteración en la marcha normal del perro.

Puede ser de aparición gradual o repentina. La cojera gradual avanza de manera progresiva a lo largo del tiempo. En cambio, la cojera repentina se desarrolla de forma instantánea. Suele deberse a algún tipo de lesión o traumatismo.

Saber si la cojera de su perro es repentina o gradual puede ayudar a tu veterinario a determinar las causas y actuar en consecuencia.

Las causas más frecuentes de cojera en los perros son:

La cojera puede afectar a perros de cualquier edad, desde cachorros en crecimiento hasta perros mayores. En todo caso, es el tu veterinario quien podrá determinar la causa y gravedad de la situación, facilitando un tratamiento específico para tu perro. La intervención veterinaria es fundamental, incluso si la cojera es leve y no parece ser dolorosa, ya que la situación puede agravarse y derivar en afecciones dolorosas que podrían requerir una intervención quirúrgica.

¿Cómo sé en qué parte de la pata se produce la cojera?

Para saber la causa de la cojera de tu perro es importante que consideres las circunstancias que rodean a su aparición. La cojera podría aparecer sin motivo aparente, pero también es posible que sea consecuencia de una lesión o enfermedad.

Cuando cojean, los perros suelen llevar encogida la pata afectada, para cargar menos peso sobre ella. También puedes advertir la cojera porque tu perro da pasos más cortos con dicha pata. Si le duele, es posible que incline o deje caer la cabeza al apoyar su peso sobre ella. Sin embargo, cuando se trata de una cojera crónica, los síntomas no siempre son evidentes.

Antes de acudir al veterinario puedes hacer un test previo para comprobar la cojera de tu perro, pero debes tener en cuenta que, sin una formación adecuada, probar la amplitud de movimiento y manipular la pata de su perro es una mala idea y podría lesionarlo aún más.

Lo que sí puedes hacer es pasar suavemente la mano por la pata de su perro para comprobar si hay hinchazón, calor y para determinar dónde muestra sensibilidad tu perro. Esta información puede ayudar a su veterinario a determinar si su perro puede esperar a que le abran un hueco o si tiene que acudir de urgencia.

También es buena idea es examinar su pie y mirar entre los dedos, ya que muchas veces la cojera se debe a lesiones en los pies, como esguinces, heridas en las almohadillas, espinas o astillas clavadas, pequeñas piedras incrustadas, etc.

Para comenzar la exploración, palpa muy suavemente la pata, desde los dedos hacia arriba. Aplica una ligera presión para localizar posibles partes doloridas.

A continuación, si sabes hacerlo, flexiona y extiende las articulaciones, desde los dedos hasta el hombro. La resistencia es un síntoma de dolor articular. Si esto sucede, el perro intentará liberar la pata de tu agarre. Si tienes dudas, es mejor que dejes esta parte al veterinario.

¿Puedo saber la causa de la cojera de mi perro antes de acudir al veterinario?

Cuando tu perro cojea es importante determinar la causa exacta y proceder al tratamiento adecuado. Esto requiere un diagnóstico profesional. No obstante, los síntomas que muestre tu perro pueden darte una idea de la causa de su cojera:

  • Laceraciones cutáneas o heridas. En este caso, las áreas afectadas están enrojecidas, calientes y sensibles. Es posible que la herida supure. En este caso, la extremidad puede empeorar progresivamente y existe la posibilidad de que se desarrolle un absceso. Las lesiones pueden ser causadas por mordeduras, picaduras, infecciones, uñas rotas, quemaduras, lesiones por objetos afilados, una piedra alojada entre sus dedos… Es posible que el perro se lama la zona sin cesar.
  • Esguinces y torceduras. Se producen de repente y suelen ir acompañados de hinchazón y contusiones o magulladuras. Normalmente, el perro soporta algo de presión sobre la pata. Puede durar días o semanas.
  • Fracturas y luxaciones. El dolor es intenso y el perro no podrá soportar peso sobre la pata afectada. Suele apreciarse algún grado de deformidad. Se producen hematomas (tejido inflamado y coloreado), debido a la hemorragia interna.
  • Enfermedades ortopédicas hereditarias. Suelen desarrollarse de manera progresiva. Afectan a los perro jóvenes y es posible que no aprecies ninguna señal en el área afectada. La inflamación suele ser leve y la cojera persiste y empeora con el tiempo.
  • Enfermedad articular degenerativa. También se denomina artritis u osteoartritis y es frecuente en perros de edad avanzada. La cojera es más acusada cuando el perro se despierta y mejora con el movimiento.
  • Lesiones de la médula espinal y de los nervios periféricos. Estas lesiones producen debilidad o parálisis en una o más extremidades. Suele ser indolora.
  • Tumor óseo. Una hinchazón consistente sin signos de inflamación sugiere un tumor óseo. La presión sobre él provoca dolor, en diversos grados.

