22 mayo, 2025

¿Cómo inyectar a un perro? Poner una inyección paso a paso

Es posible que, en algún momento de la vida de tu compañero canino, te encuentres ante la necesidad de administrarle un medicamento inyectable. Esta idea puede generar nerviosismo, especialmente si es tu primera vez, ¡pero no te preocupes! Con la información adecuada y la guía de tu veterinario, puedes aprender a hacerlo de manera segura y lo menos estresante posible para ambos.

Tu veterinario es tu principal aliado en este proceso y te enseñará la técnica más adecuada para poner las inyecciones a tu perro. Si inicialmente no te sientes con la confianza suficiente, él o ella puede administrar las primeras dosis. No obstante, si tu perro necesita inyecciones periódicas (por ejemplo, para tratar la diabetes o alergias), acudir a la clínica veterinaria cada vez puede ser complicado y costoso. Aprender a hacerlo en casa no solo es práctico, sino que también puede reducir el estrés de tu perro al evitar desplazamientos y esperas.

La mayoría de las veces, las inyecciones que tendrás que poner a tu perro en casa serán subcutáneas (bajo la piel), que son las más sencillas de administrar. Con un poco de práctica y paciencia, pronto te sentirás más seguro y se convertirá en una parte manejable de vuestra rutina.

Tabla de contenidos

¿Por Qué Podrías Necesitar Ponerle una Inyección a Tu Perro?

Veterinario examinando a un perro antes de una posible inyección.

Algunos medicamentos, como la insulina para perros diabéticos o ciertos tratamientos para alergias, solo pueden administrarse por vía inyectable. Dado que requieren una aplicación regular (a veces diaria), es muy común y práctico que tu veterinario te capacite para hacerlo tú mismo en la comodidad de vuestro hogar.

Dependiendo de la formulación y del tipo de medicamento, los fármacos inyectables pueden administrarse por varias vías:

  • Por vía intravenosa (IV): inyección directa en una vena. Este tipo de inyección generalmente la realiza solo el personal veterinario.
  • Inyección intramuscular (IM): en un músculo. Aunque algunos dueños experimentados pueden aprender a administrarlas, suelen requerir más precisión.
  • Inyección subcutánea (SC o SQ): directamente bajo la piel. Es la vía más común para la administración de medicamentos en casa por parte de los dueños, debido a su relativa facilidad y seguridad.

La mayoría de los medicamentos inyectables que aplicarás en casa están diseñados para la vía subcutánea. Las agujas modernas son muy finas y tienen puntas afiladas diseñadas para minimizar cualquier molestia, por lo que muchos perros apenas notan el pinchazo, especialmente si se utiliza una técnica adecuada y se les distrae correctamente.

Tu veterinario te proporcionará las agujas y jeringas del tamaño adecuado para tu perro y el medicamento específico.

La Importancia de la Guía Veterinaria: Tu Principal Aliado

Antes de siquiera pensar en administrar la primera inyección, es fundamental una sesión detallada con tu veterinario. No te limites a una demostración rápida. Considera esta formación como una parte esencial del tratamiento de tu perro.

  • Demostración Práctica y Supervisada: Pide a tu veterinario que te muestre el procedimiento completo varias veces. Luego, practica tú bajo su supervisión directa hasta que ambos os sintáis cómodos y seguros.
  • Resolución de Dudas: ¡No hay preguntas tontas! Anota todas tus dudas: tipo exacto de aguja y jeringa, cómo cargar la medicación sin burbujas, conservación del fármaco (¿nevera?, ¿temperatura ambiente?), cómo verificar la dosis, el ángulo y profundidad correctos, qué hacer si el perro se mueve, si sangra un poco, o si sospechas que la dosis no se administró completamente.
  • Manejo del Medicamento: Comprende cómo se almacena el medicamento, si necesita ser reconstituido (mezclado), y cómo verificar la fecha de caducidad.

Preparación Detallada Antes de la Inyección: Claves para el Éxito y la Calma

Una buena preparación es la mitad del trabajo y puede marcar una gran diferencia en cómo tu perro (y tú) experimentáis el proceso.

