¿Qué hacer si mi perro come caca? Cómo evitarlo y qué problemas puede tener

Muchos perros roban alimentos de los cubos de la basura y comen cosas que nosotros consideramos desagradables o incluso repugnantes. Entre estas cosas, están las heces. A menudo, la caca de los gatos, perros y otros animales tienen un olor, textura y sabor que son atractivos para ellos.

Para evitar que tu perro coma caca, tendrás que limpiar adecuadamente el entorno en el que se mueve y supervisar a tu perro cuando se encuentre al aire libre.

Este hábito es bastante frecuente en los perros y puede deberse a razones conductuales, aunque también podría ser la respuesta a un problema médico subyacente, por lo que es recomendable acudir al veterinario.

¿Qué es la coprofagia?

La coprofagia es el consumo voluntario de heces. En el caso de los perros, este comportamiento puede ser conductual o debido a algún problema médico. Es importante que descubras por qué tu perro come caca y actuar en consecuencia.

En el caso de los perros, existen dos tipos principales de coprofagia:

Coprofagia intraespecífica

Estos perros consumen únicamente heces de perros. Algunos se comen sus propias heces (autocoprofagia), mientras que otros ingieren las cacas de otros perros (alacoprofagia)

Coprofagia interespecífica

Se trata de perros que comen heces de otros animales (gatos, conejos o incluso humanos).

Se cree que el hecho de que un perro coma caca puede deberse a distintos factores, como problemas nutricionales, la presencia de alguna enfermedad subyacente o causas conductuales.

¿Por qué come caca mi perro?

Los perros suelen mostrar tendencia a comerse las heces de otros animales cuando estas aparecen en su entorno habitual. Aunque hay pocos estudios sobre la coprofagia, muchos investigadores aseguran que se trata de una conducta heredada de sus ancestros lobunos.  Se cree que la razón por la que lo hacen es para reducir la exposición a parásitos intestinales transmitidos por las heces.

En el caso de los parásitos intestinales más frecuentes en las heces de los lobos, las larvas tardan al menos dos días en alcanzar el estado en que se vuelven infecciosas. Por tanto, si no se comieran las heces, los huevos eclosionarían en larvas, las cuales se convertirían en un agente infeccioso en el plazo de uno o dos días. Este tiempo puede variar, dependiendo tanto de la temperatura ambiente como del tipo de parásito. Sin embargo, si el lobo consume las heces frescas, las larvas aún no habrán tenido tiempo de convertirse en infecciosas, por lo que el riesgo es mucho menor para la manada. Parece ser que los perros han heredado este comportamiento.

Mi perro come caca por razones médicas

La coprofagia de tu perro podría deberse a algún problema médico que implicara una disminución en la absorción de nutrientes, causando molestias gastrointestinales o convirtiendo las heces en un “alimento” atractivo para tu perro.

En este caso, es preciso acudir al veterinario, para que pueda realizar un examen físico de tu perro, evaluar su dieta y analizar la frecuencia y consistencia de las heces, ya que estas son una importante fuente de información:

  • En las heces puede determinarse la presencia o no de parásitos.
  • Si las heces son demasiado blandas o se ven mal digeridas, puede ser necesario realizar nuevos análisis, ya que puede deberse a la existencia de parásitos o de alguna enfermedad, como la pancreatitis.
  • Tanto la mala digestión de los alimentos como la mala alimentación o las condiciones médicas que disminuyen la absorción, como las deficiencias de enzimas digestivas o parásitos, pueden dar lugar a una nutrición deficiente, con la consecuente falta de vitaminas, minerales y nutrientes. Esto hace que aumente el apetito del perro y puede conducirle a consumir heces.
  • Si las heces que encuentra tu perro tienen gran cantidad de material alimentario no digerido, también es posible que tu perro las consuma, sobre todo si tiene deficiencias nutricionales en su alimentación.
  • Las enfermedades que implican un aumento de apetito, como la diabetes, la enfermedad de Cushing, la enfermedad del tiroides o tratamientos con determinados medicamentos, como los esteroides, pueden provocar también un aumento de la ingestión de heces.
  • Si un perro desarrolla el gusto por las heces de otro perro determinado, sería importante someter a este último a pruebas veterinarias para detectar cualquier posible afección que implique una mala digestión de los alimentos. Coméntalo con el dueño del perro para que consulte a su veterinario.

