Los seres vivos estamos diseñados para curar nuestras heridas y los perros no son una excepción. Es decir, cuando el perro sufre una herida, el sistema inmunológico se activa y comienza a trabajar inmediatamente para luchar contra las infecciones y cerrarla.
La piel está formada por varias capas, que pueden sufrir diferentes tipos de cortes, rasguños, quemaduras o heridas. El cuerpo está diseñado para hacer frente a estas situaciones, procediendo a cicatrizar la herida. Y conocer el proceso nos permite favorecer la cicatrización mediante la aplicación de métodos muy efectivos.
En este artículo vamos a analizar diferentes remedios naturales que han demostrado ser unos magníficos aliados en la curación de las heridas de tu perro.
Tabla de contenidos
¿Cómo cicatrizan las heridas de mi perro?
La cicatrización de una herida se divide en cuatro fases:
Inflamación
La inflamación es la primera fase de la cicatrización y comienza inmediatamente. Su función es controlar la hemorragia y activar el sistema inmunológico. Para ello, se forman coágulos de sangre y los vasos sanguíneos se contraen, limitando la pérdida de sangre en la zona.
Este proceso requiere la intervención de unas células especializadas del sistema inmunitario, que hacen frente a las bacterias contaminantes y a cualquier tejido muerto.
Desbridamiento
Al cabo de unas horas comienza el desbridamiento, para eliminar el tejido muerto. Para ello, las células inmunológicas forman el pus, que fluye como un líquido desde la herida, arrastrando los desechos con él.
Las células que intervinieron en la fase de inflamación trabajan ahora activamente para consumir el tejido muerto y limpiar la zona.
Reparación
En un par de días, el colágeno empieza a rellenar la herida, uniendo los tejidos desgarrados. Este proceso puede tardar varias semanas en completarse. En estos momentos crecen nuevos vasos sanguíneos en la zona, a partir de los vasos cercanos no lesionados.
El borde de la herida empieza a producir «tejido de granulación», el tejido rosa húmedo que acabará por rellenar la herida. La herida se encoge, en un proceso denominado «contracción de la herida”, permitiendo la formación de nueva piel, que la cubrirá.
Maduración
A las dos o tres semanas comienza el proceso de maduración, que puede durar meses o años. Ya se ha producido suficiente colágeno como para emprender la fase final. La cicatriz se hace cada vez más fuerte, a medida que crecen nuevos vasos sanguíneos y nervios y el tejido se reorganiza.
El resultado final nunca será tan fuerte como el tejido no lesionado, pero debería alcanzar aproximadamente el 80% de la fuerza original.
La cicatrización y el tejido de granulación
El tejido de granulación se produce en las primeras semanas de cicatrización, sobre todo en las partes blandas de la herida, para rellenar los espacios muertos. Es muy rico en fibroblastos, vasos capilares y colágeno, pero hasta que llega a madurar tiene poca consistencia.
Cicatrización de primera intención
- La cicatrización de primera intención, también denominada primaria, tiene lugar en heridas lineales con bordes bien definidos, donde se puede producir un cierre directo.
- Por ejemplo, cuando la herida es una incisión quirúrgica con suturas, no hay zonas que el cuerpo pueda rellenar con tejido de granulación. Los márgenes de la herida están unidos por las suturas y lo único que tienen que hacer es soldarse.
- En este caso, la piel nueva comienza a formarse en el plazo de dos días.
- Se producen las cuatro fases de cicatrización, pero son mucho más rápidas que en el caso de las heridas no quirúrgicas, ya que aquí se eliminan los huecos y no es necesario que se forme el tejido de granulación.
- El proceso completo suele tardar entre 10 y 14 días.
- La cicatrización se produce a lo largo del margen de la herida, no en toda su longitud.
- Las incisiones largas cicatrizan igual de rápido que las cortas.
Cicatrización de segunda intención
- La cicatrización por segunda intención o secundaria se da cuando hay pérdida de tejido y los bordes están separados, con lo que la herida está abierta y la brecha se llena de tejido de granulación para lograr el cierre.
- Esta situación se produce cuando la herida es demasiado grande, hay demasiada tensión en los márgenes, está demasiado infectada o, por alguna otra razón, no puede cerrarse con suturas.
- Cuando la herida se llena de tejido de granulación, se produce la contracción de la herida, que se va haciendo cada vez más pequeña, llegando a cerrar por sí misma.
Cicatrización de tercera intención
- Si se deja el tiempo suficiente, la herida suele cerrar por sí misma, pero cuando se hace lo suficientemente pequeña, se pueden recortar los márgenes y cerrar quirúrgicamente por primera intención.
- Haciendo esto, la cicatriz será más pequeña y contará con una mejor cobertura de piel.
- En algunas ocasiones se aplican injertos de piel, pero solo si existe un lecho de granulación sano.
- Es decir, la cicatrización terciaria o de tercera intención se produce cuando se dan las condiciones de segunda intención y un cirujano manipula el proceso, cerrando la abertura por medio de puntos o injertos, para redireccionar el proceso hacia una cicatrización primaria.
Remedios naturales para cicatrizar las heridas de los perros
El mágico poder de la miel
La miel es un producto excelente para cicatrizar y tratar heridas profundas o infectadas. Cuando una población de bacterias infecta una herida, se forma una biopelícula que favorece el crecimiento bacteriano y disminuye la velocidad de cicatrización.