1. Prepara el Material y el Entorno

  • Lista de Verificación del Material: Ten todo a mano ANTES de ir a buscar a tu perro. Esto incluye:
    • Jeringa y aguja nuevas y estériles del tamaño correcto (proporcionadas por tu veterinario).
    • El medicamento (verifica la dosis y la fecha de caducidad).
    • Algodón (algunos veterinarios recomiendan limpiar el vial con alcohol, otros no tanto la piel del perro, sigue sus indicaciones).
    • Un premio de alto valor para tu perro.
    • Contenedor para objetos punzantes para desechar la aguja de forma segura.
  • Crea un Ambiente Tranquilo: Elige un lugar familiar, cómodo y libre de ruidos o distracciones. Si tu perro tiene una cama o manta favorita, puedes usarla. Asegúrate de que esté relajado y no excitado por un juego o paseo reciente.

2. Prepara Psicológicamente a tu Perro (Desensibilización)

Si sabes que tu perro necesitará inyecciones regulares, puedes trabajar para reducir su ansiedad:

  • Acostúmbralo al Manejo: Días o semanas antes, manipula suavemente la zona donde aplicarás la inyección (generalmente la piel suelta del cuello o lomo) mientras le das caricias y premios.
  • Asociación Positiva con la Jeringa (sin aguja): Muéstrale la jeringa (sin aguja y tapada), deja que la olfatee y prémialo. Toca suavemente su piel con la jeringa tapada y vuelve a premiar. El objetivo es que no asocie la jeringa únicamente con el pinchazo.

3. Tu Calma es Contagiosa: Prepárate Mentalmente

Es normal sentirse nervioso, pero recuerda que tu perro es muy perceptivo a tu estado de ánimo. Si tú estás tenso, él también lo estará.

  • Respira Profundo: Antes de empezar, toma unas cuantas respiraciones profundas.
  • Visualiza el Éxito: Imagina que realizas el procedimiento con calma y eficacia.
  • Actitud Positiva: Aunque sea un procedimiento médico, intenta abordarlo con una actitud lo más calmada y positiva posible. Tu perro lo notará.
Perro recibiendo una vacuna de un veterinario, mostrando la importancia de la calma.

Cómo Poner una Inyección Subcutánea a tu Perro: Guía Paso a Paso para Dueños Primerizos

A continuación, detallamos los pasos para administrar una inyección subcutánea. Recuerda que tu veterinario te habrá enseñado esto de forma práctica.

Paso 1: Reconfirma el Medicamento y la Dosis

Antes de cargar la jeringa, verifica una vez más que tienes el medicamento correcto y la dosis exacta prescrita por tu veterinario. Lee la etiqueta del vial y las instrucciones de la receta.

Paso 2: Prepara la Jeringa con Precisión

Lávate bien las manos. Si tu veterinario lo indicó, esteriliza la parte superior del frasco del medicamento con una bola de algodón humedecida en alcohol. Retira el capuchón de la aguja con cuidado (¡no te pinches!). Inserta la aguja estéril en el tapón de goma del vial de la medicación.

Invierte el vial (ponlo boca abajo). Tira del émbolo de la jeringa para extraer el medicamento. Es común extraer un poco más de la dosis necesaria y luego ajustar el contenido, empujando el exceso lentamente de vuelta al vial. Esto también ayuda a expulsar las burbujas de aire que puedan haberse formado. Asegúrate de que no queden burbujas grandes; pequeñas burbujitas como espuma no suelen ser un problema en inyecciones subcutáneas, pero las grandes deben eliminarse. Para ello, con la aguja apuntando hacia arriba, da unos golpecitos suaves a la jeringa para que las burbujas suban y luego presiona el émbolo con cuidado hasta que salga una pequeña gota de medicamento por la punta de la aguja. Vuelve a tapar la aguja con su protector si no vas a inyectar inmediatamente, apoyándola en una superficie limpia.

Paso 3: Sujeción Segura y Amable (Busca Ayuda si es Necesario)

Si es tu primera vez, o si tu perro es inquieto, no dudes en pedir ayuda a un amigo o familiar. Una persona puede sujetar y tranquilizar al perro mientras tú te concentras en la inyección.

  • Con ayuda: La persona que ayuda puede colocar al perro sobre una superficie estable (mesa para perros pequeños, suelo para grandes) y abrazarlo suavemente pero con firmeza, controlando la cabeza y el cuerpo. Puede distraerlo con caricias o hablándole con voz suave.
  • Sin ayuda (para perros muy tranquilos y acostumbrados): Puedes colocar a tu perro entre tus piernas si es pequeño, o administrar la inyección mientras está de pie o tumbado relajadamente. Algunos dueños encuentran útil dar la inyección mientras el perro está comiendo su ración de comida o un snack muy apetitoso.