La coprofagia de mi perro es un problema conductual

La ingestión de heces es bastante frecuente en los cachorros y suele desaparecer en la edad adulta. Este comportamiento podría deberse a varias causas:

  • Los cachorros investigan, juegan y experimentan con su entorno. Por ello, es posible que consuman heces si no están supervisados. Actúa con tranquilidad si tu cachorro lo hace, pues si reaccionas con demasiada intensidad, podrías reforzar este comportamiento.
  • En el caso de los cachorros, también podría deberse a un acto de imitación al comportamiento de su madre, ya que esta limpia e ingiere los excrementos del cachorro en el nido.
  • Si para castigar a tu perro cuando hace sus necesidades en casa utilizas la técnica de meter su nariz en las heces, estás actuando incorrectamente y podrías fomentar la coprofagia.
  • Los perros adultos asean y limpian a los cachorros recién nacidos, comiéndose sus excrementos por instinto. Además, suelen interaccionar olfateando y lamiendo las secreciones de sus compañeros de manada, lo que podría explicar también su tendencia a la coprofagia.
  • Los perros que pasan mucho tiempo solos o aislados de la familia son más propensos a comer heces. Asimismo, pasar demasiado tiempo confinado en un espacio pequeño puede hacer que aparezca este problema. De hecho, es frecuente en los perros rescatados de refugios en los que había demasiados perros.
  • Es posible que los perros que presentan comportamientos obsesivos o compulsivos sean más propensos a desarrollar coprofagia.
  • Si un perro vive con otro perro de edad avanzada o enfermo, es posible que consuma sus heces. Esto parece estar relacionado con el instinto de protección a la manada de posibles depredadores.

En el caso de la coprofagia se deba a razones conductuales, es importante intervenir cuanto antes para evitar que este comportamiento se convierta en un hábito. Una manera de hacerlo es interrumpiendo la acción con una orden o un rápido tirón de la correa. No le des una golosina inmediatamente después, pues podrías hacer que este comportamiento se convirtiera en una costumbre. Además, deberías comenzar a adiestrar a tu perro para eliminar esta conducta, acudiendo a un profesional en caso necesario.

¿Cómo puedo evitar que mi perro coma heces?

Cambio de dieta

Si la causa de la coprofagia de tu perro se debe a una mala nutrición, es posible que tu veterinario te recomiende una dieta más digerible o con diferentes fuentes de proteínas.

Si tu perro tiene una dieta calórica restringida, podrías mejorar esta situación utilizando alimentos ricos en fibra.

Consulta siempre a tu veterinario antes de cambiar la dieta de tu perro y realiza este cambio de manera gradual.

Suplementos vitamínicos

En algunos casos, la falta de vitamina B puede ser la causa de que tu perro coma caca, ya que la actividad microbiana de las heces sintetiza tiamina (vitamina B1). En las heces también se encuentran otros nutrientes que tu perro podría necesitar.

Suplementos de enzimas

En algunos casos, puede resultar interesante añadir suplementos de enzimas para mejorar la digestión o absorción de los nutrientes.

Higiene ambiental

Es importante mantener limpia el área del perro, incluyendo el patio, eliminando las cacas que pueda hacer.

Si tienes gato, mantén la caja de arena limpia y fuera del alcance del perro.

Supervisa a tu perro en los paseos y retira rápidamente sus cacas. Asimismo, evita que se coma las de otros perros.

