Leptospirosis en los perros. Causas, remedios y tratamiento

La leptospirosis canina es una enfermedad bacteriana zoonótica, es decir, que puede transmitirse entre animales y seres humanos. Está causada por la bacteria Leptospira, que penetra al organismo del perro y se extiende a diversos órganos a través del torrente sanguíneo.

En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico de perro puede combatir la enfermedad, pero a veces no lo logra, por lo que el pronóstico podría ser grave. El perro podría no presentar síntomas y también, en casos graves, sufrir lesiones renales o hepáticas.

La enfermedad se transmite a través de la orina o del contacto con sustratos contaminados por dicha orina. La Leptospira se ha adaptado a los huéspedes reservorios, que pueden convertirse en portadores. La bacteria se vierte intermitentemente en la orina de dichos huéspedes.

La leptospirosis es más común en zonas de clima cálido y con altas precipitaciones anuales, pero puede ocurrir en cualquier lugar.

¿Qué es la leptospirosis canina?

La leptospirosis es una enfermedad causada por una bacteria denominada Leptospira, que es un tipo de espiroqueta (bacteria Gram negativa, con células alargadas y enrolladas en forma helicoidal).

Existen 4 especies que pueden infectar a los perros.

Esta bacteria se propaga por la orina y puede desplazarse por los cursos de agua y permanecer inactiva en el suelo durante 6 meses.

Los mayores factores de riesgo incluyen:

  • Las actividades en ríos, lagos o arroyos. El riesgo aumenta en los ejemplares a los que les gusta jugar en el agua, ya que permanecen mucho tiempo en ella.
  • Ingestión de agua contaminada.
  • Exposición a animales salvajes o de granja. Los principales vectores de infección son las ratas, los cerdos, el ganado vacuno, los ciervos, las mofetas y las zarigüeyas, entre otros.
  • Contacto con otros perros portadores de la enfermedad.
  • La bacteria puede entrar en el organismo del perro a través del revestimiento blando de la nariz, la boca y los párpados. También a través de heridas abiertas y rasguños en la piel.
  • La infección se produce mediante el contacto con orina, suelo, agua, alimentos o ropa de cama infectados.
  • A continuación, las bacterias se multiplican en el torrente sanguíneo y se desplazan a los tejidos, concentrándose en el hígado y el riñón, por lo que son frecuentes los daños en estos órganos.
  • Mordedura de un animal infectado.
  • Ingestión de tejidos o cadáveres infectados.
  • Puede transmitirse a los cachorros a través de la placenta de la madre.

¿Todos los perros tienen la misma probabilidad de contraer leptospirosis?

Parece ser que esta enfermedad afecta principalmente a:

  • Perros jóvenes.
  • Perros machos.
  • Razas grandes.
  • Perros de caza que viven en zonas rurales.

Sin embargo, aunque algunos estudios establecen que los perros machos intactos y los perros de trabajo presentan más incidencia de leptospirosis canina, otros estudios han descubierto una seroprevalencia similar entre perros de razas grandes y pequeñas, de ambos sexos y de todos los grupos de edad.

También se ha determinado que existe mayor incidencia cuando el perro vive en un entorno rural, a causa de las mayores interacciones con la fauna salvaje.

¿Cuáles son los síntomas de la leptospirosis?

Los síntomas de la leptospirosis canina varían considerablemente, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el serovar (microorganismo infeccioso) infectante y el estado inmunitario del perro.

Algunos perros infectados no muestran ningún síntoma de enfermedad, otros tienen una enfermedad leve y transitoria y se recuperan espontáneamente, y otros desarrollan una enfermedad grave, pudiendo llegar incluso a la muerte.

Cuando se producen, los síntomas suelen aparecer entre 4 y 12 días después de la exposición a la enfermedad.