Un entorno relajado es importante para todos los implicados. Si estás estresado, tu perro también se mostrará nervioso.

Paso 4: Localiza el Punto de Inyección

Mostrando cómo hacer un pliegue en la piel del cuello del perro para una inyección subcutánea.

El lugar más común y sencillo para una inyección subcutánea es la piel suelta a lo largo de la espalda, entre los omóplatos (la cruz) o en los costados del lomo. Evita la línea media de la espalda directamente sobre la columna. Con tu mano no dominante, pellizca suavemente un trozo de esta piel suelta, formando una especie de «tienda de campaña». El hueco que se forma en la base de esa tienda es donde introducirás la aguja.

Si la inyección es de insulina, es muy importante alternar los sitios de inyección para evitar irritaciones y problemas de absorción. Tu veterinario te indicará las zonas recomendadas y un patrón de rotación.

Si vas a administrar inyecciones de manera regular, no las pongas siempre exactamente en el mismo punto. Desplaza la inyección unos centímetros cada vez para que la zona no se irrite o se formen nódulos.

Paso 5: Administra el Medicamento

Retira el protector de la aguja. Sujeta la jeringa como si fuera un dardo o un lápiz. Con un movimiento decidido, calmado y rápido, inserta la aguja en la base del pliegue de piel que has formado. La aguja debe entrar de forma casi paralela a la espalda del perro (un ángulo de unos 30-45 grados respecto a la piel del pliegue). La idea es que la aguja quede en el espacio subcutáneo, no en el músculo ni atravesando la piel por el otro lado.

Veterinario administrando una inyección subcutánea a un perro cocker spaniel.

Una vez introducida la aguja hasta su base (o la profundidad que te indicó el veterinario), suelta el pellizco de piel con cuidado para no mover la aguja. Tira muy ligeramente del émbolo hacia atrás (aspirar). Si entra sangre en la jeringa, significa que has alcanzado un pequeño vaso sanguíneo. No te alarmes; simplemente retira la aguja, cámbiala si es posible (o usa la misma si es la única dosis y no hay otra aguja estéril disponible, aunque es preferible cambiarla) y busca un nuevo punto de inyección a unos centímetros del anterior. Si no sale sangre (lo más habitual), empuja el émbolo suavemente y a una velocidad constante para inyectar todo el medicamento.

¡Importante! No coloques el dedo sobre el émbolo mientras insertas la aguja. Solo cuando la aguja esté correctamente colocada, procede a empujar el émbolo. Esto evita inyecciones accidentales si el perro se mueve bruscamente.

Paso 6: Retira la Aguja y Recompensa

Cuando hayas vaciado la jeringa, retira la aguja con un movimiento rápido y por el mismo ángulo por el que entró. Inmediatamente después, ¡muchos elogios y su premio favorito! Esto ayuda a que tu perro asocie la experiencia con algo positivo al final.

Puedes presionar suavemente el punto de inyección con un algodón limpio durante unos segundos si hay una gotita de sangre, pero evita frotar. Es normal que salga una pequeña gota de medicamento o sangre.

Paso 7: Descarte Seguro de Materiales

Nunca tires la aguja y la jeringa directamente a la basura común. Coloca la aguja (con su capuchón puesto si es posible, o directamente sin reencapsular para evitar pinchazos accidentales) y la jeringa en un contenedor específico para objetos punzantes. Puedes adquirir uno en farmacias o preguntar a tu veterinario cómo desecharlos correctamente. A menudo, las clínicas veterinarias aceptan estos contenedores llenos.

Nunca reutilices jeringas ni agujas, ni siquiera con el mismo perro y el mismo medicamento. Esto es crucial para prevenir infecciones y asegurar que la aguja esté siempre lo más afilada y menos dolorosa posible.

¿Qué Pasa si mi Perro se Mueve Durante la Inyección? (Manejando Imprevistos)