Entrenamiento

Trabaja continuamente las órdenes “déjalo” o “escupe” y “ven”, para que te obedezca en caso de que intente acercarse a las heces que puedan encontrarse en el suelo.

Mi perro come heces de otros perros durante el paseo

Para evitar que tu perro se coma las cacas de otros perros sin que te des cuenta, puedes seguir una serie de pasos:

  • Pasea a tu perro con una correa. Además de ser obligatorio en muchos lugares, también es más seguro para tu perro. Podrás controlar lo que hace con facilidad y evitarás que pueda escaparse si se asusta o si ve algo que le atrae.
  • Recoge las heces de tu perro inmediatamente. Incluso si tienes un patio o jardín en el que podrías recoger la caca de tu perro más adelante, si tu perro tiene el hábito de comérsela, sal con él para controlar cuando la hace y retírala en ese mismo momento.
  • Enseña a tu perro la orden “déjalo”, para poder controlarlo incluso si estás lejos.
  • No le castigues, ya que podrías empeorar el comportamiento.

Diagnóstico de la coprofagia en los perros

Es posible que tu veterinario te pregunte sobre la dieta actual de tu perro y la frecuencia con que lo alimentas. Asimismo, querrá saber cuáles son sus actividades diarias, con el fin de averiguar si dispone de tiempo suficiente para jugar y pasear, o si pasa demasiado tiempo en casa o solo.

Además, realizará un examen físico para descartar problemas médicos. Además del peso, temperatura, pulso y presión sanguínea, es posible que tu veterinario realice un análisis de sangre para saber el estado de sus plaquetas y el recuento de glóbulos rojos y blancos.

Tu veterinario tratará de determinar si el perro sufre anemia o alguna infección bacteriana. Además, comprobará el buen funcionamiento de sus órganos, y es posible que solicite un análisis de orina y de heces, para medir la grasa fecal y la presencia de parásitos.

Tratamiento de la coprofagia canina

El tratamiento de la coprofagia canina pasa por tratar el problema médico subyacente:

  • Si tu perro sufre pancreatitis, es posible que el veterinario recomiende la sustitución de las enzimas digestivas por extractos de páncreas liofilizados de cerdo y ganado vacuno, que se espolvorean en la comida 30 minutos antes de la alimentación. Además, el perro tendrá que tomar algún suplemento dietético y vitaminas.
  • Si tu perro tiene parásitos, habrá que eliminarlos con el tratamiento desparasitador correspondiente.
  • Si su dieta es deficiente en algún nutriente, tendrás que comprar comida de mejor calidad. Es recomendable que busques siempre piensos de alta calidad para tu perro, pues repercutirá favorablemente en tu salud.
  • También es posible que tu perro necesite algún suplemento vitamínico o dietético. Por ejemplo, si tu perro sufre anemia, podría necesitar inyecciones de vitamina B12.
  • Si la coprofagia es conductual, el veterinario te recomendará aumentar el tiempo de juego y paseos. Evita en lo posible que tu perro se quede solo.
  • Probablemente tengas que comenzar un entrenamiento para reconducir la conducta de tu perro.

¿Cómo puedo enseñar a mi perro la orden “déjalo”?

Se trata de una orden muy útil, por lo que es recomendable que se la enseñes a tu perro. No solo para que ignore las heces que se encuentre, sino también para que no coma nada del suelo. De lo contrario, podría comerse algún hueso de pollo, con el consiguiente riesgo de asfixia o de que se clave una astilla, o tal vez un trozo de comida envenenada. Es muy importante que tu perro te obedezca y no coma nada que no le permitas comer.

Es posible que, en alguna ocasión, tu perro recoja del suelo algo antes de que le des la orden de ignorarlo, por lo que conseguir que lo escupa en cuanto se lo ordenes resulta imprescindible. También es importante que tu perro aprenda a tener algo apetitoso delante de sus narices y no tomarlo hasta que tú se lo ordenes. Este control podría librar a tu perro de muchos problemas.