¿Cuáles son las lesiones óseas y articulares más frecuentes en los perros?

Además de las heridas producidas por objetos lacerantes, mordiscos u otras causas, las lesiones óseas y articulares son una causa frecuente de cojera en los perros. Las más habituales son las siguientes:

Tu perro puede sufrir un esguince

El esguince se produce por la distensión o desgarro de los ligamentos de la articulación. Suele ser doloroso y provocar cojera temporal. Si tu perro no puede cargar peso sobre la pata o no mejora en 24 horas, acude al veterinario, para descartar la posibilidad de una fractura o luxación. Mientras tanto, restringe su actividad y aplica frío a la parte afectada.

Tal vez se trate de una tendinitis

Los tendones pueden distenderse, desgarrarse o romperse. Estos esguinces suelen ser consecuencia de torceduras o torsiones. Los tendones que más sufren son los de la parte anterior de los pies, tanto de las patas delanteras como de las traseras. El perro muestra cojera, dolor al cargar peso e inflamación dolorosa por encima del recorrido del tendón.

Puede que la cojera se deba a un esguince muscular o una contusión

Los esguinces musculares se deben al desgarro de las fibras musculares, generalmente a causa de un uso excesivo del músculo, por trabajo de campo o esfuerzo en la carrera. Los síntomas son cojera, hinchazón del músculo, sensibilidad por encima de la parte lesionada y contusiones o magulladuras, que no siempre son fáciles de apreciar.

La luxación de las articulaciones cursa con cojera

Las luxaciones suelen producirse cuando el perro cae o salta desde cierta altura, ya que se necesita un impacto considerable para fracturar una articulación y desplazar los huesos. Los síntomas son dolor repentino e incapacidad para usar la extremidad. El codo o la rodilla pueden estar doblados y la pata afectada parece más corta o más larga que la contraria.

El perro puede sufrir una lesión rotuliana

El desgarro de los ligamentos de la rodilla provocan una cojera repentina, que puede desaparecer con el descanso y reaparecer con el ejercicio. En algunos casos se manifiesta una cojera persistente en una o las dos patas traseras.

Si la lesión se produce en los ligamentos cruzados es probable que tu perro tenga una rotura de menisco, que requiere tratamiento en las semanas siguientes, para no derivar en una artrosis degenerativa y una cojera permanente.

Una fractura ósea provoca cojera con dolor

La mayoría de las fracturas se producen por caídas desde la altura o por accidentes. Las fracturas son abiertas cuando el hueso queda expuesto y cerradas cuando no se ve. Las abiertas implican un riesgo de infección bacteriana, por lo que requieren atención inmediata.

Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, incapacidad para cargar peso y deformidad, con acortamiento de la pata.

El peligro de las infecciones óseas

La osteomielitis es una infección bacteriana que suele aparecer cuando el hueso queda expuesto. Se trata de un problema muy difícil de tratar, que implica eliminar todo el hueso afectado y dejar abierta la herida para cambios de apósito e irrigaciones diarias, con aplicación de antibiótico.

Los síntomas son dolor muy intenso, cojera, fiebre e hinchazón, pudiendo existir supuración. Si tu perro tiene una herida abierta, acude inmediatamente al veterinario.

¿Cuáles son las enfermedades ortopédicas hereditarias con cojera más frecuentes en los perros?

Las enfermedades óseas y articulares hereditarias tienen una base genética, aunque esto no quiere decir que todos los descendientes vayan a ser afectados. Las más frecuentes son las siguientes:

Displasia de cadera

La displasia de cadera una de las causas más comunes de cojera en las patas traseras de los perros. Como otras enfermedades óseas y articulares, tiene una base genética. Aunque no todos los descendientes de una línea afectada la sufren, la herencia genética es el mayor factor de riesgo.