Los síntomas principales son:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Pérdida de apetito
  • Vómitos
  • Letargo
  • Artralgia y mialgia (dolor en las articulaciones)
  • Sed excesiva
  • Orina frecuente, aunque también podría suceder que el perro orinara poco o nada, a causa de la deshidratación.
  • Depresión
  • Dolor muscular
  • Diarrea
  • Presencia de sangre en la orina
  • Aumento de la frecuencia respiratoria
  • Conjuntivitis o inflamación dolorosa de los ojos
  • Ictericia (el blanco de los ojos, las mucosas y la piel se ven amarillentoso)
  • Hemorragias (petequia, melena, hematoquecia, epistaxis)
  • Sangre en las heces

La leptospirosis afecta principalmente a los riñones y al hígado. En casos graves, puede derivar en hepatitis con destrucción de las células del hígado.

El perro también puede desarrollar una enfermedad pulmonar grave y tener dificultades para respirar.

Diagnóstico de la leptospirosis canina

El diagnóstico puede basarse en los síntomas clínicos del perro. Además, es posible que se le realicen pruebas para comprobar sus funciones renal y hepática.

Cuando el perro tiene lesiones graves en los riñones o el hígado, suele haber alta presencia de compuestos nitrogenados en su sangre, aunque se produzca poco o nada de orina. Esta afección se denomina azotemia.

Un perro con leptospirosis también puede presentar las enzimas hepáticas y la bilirrubina elevadas, incluso en ausencia de azotemia.

También se analizan las posibles anomalías en los electrolitos.

La Leptospira puede detectarse en la orina y la sangre mediante pruebas de anticuerpos inmunofluorescentes.

También existen varios ensayos diagnósticos, serológicos y moleculares destinados a diagnosticar la leptospirosis canina.

Tratamiento de la leptospirosis canina

Los perros con leptospirosis canina deben recibir una combinación de terapia antimicrobiana y cuidados de apoyo, dependiendo de la gravedad de los síntomas y los sistemas orgánicos afectados. Si se sospecha que el perro sufre la enfermedad, el tratamiento comenzará incluso antes de verificarse el diagnóstico.

Administración de antibióticos

La administración de antibióticos derivados de la penicilina por vía parenteral (intravenosa) o la doxiciclina por vía oral han demostrado ser efectivos contra la leptospirosis canina. Si entre los síntomas del perro se encuentran los vómitos o la pérdida de apetito, la terapia se iniciará por vía intravenosa y, una vez resueltos los síntomas gastrointestinales, se continuará con la administración de doxiciclina por vía oral.

Otros cuidados

Los perros con leptospirosis deben recibir cuidados de apoyo, que dependen de la gravedad de la enfermedad y los sistemas orgánicos afectados. Entre estos cuidados, se incluyen el control del vómito y la diarrea mediante la administración de antieméticos, el mantenimiento de una hidratación adecuada mediante la administración de líquidos por vía intravenosa, la corrección de los trastornos electrolíticos y ácido-base y la administración de antihipertensivos y medicamentos para el control del dolor. El perro necesitará también apoyo nutricional.

Si el perro tiene lesiones renales a causa de la leptospirosis

Los perros con lesión renal asociada a la leptospirosis y que son poliúricos (orinan en exceso) pueden requerir altas tasas de administración de líquidos; sin embargo, los que son oligúricos (orinan poco) o anúricos (no orinan) pueden sobrehidratarse.

Puesto que las necesidades de líquidos pueden variar durante el transcurso de la enfermedad, la hidratación del perro debe ser cuidadosamente controlada.

Si el perro tiene lesiones hepáticas a causa de la leptospirosis

La lesión hepática asociada a la leptospirosis puede dar lugar a manifestaciones clínicas de insuficiencia hepática (por ejemplo, encefalopatía hepática e hipoglucemia). El tratamiento de estas afecciones es de apoyo y suele conducir a una mejora de la función hepática.

Si el perro tiene lesiones pulmonares a causa de la leptospirosis

Una consecuencia grave de la leptospirosis es la producción de hemorragias pulmonares, para lo que se recomienda la oxigenoterapia y la ventilación mecánica, dependiendo de la gravedad de los síntomas.

Hospitalización de un perro con leptospirosis

Si el perro está grave, debe ser hospitalizado, por razones de salud pública y para ofrecerle cuidados veterinarios más intensivos.

¿Cómo puedo prevenir la leptospirosis canina?

