Mi hijo quiere un perro. ¿Qué hago?

A la mayoría de los niños les gustan los perros, y cada vez que ven uno por la calle corren a jugar con ellos. Antes o después, llega el momento en que te piden uno. Y tú no sabes qué hacer.

No sabes si tu hijo o hija será lo suficientemente responsable y asumirá las obligaciones que implica tener un perro. Además, no tienes claro si podrás sacarlo a pasear todo lo que necesita, si serás capaz de adiestrarlo o si estáis dispuestos a convivir con el perro durante toda su vida.

Sabes que no es una buena idea llevar a casa un animal sólo por satisfacer un capricho de un niño. Es importante que reflexiones y tengas en cuenta todo lo que conlleva tener un perro. Recalcamos este aspecto, porque es frecuente la compra de animales por impulso, lo que implica un alto porcentaje de abandono al cabo del tiempo.

Razones para tener un perro. Pros y contras de tener una mascota.

Existen multitud de buenas razones para tener un perro. Pero si nunca has tenido uno, es importante que seas consciente de las consecuencias que implica tener uno. Un perro es un nuevo miembro de la familia que se quedará muchos años e implica una gran responsabilidad y un profundo cambio en tu forma de vida. Por ejemplo, a la hora de planificar tus vacaciones, salidas al campo o por la ciudad, visitas familiares, viajes de trabajo, etc.

Por eso, vamos a analizar los pros y los contras de llevar un perro a casa.

Por qué tener un perro

Bebe acariciando a un perro que se encuentra tumbado en la hierba

Tener un perro aporta muchos beneficios, tanto a ti como a tus hijos:

  • Un perro te ofrece compañía durante toda su vida.
  • Te proporciona alegría y nunca más estarás solo.
  • Está demostrado que las personas que tienen un perro o algún otro animal, son más saludables que las que no lo tienen.
  • Los niños desarrollan mejor su sistema inmunitario.
  • Un perro necesita pasear, así que os obligará a salir y hacer ejercicio, lo que repercute también en una buena salud.
  • Los niños que se crían con un perro, tienden a desarrollar una mayor sensibilidad con los animales, haciendo de ellos personas más empáticas, responsables y equilibradas.
  • Un perro es un animal noble y leal que te aportará muchísimos valores. Nunca te abandonará, para él no hay nada mejor que estar a tu lado.

Por qué no tener un perro

Si no estás muy seguro de poder satisfacer las necesidades de tu perro, es mejor que no lo tengas. Considera estos aspectos antes de decidirte, ya que abandonarlo al cabo de un tiempo porque no responde a tus expectativas o supone una carga, no debería ser una opción:

  • Un perro genera una serie de gastos, tanto en alimentación como atención veterinaria o compra de productos específicos para él. Una vez que sepas el tipo de perro que deseas, haz un cálculo para saber si puedes asumir los gastos.
  • Un propietario de un perro debería adquirir conocimientos básicos de etología canina, para poder comprender a este nuevo miembro de la familia. Por lo tanto, requiere una inversión de tiempo en formación, libros e incluso cursos, suponiendo un esfuerzo adicional por tu parte. Esto es también una ventaja, si lo consideras en términos de aprendizaje y desarrollo personal.
  • Los perros viven una media de 10 a 15 años. Piensa si es solo un capricho o estáis dispuestos a compartir todos los momentos de su vida.
  • Los perros sueltan pelo, vuelven a casa con tierra en las patas y reclaman a menudo tu atención. Si decides tener un perro debes tener en cuenta estos detalles.
  • Los perros son animales para los cuales la manada es muy importante. No dejarlos entrar en casa y tenerlos en el exterior sin hacerles caso es cruel, ya que se sentirán abandonados por el grupo. Con algunas razas, esto puede ser incluso peligroso, ya que pueden atacar a miembros de la familia, al no haber establecido el vínculo adecuado.
  • Tendrás que cuidarlo, bañarlo , lavarle los dientes , y sacarlo a pasear y esto implica también recoger sus cacas.
  • Hay que adiestrarlos y el adiestramiento requiere tiempo y constancia.
  • A veces ensuciarán tu casa y romperán cosas. Si tienes un perro, como cuando tienes un niño pequeño, debes asumir que esto pasará y no es una razón para abandonarlo.

