La Atrofia Retiniana Progresiva (ARP) es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a las células fotorreceptoras de la retina de los perros, conduce a la ceguera y puede darse en cualquier raza.
Es hereditaria y está causada por una mutación en el gen que controla las células receptoras de luz de la retina.
Aunque no es dolorosa, se trata de una enfermedad progresiva, lo que significa que empeorará gradualmente con el tiempo, comenzando con una disminución en la capacidad para ver por la noche y finalizando en una ceguera total, por lo general al cabo de uno o dos años.
Desgraciadamente, no existe cura, pero la mayoría de los perros se adapta bien a la pérdida de visión y pueden tener una buena calidad de vida.
Tabla de contenidos
¿Qué es la Atrofia Retiniana Progresiva?
La ARP puede deberse a distintas variantes genéticas, pero todas conducen al mismo resultado: la degeneración de las células fotorreceptoras, que están situadas en la retina, en la parte posterior del ojo. Cuando la luz entra en el ojo, el cristalino la enfoca en la retina, donde se convierte en señales eléctricas que llegan al cerebro, para su procesamiento e interpretación.
Estas células pueden ser de dos tipos: bastones y conos. Los bastones permiten la visión nocturna o en condiciones de poca luz, así como la detección del movimiento, mientras que los conos intervienen en la visión diurna y la detección del color. Los conos no funcionan muy bien con poca luz.
Los ojos de los perros contienen muchos más bastones que conos. Los perros con Atrofia Retiniana Progresiva nacen con bastones y conos normales, pero estas células comienzan a descomponerse y provocan la pérdida de visión en algún momento de la edad adulta, progresando lentamente hacia la ceguera. Dependiendo de la raza y del individuo, la visión puede perderse a diferentes edades y a distinta velocidad.
En la Atrofia Retiniana Progresiva, los bastones mueren antes que los conos, por lo que la pérdida de visión se manifiesta primero en las horas nocturnas.
En los casos en que son los conos los primeros que degeneran no hablamos de Atrofia Retiniana Progresiva, sino de Acromatopsia o Ceguera Diurna.
La Displasia Retiniana es una forma menos común de Atrofia Retiniana Progresiva y se da en cachorros que nacen con bastones o conos que nunca se desarrollan correctamente, lo que conduce a la ceguera mucho más rápidamente.
En última instancia, todas las variaciones genéticas de la ARP evolucionan hacia la ceguera total.
¿Qué síntomas tiene un perro Atrofia Retiniana Progresiva?
Es importante ser capaz de reconocer los primeros signos de la ARP, ya que el diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, los primeros síntomas suelen ser sutiles y es posible que no se detecten hasta una fase avanzada de la ARP, ya que los perros se aclimatan de forma natural a la pérdida de visión.
Los síntomas pueden ser más evidentes por la noche o cuando el perro se encuentra en un entorno desconocido, e incluyen:
Pupilas dilatadas
Ojos anormalmente reflectantes cuando les ilumina una luz
Reticencia a entrar en una habitación oscura o a salir de noche
Reticencia a bajar escaleras
El perro choca con los marcos de las puertas o es torpe en entornos desconocidos
Formación de cataratas en ambos ojos
Los ojos se ven turbios o con un tono azulado
¿Cómo se diagnostica la Atrofia Retiniana Progresiva?
La ARP se diagnostica mediante un examen ocular centrado en la retina. Esta prueba la realizará un oftalmólogo veterinario.
Si no se puede examinar la retina, por ejemplo, porque el perro tiene cataratas, es posible que haya que realizar una electrorretinografía, que mide la actividad eléctrica de la retina. Esta prueba se realiza bajo anestesia general.
También existen pruebas de ADN para algunas razas de perros. Estas pruebas son muy útiles en el caso de perros jóvenes o que se desea utilizar para la cría, ya que permiten identificar a los perros afectados antes de que desarrollen la enfermedad y también a los perros que no la desarrollan, pero son portadores y pueden transmitírsela a su descendencia.
Es importante diferenciar la ARP de otras formas de ceguera en perros, ya que otras enfermedades pueden causar dolor o efectos secundarios sistémicos adicionales.
¿Cuál es el tratamiento para la Atrofia Retiniana Progresiva?
Por desgracia, la ARP es una enfermedad incurable en la actualidad. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad y también pueds adoptar medidas para mejorar la calidad de vida de los perros afectados.