Cachorro recibiendo una inyección, es importante que esté calmado.
  • Si tu perro suele moverse, la distracción es clave. Ofrécele una golosina de muy alto valor (un trocito de pollo, queso, o su snack favorito reservado solo para estas ocasiones) justo antes y durante el pinchazo.
  • Como mencionamos, pedir a alguien que te ayude a sujetarle con firmeza pero con cariño es la mejor opción para perros inquietos.
  • Administrar la inyección mientras está comiendo su ración de comida puede funcionar muy bien.
  • Si tienes que administrar inyecciones a tu perro de manera regular, con una técnica calmada y refuerzo positivo, es muy probable que se acostumbre y se quede más quieto con el tiempo.
  • No te preocupes en exceso por si la aguja se rompe; es muy poco probable que una aguja de calidad se rompa dentro de la piel. Si tu perro se mueve bruscamente y la aguja se dobla o sale, es mejor eso a que la inyección se administre incorrectamente. Simplemente, con calma, prepara una nueva dosis si es necesario y el veterinario lo indica.
  • Si tu perro se mueve mucho y no estás seguro de que haya recibido toda la dosis del medicamento (por ejemplo, si parte del líquido se derrama), NO administres una segunda dosis por tu cuenta. Ponte en contacto con tu veterinario inmediatamente para que te indique cómo proceder. Administrar más medicamento del necesario podría ser perjudicial.

Cuidados Esenciales Después de la Inyección y Observación Atenta

Una vez administrada la inyección, tu labor no ha terminado. Es importante observar a tu perro y ofrecerle confort.

1. Recompensa y Refuerzo Positivo Inmediato

Ya lo mencionamos, pero vale la pena repetirlo: justo después del procedimiento, independientemente de cómo haya ido, ofrece a tu perro muchos elogios, caricias y ese premio especial. Queremos que la experiencia termine con la asociación más positiva posible.

2. Observación del Perro: Reacciones Normales y Señales de Alerta

  • Reacciones Comunes y Leves:
    • Una leve sensibilidad o pequeña hinchazón en el sitio de la inyección durante unas horas o un día.
    • Puede que se lama un poco la zona.
    • Si es una vacuna, a veces pueden estar un poco más apagados o somnolientos durante 24-48 horas.
    • Una pequeña «bolita» o nódulo puede formarse bajo la piel en el sitio de la inyección, especialmente con algunas vacunas o medicamentos. Suele desaparecer por sí sola en días o pocas semanas. Masajear suavemente (si no le duele) puede ayudar, pero consulta a tu veterinario si persiste, crece o le molesta.
  • Signos de Alerta (Cuándo Contactar al Veterinario INMEDIATAMENTE):
    • Hinchazón excesiva, calor, enrojecimiento marcado o dolor agudo en el punto de inyección que empeora o no mejora.
    • Cojera persistente (si la inyección fue cerca de una extremidad, aunque es menos común con las SC bien administradas).
    • Fiebre (letargo significativo, falta total de apetito, nariz seca y caliente, temblores).
    • Vómitos o diarrea persistentes.
    • Dificultad para respirar, hinchazón de la cara, labios o párpados, urticaria (ronchas por el cuerpo): estos son signos de una reacción alérgica grave (anafilaxia) y requieren ATENCIÓN VETERINARIA URGENTE.
    • Cualquier comportamiento que te preocupe o que sea muy diferente al habitual de tu perro tras una inyección.

3. Manejo de Pequeñas Molestias

Si solo hay una leve molestia, asegúrate de que tu perro esté cómodo y tenga un lugar tranquilo para descansar. Evita manipular en exceso la zona de la inyección. No apliques pomadas o remedios caseros sin consultar antes a tu veterinario.

Si es una vacuna, es recomendable evitar el ejercicio intenso durante las 24-48 horas siguientes para permitir que el sistema inmunitario trabaje adecuadamente y minimizar el malestar.

Comprendiendo y Manejando la Ansiedad de tu Perro (Psicología Canina)

Para muchos perros, el proceso de inyección puede ser estresante. Entender por qué y cómo ayudarles es parte de un cuidado responsable.

¿Por Qué tu Perro Puede Tener Miedo?

  • Experiencias Previas: Si ha tenido experiencias negativas en el veterinario o con manipulaciones.
  • Sujeción: Ser sujetado firmemente puede hacerle sentir vulnerable o atrapado.
  • Dolor o Molestia: Aunque las agujas modernas minimizan el dolor, sigue siendo un pinchazo.
  • Tu Propia Ansiedad: Como hemos dicho, si estás nervioso, tu perro lo notará y se pondrá alerta.