Es decir, un perro requiere tiempo y cuidados, además de asumir que tendrás que reconfigurar tu vida teniéndole en cuenta. Tendrás que limpiar y asumir algún destrozo por educado que esté. Abandonarlo porque ya no puedes tenerlo no es una razón. ¿Abandonarías a un hijo porque no puedes llevártelo a algún lugar? Un perro es un miembro más de la familia.

En contrapartida, tendrás un compañero fiel y alegre que te proporcionará alegrías continuas, salud, un compañero de juegos para tus hijos y una escuela de vida de cuatro patas.

Cómo hacer para que los niños se responsabilicen de tener un perro

Niño paseando a su perro con la correa mientras corren los dos a la vez

Tener un perro es muy beneficioso para los niños, que aprenderán a manejar sus emociones y a hacerse responsables. Aunque sea el adulto el responsable principal de los cuidados del perro, es conveniente enseñar a los niños a ir responsabilizándose de realizar diferentes tareas, dependiendo de la edad.

Además, se observa que cada vez más niños desarrollan fobias y miedo a los perros y otros animales por falta de contacto con ellos. Tener un perro les va a enseñar a convivir y les aportará siempre más beneficios que perjuicios.

Se debe enseñar a los niños a comprender las reacciones del animal. Por ejemplo, si el perro gruñe o se aleja, está indicando que desea estar tranquilo. Los niños deben saberlo y no perseguirle o continuar jugando con él en ese momento, ya que le están molestando y si este aviso no les resulta eficaz, el siguiente paso puede ser una mordida de aviso. Los perros son animales que una vez que eligen un camino y obtienen resultados positivos, les resulta difícil elegir otro, y es complicado reeducarlos, requiriendo en muchos casos la ayuda de un adiestrador profesional.

Al principio, deberás estar encima de tus hijos para que se impliquen en los cuidados del perro, ya que les gustará implicarse pero enseguida se cansarán. Deberás enseñar a tus hijos a no frustrarse y ser pacientes con los perros, así como a comprender que el cuidado de su perro no es un juego, sino una parte importante de su vida cotidiana. Esto ayudará también a crear un vínculo fuerte entre el perro y los niños.

Para que este vínculo sea adecuado, debemos enseñar a nuestros hijos como jugar correctamente con el perro. Los gritos y aspavientos o correr delante de él no son adecuados, ya que a menudo desembocan en accidentes.

Algunos perros no toleran los abrazos ni que les tiren de las orejas, el rabo o los bigotes, ni comportamientos del niño como gimoteos o lloros, que el perro puede interpretar como que el niño está por debajo en su escala jerárquica. El perro, dependiendo de sus instintos, puede tender a imponerse sobre tu hijo. En los juegos, el niño debe ser el líder, no una cría.

Cuando un perro se pone encima de una persona tumbada y realiza movimientos semejantes a la monta, mucha gente lo interpreta como algo divertido, cuando en realidad es un signo de dominancia. Si le permites hacerlo contigo o con tus hijos, tomará el control y será muy difícil que recuperes el liderazgo. Esto es especialmente preocupante si tu perro es de raza mediana o grande. En este caso, jamás debes enfrentarte a tu perro. Busca la ayuda de un adiestrador profesional.

Los niños deberán ir asumiendo las distintas responsabilidades de manera progresiva y bajo la supervisión de un adulto, que cubrirá sus limitaciones. A medida que el niño crece, podrá ir asumiendo más responsabilidades, hasta llegar a poder cuidar al perro y realizar cualquier tarea sin necesidad de supervisión.

  • Hasta los 6 años, el niño puede acompañarte en los paseos del perro, ayudándote a vigilarlo. En caso de producirse algún conflicto con otras personas o perros, el niño observará como lo resuelves. A continuación, explícale lo que has hecho.

Enséñale a observar a los perros que os encontréis y a interpretar sus señales. El niño aprenderá su lenguaje y llegará a prever situaciones antes de que sucedan.