Suplementos nutricionales
Los suplementos nutricionales son importantes para mantener un organismo sano en general y también pueden ayudar a proteger los ojos de daños mayores. Los ácidos grasos omega-3, las vitaminas A y E y otros antioxidantes pueden ayudar a reducir el riesgo de daños mayores. Además, algunos suplementos pueden ayudar a mejorar la visión y reducir la inflamación.
Gotas oculares
También se utilizan gotas oftálmicas para tratar la ARP en perros. Estas gotas pueden ayudar a reducir el riesgo de daños adicionales en los ojos, así como reducir la inflamación causada por la enfermedad. Además, alivian la sequedad y las molestias asociadas a la enfermedad.
Terapia láser
La terapia láser también puede utilizarse para mejorar la calidad de vida de los perros afectados. Esta terapia utiliza un láser de baja intensidad, para estimular las células de la retina y ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.
¿Qué medidas pueden ayudar a mi perro con Atrofia Retiniana Progresiva?
Además, puedes tomar una serie de medidas que ayudarán a tu perro a evitar lesiones y a sentirse seguro en su entorno, a medida que disminuye su visión, como:
Añadir iluminación suplementaria dentro y fuera de la casa.
Esta medida puede ser de gran ayuda para un perro que padece una enfermedad ocular degenerativa, como es el caso de la ARP. En las primeras fases de la enfermedad, el perro puede tener dificultades para ver en zonas poco iluminadas u oscuras. Si se añade iluminación adicional, esas zonas serán más fáciles de recorrer y el perro se sentirá más cómodo.
En el interior, esto podría significar añadir accesorios de iluminación adicionales, como lámparas de pie o de mesa. En el exterior, pueden instalarse luces activadas por movimiento a lo largo de los caminos y cerca de las puertas, para ayudar al perro a encontrar el camino más fácilmente.
El tipo de iluminación debe ser lo bastante clara como para proporcionar una iluminación adecuada, pero no demasiado brillante como para causar incomodidad o angustia. También es importante elegir una luz que no parpadee ni produzca deslumbramiento, para reducir el riesgo de fatiga ocular o daños mayores.
Además, debe tenerse en cuenta la ubicación de las luces, de modo que el perro no corra el peligro de chocar con ellas y pueda dirigirse hacia su haz.
Mantener los muebles en la misma disposición
Mantener los muebles en el mismo lugar permite al perro aprender dónde están situados, evitando choques y caídas.
Si vas a cambiar algún mueble de sitio, es buena idea hacerlo gradualmente, para que el perro se adapte sin peligro a la nueva distribución. Permite que el perro explore el nuevo entorno y se familiarice con él, para moverse con seguridad y confianza.
También puedes proporcionar pistas adicionales para ayudar a tu perro a aprender la disposición de los muebles. Por ejemplo, si colocas una alfombra o esterilla delante de los muebles, podrá comprender dónde se encuentran localizando la alfombra.
Finalmente, es esencial asegurarse de que los muebles son seguros y estables. Así se reducirá el riesgo de que se caigan o vuelquen, lo que podría causar lesiones a tu perro.
Puertas de seguridad para bloquear el acceso a las escaleras
Si tu casa tiene escaleras, laspuertas que bloquean el acceso a las escaleraspueden ser de gran ayuda para tu perro con Atrofia Retiniana Progresiva. Estas puertas están disponibles en varios estilos y tamaños y pueden instalarse rápida y fácilmente.
A la hora de elegir una puerta protectora, es importante que sea resistente y segura, de modo que el perro no pueda empujarla ni abrirla fácilmente.
Una vez instalada, es importante enseñar al perro a reconocer la puerta como una barrera, para que sea consciente de que no debe intentar subir o bajar las escaleras, manteniéndose fuera de peligro.
Utiliza una correa para guiar a tu perro
Cuando saques a pasear a tu perro por una zona desconocida, puedes utilizar una correa corta, que te permita conducirlo con seguridad.
Adiestramiento con órdenes verbales antes de la pérdida de visión
Adiestrar a tu perro con órdenes verbales es un paso importante que debes empezar antes de que se produzca la pérdida de visión. Comienza enseñándole órdenes básicas como «siéntate», «quieto» y «ven», recompensando a tu perro con refuerzo positivo. A medida que tu perro se sienta más cómodo con las órdenes, puedes ir añadiendo otras más complejas.
Además de las órdenes verbales, también puedes utilizar señales táctiles para adiestrar a tu perro. Se trata de tocarlo ligeramente para indicarle lo que quieres que haga. Por ejemplo, toca ligeramente su hombro para indicarle «siéntate» o la espalda para indicarle «ven». De nuevo, asegúrate de utilizar señales coherentes y recompensa a tu perro por seguirlas.