Señales de Estrés y Ansiedad a Reconocer

Aprende a leer el lenguaje corporal de tu perro:

  • Jadeo excesivo (cuando no hace calor ni ha hecho ejercicio)
  • Bostezos repetidos
  • Relamerse los labios o la nariz (licking lips)
  • Cola entre las patas
  • Orejas hacia atrás o pegadas a la cabeza
  • Temblores
  • Evitar la mirada, girar la cabeza
  • Intentar esconderse o huir
  • Rigidez corporal
  • Vocalizaciones (lloriqueos, gruñidos bajos)

Estrategias para un Procedimiento Menos Estresante

  • Refuerzo Positivo Siempre: Usa premios de alto valor antes, durante (si es posible) y siempre después.
  • Distracción Efectiva: Un juguete interactivo con comida (tipo Kong untado con algo delicioso), que alguien le ofrezca comida de una cuchara mientras pinchas.
  • Feromonas Apaciguadoras: Considera usar un difusor de feromonas caninas en la habitación 30 minutos antes, o un spray en su manta (no directamente sobre el perro justo antes de pinchar). Consulta a tu veterinario sobre collares de feromonas si la ansiedad es un problema general.
  • Técnicas de Relajación: Si tu perro responde bien, masajes suaves o técnicas como Tellington TTouch (si estás familiarizado) pueden ayudar a calmarlo antes.
  • Evita el Castigo: Nunca regañes o castigues a tu perro por tener miedo o moverse. Solo empeorará la situación y dañará vuestro vínculo.
  • Rutina y Previsibilidad (Positiva): Si las inyecciones son diarias, intenta que el procedimiento sea lo más rutinario y predecible posible (mismo lugar tranquilo, mismos pasos calmados, misma recompensa increíble al final).

Inyecciones Específicas: Insulina e Intramusculares

Cómo Inyectar Insulina a mi Perro

Si tu perro sufre diabetes, la administración precisa de las inyecciones de insulina es vital. Sigue al pie de la letra las instrucciones de tu veterinario respecto a la dosis, el tipo de insulina, las jeringas específicas para insulina (¡son diferentes!), el manejo del vial (algunas insulinas se ruedan suavemente, no se agitan) y el horario.

Generalmente, a menos que tu veterinario te indique lo contrario, alimenta a tu perro ANTES de administrar la insulina (o una porción de su comida, según la pauta). Esto es para asegurar que haya glucosa disponible cuando la insulina comience a actuar.

Esteriliza el tapón de goma del vial con alcohol antes de cada uso. Extrae la cantidad prescrita en la jeringa de insulina.

Tu veterinario te indicará la zona más adecuada y la importancia de rotar los puntos de aplicación para evitar dolor y problemas de absorción. Suelen ser inyecciones subcutáneas en los costados del tórax o abdomen, alternando lados.

Alterna el lugar de la aplicación cada vez, para evitar el dolor y la formación de tejido cicatricial que podría afectar la absorción de la insulina. Lleva un registro si es necesario.

Consulta INMEDIATAMENTE a tu veterinario si tu perro no come, come menos de lo normal, vomita poco después de comer, o si parece aletargado, débil o se tambalea ANTES o DESPUÉS de la administración de la inyección. Estos podrían ser signos de hipoglucemia (azúcar bajo en sangre) o hiperglucemia (azúcar alto).

Si por accidente te inyectas la insulina de tu perro, consulta a tu médico, ya que puede afectar a tus niveles de azúcar en sangre.

Jeringa de insulina preparada para administrar a un perro diabético.

¿Y si Tengo que Aplicar una Inyección Intramuscular?

Cachorro recibiendo una vacuna, que podría ser intramuscular si la administra un veterinario.
  • Las inyecciones intramusculares (IM) se administran en masas musculares específicas (como los músculos del muslo trasero o los lumbares). Son más complejas y potencialmente más dolorosas que las subcutáneas.
  • Generalmente, las inyecciones IM las administra el personal veterinario. Si, en un caso muy excepcional, tu veterinario considera que debes administrar una en casa, requerirá una formación mucho más exhaustiva. Él te ayudará a localizar los puntos de referencia anatómicos exactos y te explicará la técnica con sumo detalle (ángulo de 90 grados, profundidad, etc.).
  • Los principios de esterilidad, carga de la jeringa, aspiración para verificar que no se ha entrado en un vaso sanguíneo, y descarte seguro son similares, pero la precisión en la localización y la profundidad es crítica para evitar dañar nervios o vasos importantes.
  • Dada la complejidad, si no te sientes 100% seguro administrando una inyección IM, es mucho mejor que lo haga tu veterinario.

Consejos Adicionales para Dueños Primerizos: Abordando Miedos Comunes

Es Normal Sentirse Nervioso

Dar el primer pinchazo a tu querido amigo puede ser intimidante. ¡No estás solo en esto! Muchos dueños sienten aprensión al principio. Recuerda que lo haces por su salud y bienestar. Con la guía adecuada y un poco de práctica, ganarás confianza.

