Gastroenteritis en los perros: Cómo detectarla, remedios y cómo prevenirla

La gastroenteritis es una afección que consiste en la inflamación del tracto gastrointestinal, que comprende el estómago y los intestinos del perro. Es una enfermedad bastante común y puede estar causada por infecciones víricas o bacterianas, parásitos, indiscreciones dietéticas o alergias alimentarias.

Los síntomas más comunes de la gastroenteritis en perros incluyen vómitos, diarrea, dolor abdominal y letargo. Sin embargo, dado que estos síntomas no son específicos de la gastroenteritis, es importante consultar a un veterinario para descartar otras afecciones más graves.

En algunos casos, la gastroenteritis puede evolucionar a una forma grave conocida como gastroenteritis hemorrágica (HGE), que es un síndrome cuyas causas se desconocen y que se presenta con diarrea sanguinolenta, vómitos, deshidratación y desequilibrios electrolíticos. Esta forma de gastroenteritis requiere un tratamiento rápido y agresivo, que incluye hospitalización y fluidoterapia intravenosa.

Para prevenir la gastroenteritis de tu perro, resulta esencial que evites la exposición a posibles desencadenantes, como alimentos contaminados, agua sucia y toxinas ambientales. Una dieta sana y equilibrada y tratar de no establecer cambios bruscos en su alimentación también puede ayudar a reducir el riesgo de gastroenteritis. Además, practicar una buena higiene, como lavarse las manos con regularidad y mantener limpia la zona donde vive el perro, puede ayudar a prevenir la propagación de agentes infecciosos que pueden causar esta enfermedad.

¿Qué es la gastroenteritis y cómo puede afectar a mi perro?

La gastroenteritis es una enfermedad que provoca la inflamación del tracto gastrointestinal, el cual incluye el estómago y los intestinos. Puede presentarse como una enfermedad aguda o crónica, con síntomas de duración variable.

Mi perro tiene gastroenteritis aguda

La gastroenteritis aguda en perros es una inflamación de corta duración del tracto gastrointestinal. Suele durar entre unos días y una semana y se caracteriza por la aparición repentina de vómitos, diarrea, dolor abdominal y letargo.

En la mayoría de los casos, este tipo de gastroenteritis está causado por infecciones víricas o bacterianas, ingestión de alimentos en mal estado o contaminados, o indiscreción dietética. En raras ocasiones, puede deberse a afecciones médicas subyacentes como la pancreatitis o la enfermedad inflamatoria intestinal.

Mi perro tiene gastroenteritis crónica

La gastroenteritis crónica en los perros dura varias semanas o incluso meses. Se caracteriza por vómitos y diarrea persistentes o recurrentes, pérdida de peso y letargo.

Esta gastroenteritis puede estar causada por diversos factores, por ejemplo, la intolerancia alimentaria, las alergias alimentarias, los trastornos inmunomediados y afecciones médicas subyacentes, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la pancreatitis o el cáncer.

Si tu perro sufre gastroenteritis crónica, es posible que pierda el apetito y si no recibe tratamiento, podría alcanzar un estado de desnutrición. También puede desarrollar anemia, desequilibrios electrolíticos y deshidratación. En casos graves, la gastroenteritis crónica puede provocar daños intestinales y la formación de tejido cicatricial, lo que puede comprometer aún más la salud del perro.

Es importante que consultes a un veterinario si tu perro presenta cualquier signo de gastroenteritis, ya sea aguda o crónica. Un diagnóstico y tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir complicaciones y mejorar su salud y bienestar general.

En la mayoría de los casos, la gastroenteritis se desencadena por el mecanismo de defensa natural del organismo para eliminar patógenos o alimentos en mal estado del tubo digestivo.

Es importante tomar medidas para evitar la deshidratación en los perros con gastroenteritis, lo que puede conseguirse asegurándose de que beban mucho líquido.

Por otro lado, si los síntomas persisten durante más de unos días o se vuelven crónicos, acude al veterinario, antes de que se produzcan complicaciones graves de deshidratación, insuficiencia renal o incluso septicemia, si no se trata eficazmente la bacteria subyacente.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de gastroenteritis en los perros?