La displasia de cadera canina se produce en la etapa de crecimiento del perro y se debe a un ajuste flojo e inestable de la articulación de la cadera, produciendo dolores y disfunción en las extremidades.

Con el tiempo, se produce una pérdida progresiva de cartílago, desarrollo de tejido cicatricial alrededor de la articulación y formación de espolones óseos alrededor de la cabeza femoral y la cavidad pélvica.

Los perros con displasia de cadera pueden llevar una vida larga y saludable, especialmente con tratamiento y algún cambio en el estilo de vida. Aunque los dolores provocados por la displasia de cadera pueden reducir la calidad de vida de un perro, la adopción de unas sencillas medidas de prevención puede ayudar mucho a tu perro. Echa un vistazo a estos suplementos y piensos para perros con displasia.

Enfermedad de Legg-Perthes

En esta enfermedad, lo que se produce es la necrosis vascular de la cabeza del fémur. No se sabe cuál es la causa, aunque se apunta a una base genética. Los síntomas son cojera grave e incapacidad para soportar peso sobre la pata. Además, la pata afectada puede parecer más corta que la otra. El tratamiento implica restricción de la actividad y analgésicos. Se requiere cirugía.

Luxación patelar o rotuliana

La luxación o dislocación rotuliana es una de las causas más frecuentes de cojera en los perros. La rótula es un hueso pequeño que se encuentra en la parte superior de la tibia y protege la parte frontal de la rodilla. Va encajada en un surco del fémur que se denomina tróclea y se mantiene en su posición mediante ligamentos.

Durante la extensión de la articulación, actúa de punto de apoyo, deslizándose hacia arriba y hacia abajo. Pero si el surco es poco profundo, la rótula puede salirse de él, deslizándose al flexionar la rodilla. En este caso, el perro no podrá extender correctamente la articulación y sufrirá cojera, dolor e incluso artrosis.

Puede tener causas genéticas o producirse como consecuencia de un traumatismo. El síntoma más evidente es la cojera. Por lo general, observarás que tu perro se desplaza a saltos, pudiendo verse obligado a levantar la pata durante varios pasos

Si la luxación se presenta en ambas patas, el perro puede arrastrar las patas durante breves períodos de tiempo o realizar el denominado “salto de conejo” (avanzar con las dos patas posteriores apoyadas al mismo tiempo). La marcha es rígida y en grado I no suele ser dolorosa, pero con el tiempo puede agravarse, aumentando el dolor y llegando incluso a la condición de osteoartritis. En algunos casos se requiere intervención quirúrgica.

Displasia de codo

La displasia de codo es una de las causas más frecuentes de cojera en las patas delanteras de los perros. Como otras enfermedades óseas y articulares, tiene una base genética. Aunque no todos los descendientes de una línea afectada la sufren, la herencia genética es el mayor factor de riesgo.

La palabra “displasia” significa “desarrollo anormal de un tejido u órgano”. Por tanto, si tu perro tiene displasia de codo, quiere decir que se ha producido un desarrollo anormal de esta articulación.

Como consecuencia, los tres huesos de la articulación (el húmero, el radio y el cúbito) no encajan perfectamente, lo que da lugar a zonas de presión de contacto anormalmente altas. Entre los síntomas se encuentra la cojera en las patas delanteras. Esta cojera puede darse en una sola pata o en las dos. Es frecuente que el perro cojee al levantarse, la cojera disminuya al hacer ejercicio y vuelva a cojear después.

Osteocondrosis

Es una enfermedad frecuente en cachorros de raza de gran tamaño, debido a su rápido ritmo de crecimiento. El cartílago que crece rápidamente en los extremos de los huesos se calcifica y se incorpora paulatinamente al hueso. En la osteocondrosis, esta calcificación es irregular, creando áreas de cartílago sin calcificar. Con estrés en la articulación, el cartílago defectuoso se rompe. El proceso cursa con dolor y puede observarse cojera en el cachorro.

Los síntomas pueden aparecer después de un episodio traumático y la cojera empeora con el ejercicio.