Actualmente existen vacunas que previenen la leptospirosis canina con eficacia, protegiendo a los perros durante al menos 12 meses.

Por ello, se recomienda una vacunación anual de los perros en situación de riesgo.

Además, puedes prevenir la aparición de la enfermedad reduciendo la exposición de tu perro a posibles fuentes de esta bacteria.

En caso de que tu perro haya contraído la enfermedad, toma las siguientes precauciones:

  • Administra a tu perro los antibióticos prescritos por tu veterinario. Si tienes más perros, también tendrás que tratarlos.
  • Evita el contacto con la orina de tu perro.
  • Si tu perro orina en casa, limpia rápidamente la zona con un desinfectante y utiliza guantes para evitar el contacto con la orina.
  • No permitas que tu perro orine cerca de agua estancada o en lugares donde otros animales y personas tengan acceso.
  • Lávate las manos después de tocar a tu perro.

¿Qué pasa si un perro tiene leptospirosis y hay otros perros en la casa?

Cualquier perro que viva en la misma casa que el que ha contraído la leptospirosis canina debe recibir la terapia de doxiciclina oral durante dos semanas, ya que es probable que su historial de exposición sea similar.

¿La leptospirosis canina puede contagiarse a los seres humanos?

La Leptospirosis canina es una enfermedad zoonótica. Esto quiere decir que puede transmitirse a los seres humanos, que contraen la enfermedad de la misma manera que los perros.

En los humanos, se denomina enfermedad o síndrome de Weil y es una enfermedad habitual entre los ganaderos y las personas que trabajan con animales.

Los síntomas en los seres humanos son parecidos a los de la gripe. También puede causar enfermedades renales o hepáticas.

La mayoría de los casos en seres humanos se producen como resultado de la realización de actividades recreativas en el agua. La infección por contacto con un perro infectado es menos común, pero es posible.

¿Qué pronóstico tiene la leptospirosis canina?

Si se realiza un tratamiento médico adecuado, el pronóstico de la leptospirosis canina es bueno. La tasa de supervivencia hasta el alta hospitalaria es elevada.

Para los perros con enfermedad leve o moderada el pronóstico a corto plazo también es bueno.

Sin embargo, si el perro necesita hemodiálisis, su pronóstico será grave, al igual que si se produce una hemorragia pulmonar. En estos casos, las tasas de supervivencia caen al 40 o 50%.

Algunos pacientes con leptospirosis tendrán cambios renales crónicos duraderos y necesitarán monitorización y cuidados a largo plazo para la enfermedad renal crónica.

Si el perro no ha tenido síntomas y se cura sin tratamiento, es posible que se convierta en portador y transmisor de la enfermedad, eliminando la bacteria en su orina durante incluso un año.

Conclusiones

  • La Leptospirosis canina es una enfermedad bacteriana zoonótica, es decir, la pueden tener tanto animales como humanos.
  • Es causada por una bacteria denominada Leptospira.
  • Se transmite a través de la orina y por contacto o ingestión de aguas y sustratos contaminados.
  • Un perro que se cure sin tratamiento puede ser portador y transmisor de la enfermedad.
  • El diagnóstico se basa en la observación de los síntomas clínicos y la realización de varios ensayos específicos destinados a detectar la presencia de la bacteria en el organismo del perro.
  • El tratamiento incluye la administración de antibióticos (penicilina y doxiciclina) y una serie de cuidados de apoyo.
  • Los casos graves pueden requerir hospitalización.
  • Los casos leves pueden no presentar síntomas y el perro se cura solo, aunque puede ser portador de la enfermedad a largo plazo.
  • Si el tratamiento se realiza a tiempo, el pronóstico es bueno.
  • En caso de enfermedad grave que afecte a órganos como el riñón, el hígado o los pulmones, el pronóstico puede ser reservado o grave.
  • Puede ser recomendable vacunar anualmente a tu perro, especialmente si se encuentra en una zona de riesgo.
  • Reduce la exposición de tu perro a zonas donde pueda encontrarse la bacteria.
  • Consulta a tu veterinario si crees que tu perro puede sufrir Leptospirosis canina.

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