  • Tu perro ha comido alimentos en mal estado. El consumo de alimentos en mal estado o contaminados es una causa frecuente de gastroenteritis en los perros. Esto puede ocurrir si el perro consume alimentos que se han dejado fuera durante demasiado tiempo o si la comida se ha echado a perder. Los síntomas de gastroenteritis causada por alimentos en mal estado pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Ingesta de cuerpos extraños. La ingestión de cuerpos extraños, como juguetes, huesos u otros objetos no comestibles, puede causar obstrucción o irritación en el tubo digestivo y provocar gastroenteritis. Dependiendo de la gravedad de la obstrucción, puede provocar vómitos, diarrea, dolor abdominal o incluso una urgencia quirúrgica.
  • Ingesta de toxinas. Algunas toxinas pueden causar gastroenteritis en los perros. Estas pueden incluir productos químicos, pesticidas o plantas venenosas. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de toxina y pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Infecciones bacterianas, víricas, fúngicas o parasitarias. Algunos de los tipos más comunes de infecciones que pueden causar gastroenteritis incluyen Salmonella, E. coli y Campylobacter. Las infecciones víricas como el parvovirus o el coronavirus también pueden causar gastroenteritis en los perros.
  • Enfermedades hepáticas, pancreáticas y renales. Ciertas enfermedades hepáticas, pancreáticas y renales pueden causar gastroenteritis en los perros. Este tipo de enfermedades pueden afectar al funcionamiento normal del sistema digestivo, provocando síntomas como vómitos y diarrea.
  • Parásitos intestinales, como lombrices. Los parásitos como los ascáridos, los anquilostomas y los tricocéfalos pueden causar gastroenteritis en los perros. Estos parásitos pueden causar inflamación en el tracto digestivo provocando vómitos, diarrea y otros síntomas gastrointestinales.
  • Alergias alimentarias. Algunos perros pueden tener alergias alimentarias que pueden causar gastroenteritis. Estas alergias pueden causar inflamación en el tracto digestivo provocando vómitos, diarrea y otros síntomas gastrointestinales.
  • Úlceras gastrointestinales. Las úlceras en el estómago o los intestinos pueden causar gastroenteritis en los perros. Estas úlceras pueden ser causadas por una variedad de factores como el estrés, infecciones o medicamentos. Los síntomas de la gastroenteritis causada por úlceras pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Ciertos tumores y cánceres del tracto gastrointestinal. Estos pueden incluir tumores en el estómago, los intestinos o el colon. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad del tumor y pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Intususcepción. La intususcepción es una afección grave en la que parte del intestino se pliega sobre sí mismo, causando una obstrucción. Esto puede provocar síntomas como vómitos, diarrea y dolor abdominal, y puede ser una urgencia quirúrgica

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la gastroenteritis en los perros?

  • Vómitos y náuseas. El vómito es uno de los síntomas más comunes de gastroenteritis en perros. A menudo aparece espumoso y puede tener un color amarillo después de que el estómago se haya vaciado. La presencia de vómito puede provocar deshidratación al perro y también puede indicar otros problemas médicos y, por lo tanto, es importante llevarlo al veterinario para que este pueda realizar un diagnóstico correcto. Las náuseas también pueden hacer que tu perro se muestre letárgico o inactivo.
  • Diarrea. Puede ir acompañada de sangre o mucosidad y es importante prestarle atención, porque puede causar deshidratación y empeorar la condición del perro. Si la diarrea es grave o dura más de unos pocos días, acude al veterinario.
  • Deshidratación. Si tu perro tiene gastroenteritis con vómitos y diarrea frecuentes, se produce una pérdida de líquidos y electrolitos que afecta al funcionamiento de su organismo. La deshidratación puede provocar shock, fallo orgánico e incluso la muerte si no se trata adecuadamente. Los principales signos de deshidratación en el perro incluyen letargo, sequedad de encías y nariz, ojos hundidos, pérdida de elasticidad en la piel y micción reducida.
  • Dolor abdominal. Si tu perro sufre dolor abdominal, es probable que adquiera una postura arqueada o emita gemidos o gruñidos. Además, puede negarse a comer. El dolor abdominal es señal de que algo va mal en el tracto gastrointestinal y puede ser grave, así que es conveniente ponerse en contacto con el veterinario.
  • Falta de apetito. Si tu perro se niega a comer, asegúrate de mantenerlo hidratado y si dura más de un día, llama al veterinario.
  • Letargo. El letargo es común en perros con gastroenteritis y se manifiesta como una inactividad excesiva en el perro, que parece dormir más y tener menos energía. Si esta situación es severa o se prolonga varios días, acude al veterinario para descartar una condición médica grave.