Primeros pasos para que tu perro ignore las heces

  • Coloca una golosina en un puño y deja que tu perro trate de arrebatártela de cualquier manera, incluyendo movimientos con la pata, lametones o presión con el hocico. No abras tu puño.
  • Cuando tu perro deje de intentar conseguirlo, marca el momento con un clicker o haz un elogio. Inmediatamente, abre el puño, dile “tómalo” y deja que se lo coma.
  • Después de varios intentos, tu perro debería empezar a ignorar el premio. En este momento, abre el puño y espera unos segundos antes de decir “tómalo”. Puedes decir también “espera” si el perro intenta comérselo antes de tiempo. Al principio, tendrás que cerrar el puño de nuevo y decir “espera”. Cuando aprenda, podrás dejar comida delante del perro sin que la tome antes de que se lo ordenes.
  • Una vez logrado esto, comienza a colocar alguna golosina en el suelo, con tu mano sobre ella. Deja que el perro intente conseguirla. Cuando deje de intentarlo, marca con el clicker o con un elogio. Pero no permitas que se coma la golosina del suelo.
  • En su lugar, ofrécele otra golosina diferente que tengas en tu bolsillo o en la mano, a ser posible, de mayor valor que la del suelo. El objetivo es que aprenda que no tomar determinadas cosas del suelo tiene consecuencias positivas.
  • Poco a poco, intenta repetir el ejercicio retirando la mano, pero prepárate para volver a tapar la golosina si es necesario. Marca el momento en que tu perro ignore la golosina y recompensa con otra de mayor valor.
  • Repite el ejercicio atando a tu perro con una correa y de pie. En lugar de tapar la golosina con la mano, hazlo con el pie. La correa es para evitar que tu perro se abalance sobre alguna golosina que se te pueda caer o sobre la que está en el suelo.
  • Cuando tu perro deje automáticamente la comida en el suelo, habrá aprendido a controlar sus impulsos. Ahora puedes enseñarle la orden “déjalo”. Cuando ignore esa comida al recibir la orden, marca el momento y recompensa a tu perro.

Entrenamiento para situaciones reales

  • El siguiente paso es imitar una situación real, en la que tu perro se encontrará con una gran variedad de cosas “apetitosas” por el camino.
  • Con tu perro fuera de la habitación, coloca varias golosinas en fila, con suficiente distancia unas de otras.
  • Ata a tu perro con la correa y entra en la habitación. Cuando pases al lado de una golosina, di “déjalo” y avanza hacia la siguiente. En cada golosina, marca y recompensa a tu perro por ignorarla. Si trata de comer alguna, cúbrela con el pie y utiliza la correa para evitar que llegue a ella.
  • Una vez que tu perro comience a ignorar cada golosina, di “déjalo” e intenta caminar a lo largo de la fila. Recompensa a tu perro si logra pasar toda la fila ignorando las golosinas, con un hueso para masticar o algo de alto valor para él.
  • Repite estos ejercicios en el exterior de tu casa. Entrena a tu perro en varios lugares diferentes.
  • Si repites el ejercicio con juguetes y pelotas, tu perro aprenderá que la orden no se limita a la comida.
  • Durante los paseos, utiliza también la orden si tu perro se distrae con otro perro, un gato, alguien que pasa a tu lado…

Conclusiones

  • La coprofagia, o consumo de heces, puede ser conductual o deberse a la existencia de un problema médico.
  • Parece haber acuerdo en que podría tratarse de una conducta heredada de sus ancestros.
  • Los lobos comen las heces en los alrededores de su guarida para evitar las infestaciones de parásitos y la llegada de depredadores.
  • Si se trata de la respuesta a un problema médico, habrá que tratar la causa subyacente.
  • Acude a tu veterinario si tu perro consume heces habitualmente.
  • Si se trata de un problema conductual, tendrás que entrenar a tu perro para reconducir su comportamiento.
  • Acude a un adiestrador profesional si es necesario.

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