Además, puedes enseñarle a recoger los excrementos del perro. Esto será muy beneficioso en la construcción de su civismo y respeto por las zonas comunes.

  • A partir de los 6 años, puede comenzar a cambiar el agua y poner comida en su cuenco cuando tú se lo pidas. Explícale cuales son las horas de comida del perro y qué tipo de alimentos son peligrosos para él.
  • Cuando el niño tenga 11 o 12 años, podrá ayudarte también en la limpieza del perro y su cepillado.

A medida que vaya madurando y teniendo fuerza y autoridad suficiente con el perro, podrá comenzar a sacarlo a pasear sin tu presencia.

También es bueno que los niños te acompañen al veterinario y aprendan acerca de las enfermedades y afecciones comunes de vuestro perro.

¿Es mejor comprar un perro o adoptarlo?

Una vez que decides tener un perro, te preguntarás si es mejor comprarlo o adoptarlo.

Adoptar un perro

Perro mirando a traves de la jaula esperando que lo adopten

Cuando adoptas un perro estás dando una segunda oportunidad a un perro que ha sido abandonado o encontrado perdido o maltratado. Se trata de una opción muy buena que puede proporcionar una buena vida a un perro que necesita un hogar. Infórmate bien acerca del perro que elijas, observa su comportamiento y, al igual que si vas a comprarlo, escoge el más adecuado para tu situación. No olvides nunca que un perro es un ser vivo, no un juguete que puedas abandonar o tirar si te cansas de él. Es una elección que llevará a tu hogar un nuevo miembro durante los 10 a 15 años de su vida.

Adoptar un perro es más barato que comprarlo, ya que solamente asumirás los gastos de las primeras vacunas en el momento de la adquisición. Son igual de cariñosos y leales que los comprados, aunque a veces requieren una etapa de entrenamiento y socialización especiales. Al adoptar contribuyes a evitar el comercio con perros. Ten en cuenta que los perros adoptados se entregan casi siempre esterilizados y algunos de ellos pueden tener traumas.

Comprar un perro

Si lo que quieres es un perro de una raza determinada, porque deseas aprovechar sus magníficas dotes para aquello para lo que se creó, entonces puede ser que la mejor elección sea comprar un perro. No te sientas mal por ello, también son seres vivos que necesitan un hogar. Busca un criador responsable, que te enseñará a sus padres y al resto de la camada y podrá orientarte acerca de su educación y cuidados. Dedica un tiempo a estudiar la raza elegida antes de tomar tu decisión.

A la hora de elegir, es importante que pienses qué perro se adapta mejor a ti: raza pequeña, raza mediana o grande, su personalidad y energía, tu capacidad de liderazgo, si vas a vivir con tu perro en un piso o tus hábitos de vida. Existen razas muy activas y otras más sedentarias y no todos los perros exigen las mismas atenciones. Hay perros ideales para estar con niños y otros que no se llevan bien con ellos.

Tener un perro implica considerar todos estos aspectos para llevar una vida feliz juntos y no abandonar al perro cuando no encaja con nuestras expectativas.

Los perros de raza suelen ser caros, ya que su cría y selección implica unos cuidados especiales. Al comprar un perro de raza de un criador o criadero responsable contribuyes a la selección y cuidado de la raza elegida. Evita tiendas o particulares que solo buscan el beneficio económico y no el mantenimiento y salud de la raza.

Conclusiones

  • Un perro es un compañero ideal para los niños.
  • Les ayudará a adquirir responsabilidad y control de sus emociones.
  • Analiza bien los pros y los contras de tener un perro.
  • Un perro es un ser vivo y no es buena idea comprarlo por impulso y luego abandonarlo.
  • Enseña a tu hijo a responsabilizarse con el perro poco a poco, haciendo que vaya asumiendo diferentes tareas según su edad.
  • Considera las opciones de compra y adopción con cuidado.
  • Lo más importante es estar seguros de que vamos a cuidar de nuestro perro toda su vida y elegir la raza que más se adapta a nuestra situación.

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