¿Cómo se diagnostica la gastroenteritis en los perros?

La diagnosis de la gastroenteritis en los perros se basa en un proceso de exclusión, durante el cual el veterinario irá eliminando o descartando otras posibles causas más graves de los síntomas que manifiesta tu perro.

Lo primero que hará será realizar un examen físico completo del perro, teniendo en cuenta su historial médico y cualquier signo o síntoma que pueda presentar. Seguramente te hará preguntas sobre su dieta, cambios recientes de alimentos o golosinas, exposición reciente a parásitos o agentes infecciosos y otras posibles fuentes de trastornos gastrointestinales.

Durante este examen, el veterinario buscará evidencias de deshidratación, dolor abdominal, sensibilidad, hinchazón o gases, inflamaciones o cualquier otra anomalía física. También registrará la temperatura y otras constantes vitales (frecuencia cardiaca y respiratoria) del perro.

Para ayudar a confirmar el diagnóstico, el veterinario puede recomendar una serie de pruebas diagnósticas. Los análisis de sangre pueden ayudar a evaluar la salud general del perro e identificar cualquier enfermedad o infección subyacente que pueda estar contribuyendo a la gastroenteritis. Las pruebas fecales pueden ayudar a identificar la presencia de parásitos o agentes infecciosos, como bacterias o virus, que puedan estar causando los síntomas. Los análisis de orina detectan infecciones del tracto urinario, enfermedades renales, deshidratación, glucosa en orina, etc. Las radiografías o ecografías ayudarán a visualizar cualquier anomalía, obstrucción intestinal o inflamación dentro del tracto gastrointestinal.

En algunos casos, el veterinario puede recomendar pruebas adicionales, como la endoscopia, para evaluar más a fondo el tracto gastrointestinal y recoger muestras de tejido para su análisis. Los hemogramas indican la presencia de deshidratación e infección, la química sérica y electrolitos detectan anomalías en los sistemas orgánicos y desequilibrios causados por los vómitos y la diarrea.

Cómo se trata la gastroenteritis en los perros

El tratamiento de la gastroenteritis en perros suele implicar abordar la causa subyacente de la afección, así como proporcionar cuidados de apoyo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. La gravedad de la enfermedad y el estado general de salud de cada perro determinarán el tratamiento adecuado.

El tratamiento de la gastroenteritis busca en primer lugar la rehidratación y el restablecimiento del equilibrio electrolítico de la sangre (sodio, potasio y cloruro). Dependiendo del grado de deshidratación, esta reposición de líquidos se administrará por vía oral, subcutánea (bajo la piel) o intravenosa.

Cómo tratar un caso leve de gastroenteritis en tu perro

Los casos leves de gastroenteritis pueden requerir únicamente cuidados de apoyo, como reposo y una dieta blanda. Esto puede implicar dar al perro comidas pequeñas y frecuentes de un alimento bajo en grasas y muy fácil de digerir, como pollo hervido y arroz, con el fin de reducir la carga de trabajo del aparato digestivo y aportar nutrientes esenciales.

Además, es posible que tu veterinario te recomiende no darle de comer durante 12 a 24 horas para que el tracto gastrointestinal descanse y se cure.

Cómo tratar un caso grave de gastroenteritis en tu perro

En los casos más graves, puede ser necesaria la hospitalización para proporcionar cuidados intensivos y evitar la deshidratación.

Pueden administrarse líquidos y electrolitos por vía intravenosa para rehidratar al perro y corregir cualquier desequilibrio. También pueden administrarse medicamentos, como fármacos contra las náuseas o la diarrea, para controlar los síntomas.