La miel se ha utilizado como apósito para heridas desde tiempos inmemoriales y la investigación científica ha descubierto que posee una serie de propiedades biológicas que combaten la infección y favorecen la cicatrización.
Por un lado, es ácida, es decir, tiene un pH bajo, y las bacterias prosperan en entornos alcalinos (pH elevado). Por ello, su uso inhibe el crecimiento bacteriano.
Entre otras cosas, al aplicar un apósito de miel a una herida, se produce un flujo de agua desde los tejidos circundantes, con la intención de diluirla. Esto hace que disminuya la inflamación, acelerando la recuperación. Además, también extrae líquido del interior de las bacterias, deshidratándolas y matándolas. Por otro lado, la superficie de la herida permanece húmeda, disminuyendo el dolor.
La miel posee también una enzima denominada glucosa oxidasa, que libera peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), producto ampliamente conocido como desinfectante y esterilizante de amplio espectro contra los microbios.
La mejor miel para uso médico es la de Manuka.
El azúcar, otra dulce opción
El azúcar casi rivaliza con la miel en la capacidad de tratar infecciones. También tiene poder antibacteriano, acelera la cicatrización de las heridas y reduce la hinchazón (edema).
Al igual que la miel, el azúcar se ha utilizado de manera tradicional para curar heridas infectadas, quemaduras graves, quemaduras de carretera (como cuando un perro salta de un coche/camión y es arrastrado) y bacterias carnívoras (también llamadas fascitis necrotizante).
Al igual que con la miel, después de limpiar una herida y retirar el tejido muerto, se vierte azúcar sobre ella, vendándola e impidiendo que el perro se lama. Tendrás que cambiar las vendas a las 24 horas.
Cuando retires el vendaje, lava con agua caliente, seca suavemente la herida con ligeras palmaditas, vuelve a aplicar azúcar y venda la herida.
La hidroterapia puede ayudar
La hidroterapia puede ser muy efectiva en el proceso de curación de las heridas de tu perro. El agua corriente ayuda a lavar los restos de pus y células muertas de la piel, además de estimular el crecimiento de los tejidos cicatrizantes.
Después de dejar correr agua fría sobre la herida durante unos diez minutos con una manguera o el grifo, deje que la zona se seque por completo. Cuando la herida esté bien seca, puedes aplicar un medicamento tópico recetado por tu veterinario para favorecer el proceso de cicatrización.
Aceite de lavanda para llagas y pequeños cortes
Las potentes propiedades curativas, analgésicas y antimicrobianas de este aceite lo convierten en una opción práctica para tener a mano en caso de cortes y arañazos repentinos. El aceite es muy suave para la piel, por lo que puede aplicarse directamente sobre el cuerpo. Basta con aplicar una fina capa de menos de una gota directamente sobre la llaga o los cortes.
Además, puedes cubrir la herida con vendas para protegerla de cualquier infección o llagas cutáneas recurrentes. Puedes utilizar la hidroterapia antes de aplicar el aceite de lavanda.
Caléndula Officinalis y otras hierbas
- La Caléndula Officinales favorece la cicatrización y es antimicrobiana. Puede aplicarse en forma de gel, crema, aceite o pomada.
- Para heridas abiertas con espacio que necesita ser rellenado, o si hay hueso expuesto, añade un poco de Symphytum (consuelda), de nuevo en forma de gel, aceite o pomada, ya que favorece el crecimiento del tejido de granulación (el tejido rosado altamente vascularizado que rellena las heridas antes de que la piel se cierre).
- Si solo tienes la hierba seca Symphytum, puedes mezclarla con el aceite, gel, crema o pomada de caléndula. Añade la hierba seca solo si puedes realizar con éxito la hidroterapia, ya que esos trocitos de hierba tendrán que salir con cada cambio de vendaje.
- Las heridas con grandes zonas de piel que necesitan volver a crecer deben tener un vendaje húmedo. Mantener la herida húmeda permite que la piel crezca sobre la herida. En ese caso, utiliza un gel de caléndula a base de agua en lugar de aceite o pomada. Mantener el vendaje húmedo puede ser complicado. Cubrirlo con algún tipo de plástico te ayudará a evitar que se seque.
Centella asiática
La centella asiática es una planta que crece en zonas húmedas y pantanosas y posee propiedades antipiréticas, analgésicas y antiinflamatorias. Su efectividad ha sido avalada científicamente.
Asimismo, es cicatrizante, ya que favorece la producción de colágeno y la formación de nuevo tejido epitelial. Suele utilizarse como tratamiento tópico de las heridas de la piel, incluso cuando están infectadas, y también previene la formación de queloides y cicatrices demasiado grandes.
Puedes aplicarla en forma de pomada o como un polvo seco que se espolvorea sobre la herida, vendándola a continuación para evitar que el perro se lama.
Conclusiones
- La cicatrización de las heridas de los perros es un proceso que consta de cuatro fases, en las que la herida se va cerrando y desinfectando de forma natural.
- No obstante, hay productos y acciones que pueden acelerar y mejorar este proceso natural.
- El cuerpo del perro produce tejido de granulación para unir los bordes de la herida
- La cicatrización puede ser de primera, segunda o tercera intención
- Existen remedios naturales muy efectivos que ayudarán a acelerar el proceso de cicatrización de las heridas de tu perro.
- Consulta a tu veterinario antes de aplicar cualquier remedio natural a tu perro.
Muchas gracias, me va a servir bastante