Errores Comunes a Evitar

  • Dudar o ser demasiado lento al insertar la aguja: Un movimiento fluido y decidido suele ser menos molesto.
  • No sujetar bien la piel o al perro: Puede llevar a una inyección mal colocada o a que el perro se escape.
  • Reutilizar agujas o jeringas: ¡Nunca! Aumenta el riesgo de infección y las agujas pierden filo, causando más dolor.
  • Olvidar el refuerzo positivo: La recompensa es clave para la cooperación futura.
  • No pedir ayuda o clarificación al veterinario: Siempre es mejor preguntar que cometer un error.

Preguntas Frecuentes (¿Qué Pasa Si…?)

  • ¿Qué pasa si mi perro grita o llora? Mantén la calma. Administra la inyección lo más rápido y suavemente posible. Consuélalo y prémialo inmediatamente después. Si esto sucede cada vez, habla con tu veterinario sobre estrategias para reducir el dolor o la ansiedad, o si es mejor que ellos administren la medicación.
  • ¿Qué pasa si sangra un poco en el punto de inyección? Es normal que aparezca una gotita de sangre. Presiona suavemente con un algodón limpio durante unos segundos. Si el sangrado es abundante o no para, contacta a tu veterinario.
  • ¿Qué pasa si se forma un bultito? Como se mencionó, un pequeño nódulo puede aparecer, especialmente con ciertas medicaciones o vacunas. Suele desaparecer solo. Obsérvalo y si crece, duele, o no desaparece en unas semanas, consulta a tu veterinario.
  • ¿Qué pasa si creo que he puesto mal la inyección (ej. atravesé la piel y el líquido salió por el otro lado)? No intentes administrar otra dosis. Llama a tu veterinario inmediatamente y explícale lo sucedido. Ellos te indicarán cómo proceder.

Conclusiones Reforzadas: Confianza y Bienestar Animal

  • Si tienes que administrar inyecciones a tu perro de manera regular, aprender a hacerlo en casa puede ser beneficioso para ambos, reduciendo el estrés y los costes.
  • La mayoría de las inyecciones que pondrás en casa son subcutáneas, la técnica más sencilla de aprender.
  • Tu veterinario es tu recurso más importante: te enseñará la técnica correcta, resolverá tus dudas y te apoyará en el proceso.
  • Las inyecciones intramusculares suelen ser administradas por personal veterinario debido a su mayor complejidad.
  • Con una buena técnica, preparación y refuerzo positivo, es probable que tu perro tolere bien las inyecciones.
  • Utiliza siempre material estéril y nuevo para cada inyección.
  • Pide ayuda si la necesitas, especialmente al principio o si tu perro es nervioso.
  • Asegúrate de eliminar correctamente las burbujas de aire de la jeringa según las indicaciones de tu veterinario.
  • Ante cualquier duda, complicación, o reacción adversa, no dudes en contactar a tu veterinario. Es mejor prevenir y asegurarse.
  • Si te pinchas a ti mismo por accidente, especialmente con medicamentos como la insulina, consulta a tu médico y/o al veterinario sobre el producto.

Recuerda, la práctica y la paciencia son claves. Lo que al principio parece una montaña, con el tiempo y la experiencia se convertirá en un procedimiento mucho más manejable. ¡Mucho ánimo!

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Amante de los animales, comencé a escribir este blog para responder a preguntas que nos hacemos todos los que tenemos la suerte de compartir nuestras vidas con perros. Me encanta disfrutar con mi perro de un día de playa, pero lamentablemente ésto sólo es posible en muy pocos lugares de España (de momento). Y no será por falta de superficie.... Espero, con este blog, ayudar a que cada vez sean más las personas que se se animen a realizar recogidas de firmas en sus municipios para que se habiliten más metros de costa con playas para perros.

2 Comments

  1. Antonio Reply

    El pasado lunes le puse 3 jeringas del medicamento contra la leishmaniosis y todo fue bien, En una se quedo como una bola y le di sus masajes. Anoche, me di cuenta que tenia como una zona mas abultads y al dar masajes, se quejo. hoy le tocaria porner otra dosis de ese medicamento. El veterinario esta de vacas pro aqui estamos en fiesta y me da miedo hacerle daño a mi perro. ¿Que me sugieren? Gracias

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