Cómo tratar un caso de gastroenteritis bacteriana o parasitaria

  • En los casos en que la causa de la gastroenteritis sea bacteriana o parasitaria, pueden prescribirse antibióticos o antiparasitarios. Estos medicamentos se dirigen a los organismos específicos responsables de la infección y ayudan a su eliminación del organismo del perro.
  • Es importante que sigas las instrucciones de tu veterinario al pie de la letra y que realices los cambios dietéticos o de estilo de vida que te recomiende. Con el tratamiento y los cuidados adecuados, la mayoría de los perros se recuperan de la gastroenteritis en unos días o una semana.
  • Los antibióticos más utilizados para tratar la gastroenteritis en los perros son el metronidazol o la ampicilina y deben ser recetados por el veterinario.
  • También pueden utilizarse fármacos antidiarreicos para alterar la motilidad (actividad) intestinal una vez descartada la obstrucción intestinal u otros problemas mecánicos y anatómicos.
  • Los agentes modificadores de la motilidad no suelen recomendarse si el perro padece una colitis grave.
  • Otros medicamentos frecuentes son los antieméticos (contra los vómitos) y los protectores gastrointestinales (para prevenir las úlceras de estómago).

¿Qué es la gastroenteritis hemorrágica y cómo afecta a los perros?

La gastroenteritis hemorrágica (HGE) es una enfermedad grave que requiere atención médica urgente. Los síntomas son vómitos profusos, diarrea sanguinolenta, dolor abdominal, deshidratación y letargo. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición repentina de estos síntomas y puede ser mortal si no se trata.

Aún no se conoce con exactitud la causa de la gastroenteritis hemorrágica. Sin embargo, se cree que puede estar desencadenada por diversos factores, como el estrés, la ingestión de algún producto tóxico o alimento contaminado o en mal estado, la ingestión de un objeto extraño y las infecciones virales, parasitarias o bacterianas.

La HGE es más común en razas pequeñas y de juguete, como el Yorkshire Terrier, el Schnauzer miniatura o el Shih Tzu. Sin embargo, cualquier raza de perro puede desarrollar esta enfermedad. La edad y el sexo no parecen ser factores de riesgo significativos.

El tratamiento depende de la gravedad de la gastroenteritis hemorrágica. En los casos leves, el tratamiento puede consistir en cambios en la dieta y cuidados de apoyo, como reposo y medicación para controlar los vómitos y la diarrea. En los casos más graves, puede ser necesaria la hospitalización y la administración de líquidos y medicamentos por vía intravenosa para controlar la deshidratación y prevenir el shock.

Para prevenir la HGE, es esencial mantener una buena higiene y una nutrición adecuada para su perro. Evita darle de comer restos de comida, comida en mal estado o cualquier cosa que no sea específica para perros. Si sospechas que tu perro puede tener HGE o cualquier otro trastorno gastrointestinal, es importante que acudas inmediatamente al veterinario para garantizar un tratamiento y una recuperación rápidos.

La HGE en los perros no se vincula a la enfermedad humana. Sin embargo, debido a que sus causas son desconocidas, es aconsejable lavarse las manos después de manipular de forma rutinaria a tu perro, su ropa de cama y sus cuencos, así como después de limpiar sus desechos.

¿Se puede prevenir la gastroenteritis de los perros?

  • Vacunación. Asegúrate de que tu perro está al día en sus vacunas, para prevenir infecciones víricas que pueden causar gastroenteritis, como el moquillo, el parvovirus o el adenovirus.
  • Higiene. Una buena higiene te ayudará a prevenir la propagación de las infecciones. Lávate las manos después de tocar al perro o limpiar sus excrementos y mantén su espacio vital limpio y ordenado.
  • Dieta adecuada. Alimentar a tu perro con una dieta de alta calidad y que sea adecuada para su edad, raza y tamaño evitará las alergias alimentarias e indiscreciones dietéticas, que también suelen cursar con gastroenteritis. Una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales también fortalecerá el sistema inmunológico del perro, mejorando su salud en general.
  • Agua limpia. Proporcionar a tu perro agua limpia y fresca es esencial para prevenir la deshidratación y reducir el riesgo de infección. Asegúrate de cambiar el agua con frecuencia y de mantener limpio el bebedero.
  • Control de parásitos. Desparasitar regularmente al perro y tratarlo contra pulgas y garrapatas ayuda a prevenir infecciones parasitarias que pueden causar gastroenteritis, como ascárides, tenias y anquilostomas.