Panosteítis o Enostosis (Cojera cíclica)

También conocida como osteomielitis juvenil, la panosteítis es una enfermedad típica de cachorros de raza grande. La causa se desconoce, aunque parece apuntar a razones genéticas. Los machos se ven más afectados que las hembras. Se manifiesta a través de una cojera intermitente, que puede cambiar de una extremidad a otra. Las radiografías muestran un cuadro de aumento de densidad en los huesos largos.

Se trata de una enfermedad autolimitante, que puede persistir durante varios meses y suele desaparecer cuando el perro alcanza los 20 meses de edad. Es posible que tu veterinario te recete analgésicos y restrinja el ejercicio de tu perro.

¿Qué es la artritis y por qué provoca cojera a mi perro?

La artritis es una enfermedad degenerativa que puede afectar a una o varias articulaciones. Puede obedecer a razones hereditarias o a lesiones articulares. Algunos casos se relacionan con una enfermedad articular inmunomediada o una infección en las articulaciones.

Enfermedad articular degenerativa (Osteoartritis)

Suele afectar a perros de edad avanzada, aunque también puede deberse a un proceso degenerativo causado por una displasia de cadera, rotura de los ligamentos cruzados, luxación patelar o traumatismos. Los perros de razas grandes la sufren con mayor frecuencia que los pequeños.

Se manifiesta con diversos grados de cojera, rigidez y dolor articular, más intenso por la mañana y al levantarse de una siesta. No tiene cura, pero el tratamiento mejora la vida del perro, a través de fisioterapia, control del peso con un pienso especializado y suministro de analgésicos y agentes condroprotectores.

Artritis inmunomediada

Se trata de un grupo de enfermedades en las que los anticuerpos se dirigen contra el tejido conjuntivo del propio perro, provocando artritis erosiva o no erosiva.

  • Artritis reumatoide. Es una artritis erosiva, más frecuente en razas enanas y de pequeño tamaño, a partir de los 4 años de edad. Se caracteriza por rigidez matinal, cojera cambiante e hinchazón de las articulaciones más pequeñas, sobre todo muñecas y corvejones. El perro puede tener fiebre y pérdida de apetito.
  • Artritis no erosiva. Suele darse en perros de raza mediana y grande, a partir de los 5 años de edad. No se conoce la causa y transcurre con fiebre intermitente, pérdida de apetito, hinchazón articular y cojera cambiante. Existe una forma de artritis no erosiva que cursa con lupus eritematoso sistémico. La actividad ligera y moderada es beneficiosa, pero el perro debe evitar el ejercicio vigoroso.

Osteodistrofia hipertrófica

Es una enfermedad metabólica que afecta a razas grandes y gigantes entre 2 y 8 años de edad. Se desconoce la causa y se concentra en los huesos largos, cerca de las placas de crecimiento de muñecas y corvejones.

Estas zonas se vuelven dolorosas y provocan una cojera que va de leve a incapacitante. Puede afectar a las 4 extremidades del perro. Los huesos están extremadamente calientes e hinchados y el perro manifiesta mucho dolor al tacto.

No existe tratamiento específico. Se recomienda hacer descansar al perro y administrar antiinflamatorios no esteroideos, además de controlar el peso del perro.

La mayoría de los cachorros afectados sufren uno o dos episodios de osteodistrofia hipertrófica y luego se recuperan, pero en algunos casos se presentan cambios óseos permanentes y deformidades físicas.

Conclusiones

  • La cojera impide que el perro camine o corra con normalidad y puede provocar afecciones dolorosas, como la artrosis.
  • Puede aparecer de manera repentina o avanzar gradualmente y afecta a perros de cualquier raza y edad.
  • Las causas más frecuentes son las distensiones o esguinces, las fracturas, la artrosis, las displasias, la luxación rotuliana y otras enfermedades hereditarias o metabólicas.
  • Puedes aprender a hacer un test previo a tu perro para determinar la zona en que se produce la cojera, pero ten cuidado con la manipulación de la pata, ya que podrías agravar las lesiones.
  • La cojera en los perros se produce por muchas razones y no siempre podrás determinar la causa.
  • Algunas cojeras son síntoma de enfermedades que pueden revestir gravedad, por lo que es importante que acudas al veterinario.

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