Si empiezas a adiestrar a tu perro con estas señales antes de que se produzca la pérdida de visión, podrás ayudarle a mantener su independencia y tener una vida plena y segura.
Terapia génica
La investigación en terapia génica ofrece esperanza para el futuro, pero aún no está disponible como tratamiento.
¿Qué genes intervienen en la Atrofia Retiniana Progresiva?
Aunque aún no se han descubierto todas las variantes genéticas que causan la ARP, las pruebas de ADN te permitirán saber si tu perro tiene riesgo de desarrollar la enfermedad o si es portador de una variante, pero no tiene riesgo de desarrollar la enfermedad.
Una de las formas más comunes de ARP hereditaria se denomina Degeneración Progresiva del Cono de los Bastones.
Dado que esta enfermedad es recesiva, deben estar presentes dos copias de la variante para considerar que un perro corre el riesgo de sufrirla. Los perros con dos copias de la variante PRCD casi siempre desarrollarán pérdida de visión en la edad adulta.
También existen algunas variantes conocidas que se denominan variantes dominantes (requieren una sola copia) o variantes ligadas al cromosoma X (requieren una copia en los machos y dos copias en las hembras).
Sin embargo, algunas formas de ARP no tienen variantes genéticas conocidas. Esto quiere decir que un perro puede desarrollar la enfermedad aunque dé negativo en las pruebas.
Los perros con ARP y los que dan positivo en las pruebas de variantes conocidas de ARP no deben utilizarse para la cría sin realizar pruebas genéticas previas.
¿Hay razas más propensas que otras a sufrir Atrofia Retiniana Progresiva?
La ARP puede afectar a cualquier raza de perro. En la mayoría de los casos se hereda de forma autosómica recesiva, es decir, el perro hereda el gen defectuoso de ambos progenitores. Las razas más afectadas son las siguientes:
Basenji
Bedlington Terrier
Boyero Australiano
Caniche
Cardigan Welsh Corgi
Cavalier King Charles Spaniel
Cocker Spaniel Americano
Golden Retriever
Labrador Retriever
Papillón
Pastor de Shetland
Pomerania
Rottweiler
Spaniel Tibetano
Setter Irlandés
Terrier Tibetano
En algunas razas, como el Old English Mastiff y el Bullmastiff, parece ser un gen dominante, por lo que el perro sólo necesita una copia del gen defectuoso para verse afectado.
En otros casos, como el del Husky Siberiano y el Samoyedo, parece estar relacionado con el sexo, puesto que los machos se ven afectados en mayor medida.
¿Es cierto que los perros pueden “ver” con el olfato?
Estudios recientes han revelado que existe una conexión neurológica entre el área del cerebro encargada de reconocer los olores y la encargada de procesar la visión. Esto sugiere que los perros pueden utilizar su sentido del olfato para determinar la ubicación de objetos y comprender el entorno que les rodea. La razón es a que los receptores olfativos de sus narices pueden detectar olores y enviar señales al cerebro, que a su vez interpreta la información recibida y se forma una idea del entorno.
Además de la conexión entre visión y olfato, los perros también tienen un agudo sentido del oído, identificando sonidos que indican peligro o presencia de animales u objetos cercanos. Además, su sentido del tacto también está muy desarrollado, lo que les permite sentir la textura de los objetos y las superficies y comprender así su entorno.
En general, las pruebas sugieren que los perros son capaces de utilizar una combinación de sus sentidos para interpretar su entorno. La conexión neurológica entre la vista y el olfato ha permitido comprender cómo funciona esto, indicando que los perros utilizan su sentido del olfato, oído y tacto para comprender su entorno. Sin duda, los perros ciegos pueden valerse de sus otros sentidos para llevar una vida plena y feliz.
Conclusiones
La Atrofia Retiniana Progresiva es una enfermedad ocular degenerativa hereditaria que termina en ceguera.
Otras enfermedades relacionadas con la Acromatopsia y la Displasia Retiniana.
El diagnóstico y el tratamiento precoces son fundamentales para ralentizar la progresión de la enfermedad.
Puede afectar a cualquier raza de perro, pero es más común en ciertas razas.
Por desgracia, la ARP no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.
Es importante tener en cuenta la naturaleza hereditaria de la enfermedad a la hora de criar y realizar pruebas a los perros antes de la cría.
Existen tratamientos que ayudan a ralentizar la progresión de la enfermedad
También puedes adoptar medidas que mejorarán la calidad de vida de tu perro
Los perros utilizan una combinación de sus sentidos para interpretar su entorno