Siguiendo estas medidas preventivas, reducirás el riesgo de que tu perro desarrolle gastroenteritis y promover su salud y bienestar general.

Si aún así sospechas que tu perro ha contraído esta enfermedad, acude inmediatamente al veterinario para garantizar un diagnóstico y tratamiento rápidos.

¿Qué pronóstico tiene la gastroenteritis de mi perro?

El pronóstico de la gastroenteritis en perros suele ser bueno con una detección precoz y un tratamiento rápido. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los perros con gastroenteritis se recuperan totalmente en unos pocos días o en una semana.

Sin embargo, en algunos casos, pueden producirse complicaciones como deshidratación, desequilibrios electrolíticos o infecciones secundarias, que pueden requerir más tratamiento y seguimiento.

¿Qué razas de perro son más susceptibles de sufrir gastroenteritis?

Aunque la gastroenteritis puede afectar a perros de todas las razas, algunas pueden ser más propensas a padecerla, como:

  • Las razas pequeñas y de juguete, como el Chihuahua, el Yorkshire Terrier o el Schnauzer miniatura, son más propensas a desarrollar gastroenteritis, incluida la gastroenteritis hemolítica aguda. Esto podría deberse a que este tipo de razas presentan una tasa metabólica más alta, por lo que son más susceptibles a ciertos problemas de salud, como la gastroenteritis.
  • Las razas con un estómago sensible o alergias alimentarias, como el Bulldog y el Boxer. Estas razas pueden beneficiarse del consumo de una dieta especializada o de cuidados adicionales para cuidar su estado, reduciendo así el riesgo de sufrir gastroenteritis.
  • Los cachorros también corren un mayor riesgo de desarrollar gastroenteritis, ya que su sistema inmunitario aún se está desarrollando y es posible que no hayan desarrollado una defensa sólida contra determinados patógenos.
  • Asimismo, los perros de edad avanzada son propensos a la gastroenteritis, debido a los cambios relacionados con la edad en su sistema digestivo.

Es importante que conozcas los factores de riesgo de gastroenteritis para tu perro y tomes las medidas adecuadas para prevenirla. Si tu perro desarrolla gastroenteritis, una atención veterinaria rápida puede ayudar a prevenir complicaciones graves y garantizar una rápida recuperación.

Conclusiones

  • La gastroenteritis es una enfermedad común en los perros, que puede causar vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Puede deberse a causas diversas y no siempre podrás determinarlas.
  •  Los síntomas de la gastroenteritis en perros incluyen vómitos, diarrea, letargo y deshidratación.
  • La detección y el tratamiento precoces son esenciales para prevenir la deshidratación y otras complicaciones.
  • El tratamiento de la gastroenteritis puede incluir medicación, terapia de hidratación y cambios en la dieta.
  •  En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.
  • Las medidas preventivas incluyen una higiene adecuada, vacunación, control de parásitos y alimentación de alta calidad.
  • Las razas pequeñas y de juguete, los cachorros, los perros de edad avanzada o los que tienen sensibilidad alimentaria son más propensos a contraer esta enfermedad.
  • La gastroenteritis hemorrágica es una forma grave de gastroenteritis que puede ser mortal si no se trata y puede causar vómitos abundantes y diarrea sanguinolenta.
  • Proporcionar al perro agua limpia y fresca puede ayudar a prevenir la deshidratación y reducir el riesgo de infección.
  • Si crees que tu perro puede tener gastroenteritis, acude al veterinario.
  • Una dieta adecuada, el ejercicio regular y el mantenimiento de un peso saludable pueden ayudar a prevenir la gastroenteritis en los perros.

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